Los compromisos de Sánchez con la OTAN activan una bomba de relojería en la coalición

Podemos vota en el Congreso en contra del aumento del gasto militar al 2%, después de que el presidente reclamara su apoyo.

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, este jueves en el Congreso.
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, este jueves en el Congreso.
EP

El Gobierno de coalición se enfrenta a una nueva y muy relevante prueba de fuego. Pedro Sánchez no solo tiene que aprobar en el Consejo de Ministros y llevar al Parlamento el acuerdo alcanzado el pasado martes con Joe Biden para aumentar la presencia militar de Estados Unidos en la base de Rota, también tiene intención de elevar a las Cortes una propuesta con la que España asumiría oficialmente el compromiso de elevar su gasto en Defensa hasta el 2% del PIB -es decir, casi el doble de lo que destina en la actualidad- en 2029. Unidas Podemos ya rechazó este jueves en el Congreso esa propuesta, incluida en una moción del PP sobre política exterior.

El gesto de los morados carece de consecuencias prácticas pero supone todo un aviso para el jefe del Ejecutivo, que venía de solicitar por segundo día consecutivo a las formaciones situadas a la «izquierda de la izquierda» que reconsideren su postura y abran una «reflexión» adecuada a los tiempos que corren sobre lo que significa hoy esar en la OTAN.

En su comparecencia tras participar en la última jornada de la cumbre de la Alianza celebrada este miércoles y jueves en Madrid, Sánchez apeló incluso al ejemplo de Suecia que, tras «200 años de neutralidad», ha decidido solicitar, junto con Finlandia, su ingreso en la organización defensiva como respuesta a la invasión rusa de Ucrania o de Alemania, que ha abandonado su tradicional rechazo al aumento del gasto militar .

«Tenemos que ser conscientes de que más allá de Europa y la OTAN el mundo está muy complicado, hace mucho frío y es importante que defendamos nuestra forma de vivir en base a un orden internacional basado en reglas ciertas que son las que ha violentado Putin», había advertido ya a primera hora de la mañana en una entrevista en TVE-1, en la que incluso ha recurrió a argumentos más egoístas, de índole económica, para tratar de seducir a sus aliados. ¿Su argumento? Que una mayor inversión en Defensa «genera empleo, empresa y oportunidades en distintos territorios».

No sería la primera vez que los morados acaban barriendo sus principios bajo una alfombra para no llevar hasta las últimas consecuencias una dicrepancia con entidad suficiente como para dinamitar al Ejecutivo. Sánchez, se mostró convencido, de hecho, de que así será también en esta ocasión. En su rueda de prensa desde el IFEMA -donde se ha desarrollado la histórica cita internacional, reconocida como un éxito organizativo por sus participantes y de la que los socialistas sacan pecho- el presidente avanzó que la propuesta del Consejo de Ministros para reforzar con otros dos buques destructores, hasta seis, la presencia estadounidense en Rota se aprobará «pronto» y tendrá el apoyo de Unidas Podemos.

De momento, sin embargo, el socio minoritario de la coalición no da muestras de giro alguno. Al contrario. Ya antes de expresar su rechazo a los resultados de la cumbre de la OTAN con su votación en el pleno, la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, insistió en los pasillos de la Cámara baja en que su formación no ve «pertinente» el pacto alcanzado con Biden y adujo que lo que necesita Europa es «más autonomía estratégica» y «no depender de sujetos externos».

"Médicos y no armas"

Belarra también cuestionó de manera rotunda el compromiso adquirido por Sánchez en materia presupuestaria tanto con la OTAN como con la UE y dejó claro que, del mismo modo que el PSOE querría moldear su postura, ella intentará hacerlo rectificar. «Aspiro a convencer al socio que lo que necesita España son rentas garantizadas, más médicos, más profesores, y no más armas y tanques», dijo.

Unidas Podemos no está sola. Su posición es compartida por otras aliados habituales de los socialistas en el Parlamento como ERC, EH-Bildu o Más País y eso también complica las cosas al Gobierno porque el primer aumento del gasto en Defensa debe plasmarse ya en los Presupuestos Generales del Estado de 2023. En los documentos enviados a Bruselas, se compromete un incremento del 7,9%. Y sin el apoyo del llamado bloque de investidura sacarlo adelante es misión imposible.

El PP, Vox y Ciudadanos respaldarán tanto el refuerzo militar en Rota como el acuerdo formal para aumentar el gasto en Defensa en los próximos siete años pero no las Cuentas públicas. Tampoco lo querría Sánchez, empeñado ahora en escenificar un giro a la izquierda en lo económico tras la debacle de su partido en las elecciones andaluzas. En su nuevo discurso -que, no obstante, contrasta con su posición en materia de seguridad y de inmigración- el presidente del Gobierno incluso ha llegado a calificar a los populares de «terminal de intereses oscuros» y los ha situado como instrumento en manos de los poderes económicos que buscan blindar sus privilegios.

La líder de Podemos, que accedió a guardar un perfil bajo durante la cumbre, avisó a Sánchez, en todo caso, de que el apoyo del PP a su política de Defensa podría «desestabilizar» la coalición.

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