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El Gobierno mira al carbón para salvar la crisis energética

Teresa Ribera no descarta aplazar el cierre de la central de As Pontes si ayuda a garantizar el suministro eléctrico.

La ministra de Transición Energética, Teresa Ribera
La ministra de Transición Energética, Teresa Ribera
Efe

El Gobierno sólo prolongará la vida de la central térmica de As Pontes -en pleno proceso de cierre- si Red Eléctrica, como operador del sistema eléctrico, considera que, con el escenario abierto a raíz de la invasión rusa de Ucrania, sería útil para garantizar el 100 % del suministro.

Por contra, "si Red Eléctrica nos dice que en sus escenarios, tal y como venía diciendo hasta ahora, es posible garantizar el cien por cien de la electricidad sin mantenerla abierta, no tiene sentido mantenerla abierta", ha defendido la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en una entrevista con Onda Cero.

En cualquier caso, "evidentemente, no hay ninguna decisión tomada" ya que "hay que esperar a la respuesta del operador", ha aclarado la también vicepresidenta tercera del Gobierno a preguntas de los periodistas en el Congreso de los Diputados, donde desde ayer se celebra el debate sobre el estado de la nación.

A su parecer, "en principio, no es necesario mantener ningún grupo de la central abierta", si bien "es cierto que hay que combinarlo con lo que pueda ocurrir en Francia o cuáles son las consideraciones que pueda tener en cuenta Red Eléctrica".

Antes, durante la entrevista, Ribera ha descartado que el Gobierno tenga interés en prolongar la vida de esta central, cuyo proceso de cierre ha sido "enormemente complejo" e "intenso" durante los últimos cuatro años, y retrasar así "un proceso que beneficia a los vecinos de la comarca".

Además, aún se requiere de "más recursos" para encontrar alternativas laborales a empleados directos e indirectos y asegurar que las comarcas afectadas tengan alternativas industriales y económicas viables para fijar población.

Ribera ha explicado igualmente que mantener abierta esta central de Endesa supondría "un incremento de costes", tener que garantizar una "disponibilidad que tendría que ser pagada por todos nosotros", y la necesidad de "salir a buscar carbón, que en estos momentos también está extraordinariamente caro".

Sin embargo, "en un horizonte como este, en el que tenemos que reforzar los planes de contingencia, tal y como nos recuerda la Unión Europea, es bueno que el operador del sistema del sistema que vela por que pueda responderse de forma anticipada a cualquier escenario de riesgo valore si (...) las cosas han cambiando y tiene que introducir alguna limitación adicional al cierre de la central térmica de As Pontes".

Si Red Eléctrica considerara oportuno mantener abierta la central, el Gobierno tendría que ve estudiar "en qué condiciones y cómo se sufraga su disponibilidad", ha explicado la ministra.

Luz verde en Alemania

Por su parte, el Gobierno alemán dio luz verde este miércoles a la reactivación de las centrales eléctricas que funcionan con carbón y petróleo que forman parte de la reserva energética, como parte del paquete de medidas para ahorrar gas de cara al próximo invierno.

El Ministerio de Economía y Protección del Clima, a cargo del verde Robert Habeck, impulsor de la medida, subrayó que ésta es de carácter temporal y "no afectará" al "objetivo prioritario" de Alemania de completar el abandono del carbón para 2030.

La regulación, que entra en vigor este juves, permitirá a un total de 27 centrales que no estaban operando en estos momentos regresar al mercado eléctrico de forma limitada hasta inicios de la próxima primavera, en concreto hasta el 30 de abril de 2023.

No obstante, la reactivación está vinculada al decreto del estado de alarma que forma parte del Plan de Emergencia para el Gas, por lo que el levantamiento de éste implicaría que las centrales deberían desconectarse antes de la red.

Por una parte, 16 plantas a base de carbón y aceites minerales, que estaban desconectadas de la red pero formaban parte de la reserva podrán volver a funcionar -si los operadores así lo desean, ya que la medida es voluntaria- a partir de mañana, jueves, cuando la regulación entre en vigor.

Estas centrales, la mayoría de las cuales se concentran en el sur de Alemania, tienen según el Ministerio una capacidad instalada de 4,3 gigavatios para las plantas de carbón y 1,6 para las de aceites minerales.

A ellas deben sumarse 11 centrales de carbón que debían dejar de quemar de este material a partir de determinadas fechas en 2022 y 2023 como parte del proceso de descarbonización, que podrán prolongar ahora sus operaciones y pasarán a formar parte de la reserva.

Estas últimas cuentan con un rendimiento instalado de 2,6 gigavatios adicionales.

Según Habeck, la reactivación, posible gracias a la aprobación la semana pasada en el Parlamento de la nueva Ley de Centrales Energéticas de Reemplazo, permitirá ahorrar entre 5 y 10 teravatios hora de gas natural en Alemania y otros tantos en el resto de Europa.

"Queremos ahorrar gas ahora en verano para llenar nuestros depósitos de cara al invierno," declaró el ministro, que ha explicado en varias ocasiones que para disponer de gas suficiente para suplir las necesidades de los hogares y la industria es necesario reducir el porcentaje que se emplea para producir corriente.

El 12,6 % del consumo de gas en Alemania se destinó en 2021 a la generación de electricidad, de acuerdo con la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

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