Pedro Sánchez se regala un acto con 50 ciudadanos en Moncloa

El jefe del Ejecutivo sustituye su habitual apertura del curso ante empresarios por un encuentro medido para ganar empatía.

Encuentro de Pedro Sánchez con 50 ciudadanos en Moncloa
Encuentro de Pedro Sánchez con 50 ciudadanos en Moncloa
Efe

No fue un 'Tengo una pregunta para usted'. El anuncio de que esta vez Pedro Sánchez sustituiría su habitual presentación del nuevo curso político ante representantes del mundo empresarial y la sociedad civil en Casa de América por un encuentro en el Palacio de la Moncloa con ciudadanos que, en algún momento, han hecho llegar al presidente del Gobierno sus preocupaciones a través de cartas -250.000 llevan ya contestadas desde el Ejecutivo-había alentado la idea de un formato similar a aquel programa estrenado por La 1 de TVE en 2007 en el que individuos corrientes fueron capaces de poner en más de un apuro a los dirigentes políticos. Nada más lejos.

No hubo lugar a la improvisación en el acto celebrado hoy en la misma escalinata en la que el presidente recibe a mandatarios extranjeros, a presidentes autonómicos o al líder de la oposición y en la posa el Consejo de Ministros de manera ocasional. Todo estaba milimétricamente diseñado para que Sánchez hilvanara un discurso sobre la acción del Gobierno centrado en aquellos asuntos en los que ya deseaba poner el foco, ante un público mucho más cómodo que el de los altos mandos del Ibex 35 contra los que decidió cargar, por estrategia electoral, tras la derrota de su partido en las andaluzas del pasado junio y a quienes sigue poniendo en la diana

A las dependencias de la Moncloa acudieron 50 ciudadanos elegidos con un criterio del que no se ha dado explicación. Y de ellos, cinco hablaron en público para exponer sus preocupaciones. Almudena, empleada del hogar de Tomelloso, que escribió al presidente para reivindicar un derecho al paro que el Consejo de Ministros ya va a aprobar este martes, después de que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la UE del pasado febrero; Naiara, de Madrid, que desde sus 18 años expresó su preocupación por el cambio climático y el planeta que quedará a su generación; Inés, profesora jubilada de Córdoba, que pidió unas pensiones justas; Rafael, catedrático de Educación Física en un instituto de Cullera que se interesó por el plan contra la obesidad infantil del Ejecutivo y Mireia, estudiante de Derecho de Santa Coloma de Gramanet, que mostró su preocupación por la igualdad de hombres y mujeres.

Contra el poder económico

Sánchez se refirió a todos esos asuntos para poner en valor la acción del Ejecutivo y encuadró su respuesta en un mensaje que se ha convertido casi en su lema de precampaña. "Existe una percepción muy extendida de que se elige a quien gobierna pero no a quien manda y es importante luchar contra esa idea, la idea de que el poder económico están por encima del voto democrático y de las instituciones que de él emanan", dijo. Lo novedoso fue la puesta en escena, porque el resto fue un intento más de combatir el el pesimismo en un escenario de inestabilidad económica marcado por la guerra en Ucrania; tarea en la que Sánchez lleva embarcado meses.

"Frente a esa suerte de profetas de la catástrofe -adujo en clara alusión al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo- debemos mirar los datos y saber cuál es la realidad en toda su amplitud". Así, argumentó que los "fundamentos económicos" de España son sólidos, que crece a mayor ritmo que los países de su entorno, que ha cerrado agosto con menos paro que el mismo mes del año pasado, que se han triplicado hasta los 4 millones el número de contratos indefinidos, que el déficit y la deuda pública se están reduciendo y que tanto la producción industrial como las exportaciones crecen.

"Lo importante -insistió-, es tener los pies pegados a la realidad y hacer frente a las necesidades de la ciudadanía que no son las de quienes tienen el poder económico".

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