El vaivén de Marivent
El Rey llegó este jueves a su residencia de verano, que este año será por primera vez escenario de la tradicional recepción a la sociedad mallorquina.
Estos días Marivent es un vaivén, un ajetreo de idas y venidas que tienen en vilo a toda la prensa social destacada en Mallorca. Porque, al contrario que en los aeropuertos, aquí no existe un panel informativo. Las llegadas y salidas no se anuncian. Los reporteros viven del rumor y la especulación hasta que la realidad les atropella. Es lo que ha ocurrido con la presencia de las infantas Elena y Cristina y cuatro de sus hijos que, contra todo pronóstico, han desembarcado esta semana en la isla y han tomado el palacio de verano. Allí les recibió la reina emérita, encantada de tener con ella a sus hijas y a cuatro de sus nietos.
Este jueves, hacia las 13.30 aterrizaba en Palma el Rey, que hoy tiene prevista una audiencia con las autoridades baleares. Llegó solo. A la Reina y a sus hijas se las espera a lo largo del fin de semana. Letizia tiene previsto presidir, igual que el año pasado, la clausura del Atlántida Film Fest de Palma el domingo por la noche. Si Felipe VI se encontró a su llegada con sus hermanas y sobrinos en Marivent es algo que no ha trascendido.
Sin embargo, se da por hecho que, como viene siendo habitual, la princesa Leonor y la infanta Sofía no coincidirán con sus primos, ni la reina Letizia con sus cuñadas. Lo cual convierte a Marivent en un frenesí de idas y venidas. O, como diría en lenguaje castizo José Mota, los Borbones que entran por los que salen…
Hacía nueve años que no se veía a la infanta Cristina en Mallorca. La última vez que la exduquesa de Palma se alojó en la residencia real veraniega fue en 2013 y llegó sin Iñaki Urdangarin, que ya tenía problemas con la justicia. Todavía en proceso de duelo por la reciente separación de su marido, provocada por una flagrante y punzante infidelidad de él que ocupó muchas portadas, Cristina ha optado por mantener un perfil bajo durante su estancia en la isla. Su hermana Elena, que el martes voló de Palma a Madrid para asistir al funeral de su prima Sonia de Morales de Borbón-Dos Sicilias, también se lo ha tomado con calma.
Sin embargo, Froilán de Marichalar, su hermana Victoria y sus primos Pablo y Miguel Urdangarin, sí han organizado algunas salidas para disfrutar del mar y de los locales de moda, como buenos veinteañeros. El martes acudieron a cenar al puerto de Calanova, en cuyo club de vela aprendieron todos a navegar siendo niños, una tradición que inexplicablemente no han seguido sus primas Leonor y Sofía.
Los cuatro jóvenes abandonaron el recinto hacia las 11.30 de la noche. Fiel a su estilo, Froilán protagonizó la primera anécdota borbónica del verano al tratar de salir del parking donde había dejado el coche sin conseguirlo. Por lo visto había extraviado el ticket y pidió ayuda a otros conductores y a los empleados del aparcamiento, ante la impasibilidad de su hermana, que iba en el asiento delantero, y de sus primos. Al final la sangre no llegó al río y al poco tiempo pudieron solucionarlo.
Se espera que la Familia Real permanezca en Mallorca unos diez días. Como en veranos anteriores, es muy probable que realicen un posado en algún enclave emblemático de la isla. El Rey celebrará su tradicional audiencia veraniega con el presidente del Gobierno este martes y el resto de la semana competirá con el Aifos en la Copa del Rey Mapfre de Vela, que este verano cumple 40 años.
Casi con total seguridad tampoco este agosto se realizará el antaño inevitable posado de Marivent. Sin embargo, por si no tuviera ya bastante ajetreo con las idas y venidas reales, la residencia estival será escenario por primera vez de la tradicional recepción de los Reyes a la sociedad civil mallorquina, un encuentro que hasta ahora tenía lugar en La Almudaina. El cóctel se celebrará el jueves, 4 de agosto, a las nueve de la noche, y se interpreta como un paso más en la progresiva apertura de Marivent a la ciudadanía, algo así como un 'asalto' al palacio de verano, pero en versión besamanos.
