Aprobada la ley de universidades, que aspira a un 1% del PIB en inversión

El ministro Subirats asegura que han trabajado desde el "consenso" y defiende "preservar el pluralismo ideológico" en las universidades.  

El ministro de Universidades, Joan Subirats, durante el pleno del Congreso celebrado este jueves.
El ministro de Universidades, Joan Subirats, durante el pleno del Congreso celebrado este jueves.
Fernando Alvarado

El Congreso ha aprobado este jueves por mayoría absoluta la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) que se compromete por primera vez a destinar como mínimo un 1 % del PIB a la Universidad de aquí al 2030, algo en lo que ya está trabajando el Gobierno con las comunidades autónomas y los rectores.

Tras la votación de las enmiendas del Senado, el pleno de la Cámara Baja ha respaldado el texto de la tercera reforma universitaria en democracia por 182 votos a favor (PSOE, PNV, ERC y Unidas Podemos), 157 en contra (PP, Ciudadanos y Vox) y ocho abstenciones, entre ellas las de Bildu, BNG y Junts.

La entrada en vigor será a los veinte días de su publicación en el BOE.

El ministro de Universidades, Joan Subirats, ha explicado que con la LOSU se ha asumido "la demanda de muchas de las universidades que durante años han reclamado contar con una nueva ley, 22 años después de la aprobación de la LOU. Era el momento de abordar este reto y lo hemos hecho desde un talante inequívoco de diálogo y de consenso".

"Tengo la convicción de que permite a las universidades afrontar con garantías de éxito los retos actuales del cambio de época que atravesamos y también plantear y afrontar su futuro tanto a corto como a medio plazo. Conlleva un compromiso presupuestario firme, que quiere acabar con un largo periodo de infrafinanciación de nuestras universidades públicas, un compromiso concretado en un mínimo del 1% del PIB", ha añadido.

En estos momentos, ha detallado, "ya estamos trabajando tanto con las comunidades autónomas como con los rectores para que esto pueda llegar a cumplirse".

Según Subirats, el Gobierno ha hecho "un esfuerzo importantísimo" con "el aumento histórico" de las becas universitarias, reconociendo las becas como un derecho subjetivo, eliminando o paralizando la posibilidad de aumento de los precios públicos y "democratizando así de manera efectiva una educación superior para todos y para todas".

Se recogen además "importantes baterías de medidas para que las universidades sean equitativas en su organización interna, garantizando la participación de todos sus miembros en su gobernanza, la igualdad entre mujeres y hombres, reduciendo la precariedad de las plantillas del profesorado y garantizando una carrera estable y predecible y con condiciones laborales dignas".

PP: "Se ha perdido una oportunidad de oro"

Durante el debate, la diputada del PP María Jesús Moro ha subrayado que esta no es la ley que necesitan las universidades ni es la que "esperaban ni es la que se merecen, no sirve de nada y no resuelve" problemas como el de la precariedad laboral.

Tampoco, ha sostenido, garantiza la financiación, sino que es un "yo invito y tú pagas"; "ataca la neutralidad institucional" y hay rechazo entre los rectores y presidentes autonómicos, también del PSOE.

"Hoy debería ser un día de alegría, pero se ha perdido una oportunidad de oro. Sin embargo, aún puede ser peor porque el Ministerio está trabajando en los desarrollos reglamentarios" de la ley, ha agregado la diputada.

Incorporadas más de 130 enmiendas de ERC

En su turno de intervención, la diputada de ERC Marta Rosique ha destacado que su formación ha incorporado a la norma del Gobierno más de 130 enmiendas "que han mejorado sensiblemente el texto".

Entre ellas ha destacado el derecho al paro académico; que el estudiantado pueda compaginar estudios y trabajo; la equiparación de derechos y obligaciones del personal laboral y funcionarios; que los psicólogos migrantes puedan homologar sus títulos y que los claustros puedan "analizar y debatir" temas de actualidad.

Vox: "La izquierda se ha convertido en el show de Benny Hill"

Pedro Fernández, de Vox, ha argumentado que con esta ley la izquierda ha puesto "el punto de mira en la universidad y no ha dejado sector social ni económico al que atacar".

"Cabe preguntarse para quién gobierna hoy, no se sabe. Por eso la izquierda hoy se ha convertido en una izquierda de caricatura, se puede decir que se ha convertido en el show de Benny Hill", ha asegurado.

Según el diputado de Vox, los alumnos se quejan de la ley porque exigen más peso en el claustro, los profesores porque quieren más seguridad jurídica en sus contratos; los rectores porque dicen perder el control de las universidades y las comunidades porque creen que su aplicación será inviable económica y financieramente.

Ciudadanos: "Un gran descosido"

En opinión del diputado de Cs Juan Ignacio López-Bas, la ley es "un gran descosido" que no responde a las necesidades de la Universidad.

Es además una ley "inadecuada e insuficiente" que no ha tendido puentes entre los futuros egresados y la empresa para un ágil acceso al mercado laboral, no acaba con la endogamia ni garantiza la neutralidad ideológica de la institución, entre otras cuestiones.

PNV: hay avances significativos

Josune Gorospe, de PNV, ha valorado que es una "ley marco que permite el desarrollo normativo de los diferentes sistemas universitarios e incorpora avances significativos" en aspectos como el laboral, el tope de los precios públicos y la separación nítida de las competencias.

Por su lado, Gerardo Pisarello (En Comú Podem) ha destacado la mejora "sustancial" de los derechos laborales de los profesores asociados; que se haya puesto coto a las "universidades negocio", limitado los precios públicos y que se permita incorporar talentos de personas migrantes.

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