El hombre que este martes supuestamente mató a su expareja en la localidad guipuzcoana de Orio y después se suicidó utilizó un arma manipulada para cometer el crimen.

Los testimonios recogidos por la Ertzaintza indican que ambos habían tenido una relación afectiva en el pasado y que habían quedado "expresamente ayer", según ha explicado el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que ha comparecido en rueda de prensa para dar detalles de este suceso que ha lamentado y condenado.

El hombre, según las primeras investigaciones, utilizó un arma de su propiedad que estaba manipulada y disparó a bocajarro contra la mujer y después de disparó a sí mismo, ha añadido.

Erkoreka ha indicado que el varón no tenía antecedentes por violencia de género y que la víctima, de 50 años, deja dos hijos, uno de ellos menor de edad.   

En una rueda de prensa ofrecida en la comisaría de la Ertzaintza en Erandio (Bizkaia) Erkoreka ha dado a conocer estos datos en relación a los hechos ocurridos en Orio que, según ha apuntado, se trataría de un presunto delito de violencia de género.

Erkoreka ha afirmado, en relación a la víctima del asesinato, que no tenía antecedentes de violencia de género ni de ningún otro tipo relacionado con la violencia machista y, en el caso del presunto autor de los hechos, tampoco figuraban antecedentes.

El consejero ha indicado que este hombre tenía licencia de armas y utilizó para "perpetrar el asesinato" una manipulada, de su propiedad. Según ha explicado, ambos, que eran expareja, habían quedado ayer por razones que todavía se desconocen y el presunto agresor disparó a bocajarro a la mujer e inmediatamente se disparó a sí mismo.