accidente de tren
Un padre que perdió a una hija en el accidente del Alvia lamenta pedirle que usase el tren
La madre, que días antes de lo sucedido soñó que su pequeña, de 18 años, se moría, no ha comparecido.
Un padre que perdió a su hija mayor en el accidente del Alvia el 24 de julio de 2013 en Santiago ha lamentado este jueves en el juicio que se celebra en esa ciudad el consejo que le dio a la joven de que se desplazase a la capital gallega en tren, mejor que en un coche en compañía de amigos.
"Quería venir con unos amigos en coche y yo le dije que viniera en tren" creyendo que era más seguro, ha recordado en esta jornada, con la voz entrecortada y entre sollozos. "Por eso cogió un tren", ha añadido. En concreto ese que descarriló tras pasar la última curva antes de entrar en Santiago a más del doble de la velocidad permitida.
Un conocido de la familia tenía contacto con un forense que fue el que les informó de la muerte diecinueve horas después del descarrilamiento que provocó también casi centenar y medio de heridos.
La madre, que días antes de lo sucedido soñó que su pequeña, de 18 años, se moría, no ha comparecido. El progenitor sí, como ha podido, y ha contado que se había sacado la selectividad, quería obtener el permiso de conducir y había previsto trabajar en verano.
Sus hermanos, algunos de los cuales siguen bajo tratamiento y han tenido intentos de suicidio, se habían quedado unos días con los abuelos en Vigo y ella en Ourense, desde donde partía hacia Santiago.
La vista oral se encuentra ahora en una fase civil de evaluación de los daños a las víctimas.
A mediados de este año está prevista la conclusión del juicio, tras la cual llegará la decisión sobre la responsabilidad penal de los dos únicos encausados, el maquinista Francisco José Garzón Amo y el exresponsable de la seguridad en la circulación de Adif Andrés Cortabitarte.
