seguridad alimentaria

España notifica un 52 % menos de alertas alimentarias en 2022

España notificó el año pasado una treintena de alertas alimentarias y se debieron principalmente a presencia de metales como el mercurio en productos pesqueros, alérgenos no declarados o salmonela y listeria.

Los productos se someten a análisis exhaustivos para evitar los fraudes alimenticios.
Los productos se someten a análisis exhaustivos para evitar los fraudes alimenticios.

Madrid, 22 ene (EFE).- España notificó el año pasado a la Red de Alerta Alimentaria Europea (Rasff) una treintena de alertas alimentarias, un 52,25 % menos que en 2021, y se debieron principalmente a presencia de metales como el mercurio en productos pesqueros, alérgenos no declarados o salmonela y listeria.

Especialmente relevante es la presencia de alérgenos (sésamo, mostaza o frutos secos) no declarados, la cual ha ido cobrando mayor importancia debido al incremento en la tasa de notificación de alergias alimentarias, según ha apuntado a EFE el experto en seguridad alimentaria y profesor titular del departamento de Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Córdoba, Antonio Valero.

Dentro de ese capítulo, destacaron varias alertas como la presencia de sulfitos no declarados en vino español; huevo, leche, trigo y soja no declarados en helado francés; sésamo en semillas de comino, o mostaza en cilantro y en mezcla de especias y aditivos.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aesan) recuerda en las notificaciones sobre alérgenos no especificados en los etiquetados que sólo afectan a las personas intolerantes a alguno de ellos.

También se activaron varias alertas relevantes por metales pesados como el mercurio en productos pesqueros.

Ocurrió en junio y octubre, cuando se activaron alertas por la presencia de mercurio que superaba los límites legales en la especie caella y una de sus subespecies más consumidas, la tintorera.

También la Aesan emitió un documento en abril del año pasado sobre el mercurio, especificando que el metilmercurio es el componente orgánico de mercurio más común en la cadena alimentaria.

Su consumo excesivo afecta al sistema nervioso central en desarrollo, de ahí que el feto y los niños más pequeños sean los más sensibles a este metal.

No obstante, la propia Aesan destaca que no sólo es seguro comer pescado y marisco sino "que es recomendable" aunque tomando precauciones como que los niños entre 1 y 9 años, mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo consigan esos beneficios de consumir pescado incrementando el consumo de especies bajas en metilmercurio o que no excedan la ingesta semanal tolerable recogida en diversos informes.

En cuanto a los peligros biológicos de mayor relevancia sanitaria, en 2022 volvieron a destacar las notificaciones por presencia de las bacterias salmonela y listeria monocytogenes.

Sobre la listeria, en marzo hubo una alerta por su presencia en queso español de oveja; en abril, en salmón ahumado marroquí; en septiembre, en morcilla, y en noviembre, en carne de cabeza de cerdo cocida, aunque no tuvieron relevancia a nivel sanitario.

Hubo asimismo varias notificaciones relevantes por presencia de salmonela en huevo pasteurizado de origen francés, en hamburguesas y en chistorra.

Tampoco dieron lugar a brotes entre la población, aunque la Aesan recuerda que la salmonelosis se caracteriza por una sintomatología centrada en diarrea, vómitos, fiebre y dolor de cabeza.

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