Puigdemont calienta el quinto aniversario del 1-O y llama a okupar los colegios

El órgano que dirige el expresidente convoca movilizaciones cuando Esquerra ha optado por regresar a la mesa de diálogo con el Gobierno.

Carles Puigdemont, este lunes.
Carles Puigdemont.
GUGLIELMO MANGIAPANE/Reuters

Se avenida otro otoño caliente en Cataluña. El Consell per la República, organismo privado que dirige el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, ha llamado a okupar los locales que se usaron como colegios electorales en el referéndum ilegal del 1-O, el día en el que se cumplirá su quinto aniversario. Al mismo tiempo, han convocado toda una serie de manifestaciones y actos para tratar de reforzar su liderazgo en el independentismo en un momento en el que Esquerra ha optado por volver a la senda del diálogo con el Gobierno.

El 1-O marcó un punto de inflexión en el 'procés' de independencia de Cataluña y se saldó con la condena a 12 líderes soberanistas (posteriormente indultados) y otros cinco que se encuentran aún huidos de la justicia. Entre ellos el propio Puigdemont. Ahora buscan no solo recordar aquellos hechos, también dar un nuevo impulso al soberanismo después de que las encuestas, como último barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió, evidencien un retroceso del apoyo al independentismo (según el sondeo el 52% de los catalanes rechaza la independencia, su nivel más alto desde 2015).

En concreto, ya han convocado para el 1 de octubre una manifestación en el Arc de Triomf de Barcelona, aunque las celebraciones por el quinto aniversario de las votaciones empezarán el día antes, la noche del 30 de septiembre. Desde el Consell han llamado «a la ciudadanía» para que vuelva a acudir a los colegios en los que pasaron la víspera antes de votar en el referéndum con el objetivo de recordar que en algunos centros «hubo violencia policial».

Además de las reivindicaciones soberanistas, en el fondo de estas convocatorias subyace el interés por ocupar una posición de privilegio dentro del independentismo. Sobre todo en un momento de tensiones entre las distintas fuerzas y cuando Esquerra ostenta la presidencia de la Generalitat en un gobierno de coalición junto a Junts.

Recuperar la DUI

Los posconvergentes, tras abandonar la mesa, aprobaron en su último congreso convertir el quinto aniversario del 1-O en un punto de inflexión para «culminar» el proceso de independencia. Tratarán de convertir el debate de política general que tendrá lugar en el Parlament a finales de septiembre en una votación de propuestas para preparar la confrontación. Un nuevo choque con un objetivo claro, recuperar la declaración unilateral de independencia (DUI) del 27 de octubre de 2017 y que no se llegó a aplicar.

Por si fuera poco, la situación está enrarecida desde que la Mesa de la Cámara catalana desposeyó de su cargo a finales de julio a su ya expresidenta Laura Borràs. Amplios sectores de Junts, empezando por su secretario general, Jordi Turull, criticaban que la imputación se debía a «una persecución del independentismo», mientras varios consellers del partido defendían que la apertura de juicio oral a Borrás, acusada de fragmentar contratos públicos cuando presidía el Institut de les Lletres Catalanes, era inasumible para la imagen de la institución y de la formación.

Ya cesada, la propia Borràs, que continúa ostentando la presidencia de la formación independentista, planea ahora dar un golpe de mano en la Generalitat. Su plan pasa por forzar una consulta interna sobre si sus consellers deben continuar o no dentro del Gobierno para ajustar cuentas pendientes con Esquerra, a los que no perdona que votaran a favor de su cese.

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