El control eficaz del gato urbano

Córdoba se encuentra a la cabeza de España, siendo referente internacional gracias a la aplicación del Método CER, que implica la captura, esterilización y retorno del gato a su colonia.

Colonia felina en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba.
Colonia felina en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba.
EFE/Salas

El control eficaz de las colonias de gatos ferales, los conocidos como gatos "callejeros" o "urbanos", supone un reto cada vez más importante para las ciudades ya que no solo mejora la salud animal, sino también la salud pública y la imagen de los cascos urbanos.

En ese control, la ciudad de  implica la captura, esterilización y retorno del gato a su colonia, a la que se le hace un seguimiento continuo para garantizar su éxito.

Elena Jiménez, técnico superior veterinario del centro de Sanidad y Bienestar Animal de Sadeco de Córdoba, explica a Efe que el método CER se ajusta al ideario de que existe una "unión directa entre el estado sanitario de los animales, con la salud pública", de tal forma que un animal "en condiciones de bienestar animal favorable" supone reducir "la aparición de enfermedades que se transmiten a humanos".

En Córdoba el método se aplicó hace poco más de año y medio y está siendo un "éxito" gracias a la "colaboración de todos los implicados", desde los cuidadores, hasta la treintena de clínicas veterinarias asociadas al proyecto, mientras que desde la empresa municipal Sadeco se aporta el presupuesto adecuado para lograr el fin.

Los cuidadores "son los más importantes", asegura Jiménez, ya que "conocen todos los animales de dicha colonia" y son los que "pueden capturar dichos gatos y devolverlos", mientras que debido a la labor de las clínicas veterinarias se está consiguiendo "un nivel de esterilización muy grande".

Concretamente, en Córdoba se han censado un total de 180 colonias, de las cuales el 86 por ciento ya están controladas bajo el método CER, y se han esterilizado a un total de 2.095 gatos, el 81 por ciento del total detectados, de los cuales 1.005 son machos y 1.090 son hembras, mientras que se prevé alcanzar el 100 por ciento entre finales de 2022 y principios de 2023.

Con este ritmo se estima que en un plazo de entre 10 y 15 años se logrará el control total de las colonias, ya que a lo largo de este tiempo se generará una disminución progresiva de la población de gatos ferales.

Sin embargo, Jiménez considera necesario una ley estatal que regule los métodos que se aplican en cada uno de los territorios, ya que en ocasiones hay personas que "no son cuidadores oficiales" y que "esparcen alimentos" sin saber que esa colonia "está controlada" y, por tanto, generan "residuos en vía pública" que aumentan las "plagas que dependen de ese alimento", como ratas o cucarachas.

Igualmente, la presidenta de la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Córdoba (Fapac), Mercedes Vara, cree "imprescindible" la "información al ciudadano" para que sepan las "ventajas que se obtienen con la aplicación del método CER y realmente en qué están empleando sus impuestos".

Vara se encarga junto a su equipo de "coordinar todas las actuaciones" y defiende que el método "no solamente beneficia a los gatos", sino que además "beneficia la convivencia porque evita las molestias derivadas de una colonia sin control reproductivo".

"En resumen, lo que se hace es que se capturan los gatos, se llevan a las clínicas, se esterilizan, se vacunan, se desparasitan, se les implantan un microchip a nombre del Ayuntamiento y luego ya se retornan a sus colonias de dónde se han capturado", explica Vara.

Por el momento, el balance es "inmejorable" en un año y medio, ya que "se están haciendo unas capturas masivas" gracias a que hay "un presupuesto que posibilita que no haya ninguna interrupción en las esterilizaciones", que realmente son el "objetivo principal del método".

Y el resultado final no solo es la salud animal y pública, ya que los gatos se incluyen en el paisaje urbano como un elemento más junto a zonas emblemáticas de la ciudad como la Judería, el Alcázar de los Reyes Cristianos o el Templo Romano en pleno centro de la capital cordobesa.

El método anterior consistía en "capturar y matar", por lo que ahora Córdoba lidera un proceso "científico" y "ético" de gestión que se ha demostrado como el "único que da un resultado óptimo" para lo que se persigue, el control eficaz del "gato urbano"

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