Juanma Moreno: "Los andaluces deben optar por un gobierno fuerte o maniatado"

Los sondeos están de parte del candidato del PP y actual presidente andaluz ante las elecciones del domingo.

El presidente de la Junta en funciones y candidato del PP, Juanma Moreno.
El presidente de la Junta en funciones y candidato del PP, Juanma Moreno.
José A. Ramos

El candidato del PP y actual presidente en funciones de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, busca este domingo apuntalar el "cambio" iniciado en 2018. Los sondeos están de su parte y los populares están convencidos de que la región necesita ahondar en las transformaciones emprendidas.

El juego de pactos y alianzas podría ser determinante tras este 19-J para articular gobierno. Por eso, Moreno apela a "concentrar el voto" y que Andalucía apueste claramente por confirmar la alternancia política tras décadas de ejecutivos socialistas en la Junta.

¿En qué se ha traducido principalmente el "cambio" propugnado por usted y su partido en 2018?

Básicamente ha sido un cambio de estilo, en la forma de gobernar, mucho más cercana a los ciudadanos, más próxima y al mismo tiempo introduciendo elementos de eficiencia. Lo que significa es que Andalucía funciona, que es lo que desgraciadamente no estaba pasando debido a la inercia y la indolencia, a la pérdida de ambición por parte del PSOE tras 40 años, lo cual es casi normal cuando se gobierna durante tanto tiempo.

Ustedes vienen abanderando los buenos indicadores económicos como un aval de gestión. ¿Qué proponen para los próximos cuatro años?

Seguir avanzando, como decimos en nuestro eslogan, porque Andalucía en estos tres años y medio ha sufrido una transformación, también en términos de proyección exterior. Tenemos una imagen mucho más seria, más rigurosa, más atractiva y eso ha supuesto que lideremos ámbitos que nunca habíamos liderado; por ejemplo, somos líderes en turismo nacional frente a Cataluña y Baleares; somos líderes en trabajadores autónomos, en creación de empleo en términos absolutos. En definitiva, lo que creemos y queremos es que ese crédito que ha ganado Andalucía se mantenga. Ya no se habla de corrupción ni ha habido ningún tipo de ruido, y además hemos proyectado transparencia y una imagen de eficiencia. Todo eso es un intangible muy poderoso y ya estamos viendo cómo las multinacionales están invirtiendo en Andalucía, como hizo recientemente Cepsa con cinco mil millones de euros. Todo eso supone que Andalucía ahora es referente, es un polo de atracción y de interés, y eso se traduce en empleo y, por tanto, en progreso.

En este sentido, la simplificación administrativa y la rebaja de impuestos han sido su gran bandera.

Queremos seguir avanzando en ello, bajando los impuestos para competir con Portugal y con Madrid. Vamos a dejar 520 millones de euros en el bolsillo de los andaluces los próximos cuatro años y vamos a ampliar las bonificaciones del impuesto de Sucesiones y Donaciones a otros grados de parentesco; vamos a deflactar la tarifa autonómica; vamos a seguir reformando nuestra administración para que la burocracia no nos asfixie. Y al mismo tiempo, queremos consolidar servicios públicos. Tenemos que seguir mejorando la sanidad, que tiene problemas en muchas zonas, especialmente en cuanto a la Atención Primaria porque llevaba muchos años sin invertirse en ella. Trabajaremos para que la salud, la educación, la sanidad y la dependencia mejoren.

Usted se ha esforzado por reflejar la apuesta social de su Gobierno. ¿Lo ha hecho para combatir el prejuicio de que el PP se interesa más por la economía que por los servicios públicos?

Durante muchos años el Partido Socialista había hecho una pedagogía negativa sobre nosotros en este sentido. Decían que cuando llegáramos al poder poco menos que iban a desaparecer los servicios públicos esenciales. Y nosotros hemos hecho lo contrario, no por estrategia electoral sino por necesidad. Nos encontramos una Sanidad en 2018 con grandes manifestaciones, con graves problemas, con un deterioro en la inversión, con falta de profesionales. Lo mismo en Educación. Así que hemos hecho un esfuerzo muy importante, con más de 2.000 millones en Sanidad en estos tres años y medio y otros mil millones en Educación, además de 250 extra para Dependencia. Hay muchas cosas por hacer, pero queríamos demostrar que cuando las cuentas salen, cuando se equilibran las cuentas, hay más dinero, y cuando hay más dinero se puede invertir en lo importante. Hemos generado 925 millones de euros extra de ingresos, que han servido por ejemplo para abrir ahora el Hospital Militar de Sevilla, el Materno Infantil de Almería o el Costa del Sol de Málaga. Hemos abierto 30 nuevas instalaciones y ejecutado 8.700 obras en infraestructura sanitaria.

El PSOE decía que si llegábamos al poder iban a desaparecer los servicios públicos, pero hemos demostrado lo contrario

Si renovara el mandato como presidente, ¿cuál sería su primera iniciativa?

La primera, porque es una prioridad ahora mismo, sería intentar paliar la inflación, que está haciendo mucho daño, empobreciendo a las familias y poniendo en una situación muy difícil a la pequeña y mediana empresa. Por lo tanto, tomaría decisiones en mi ámbito de actuación, que no es el competente, porque yo no puedo bajar el IVA de los productos; eso solo lo puede hacer el Gobierno de España, Pedro Sánchez, pero si no lo hacen ellos, nosotros, en la medida de lo posible, vamos a tomar decisiones como no cobrar el canon del agua para intentar que por lo menos esa parte se la puedan ahorrar los andaluces; vamos a deflactar el IRPF y lanzar un paquete de ayuda para las familias más vulnerable porque hemos detectado que hay familias que lo están pasando francamente mal. Les vamos a ayudar a ellos y al tejido productivo, a las pequeñas empresas, hasta que la inflación se normalice o hasta que el Gobierno de España tome decisiones.

Las encuestas le sitúan al borde de los 50 escaños. Con la mayoría absoluta en 55, ¿ve posible alcanzarla o es un escenario descartado?

Es muy, muy difícil, porque el voto está muy fraccionado. Solo en el centro y la derecha hay tres partidos. El mejor resultado que logramos, en 2012 con Javier Arenas, fueron 50 escaños y no existía Ciudadanos ni Vox. Es difícil, pero es verdad que lo que estamos notando en la campaña es que vamos al alza y desde el lunes estamos subiendo en todos los trackings que hacemos a diario: subimos entre 0,3 y 0,5 puntos en intención de voto y eso significa que cada vez se nos está sumando más gente. Puede darse la paradoja de que nos falte campaña ahora que hemos cogido un ritmo de incremento de votos muy importante. Yo me estoy esforzando para intentar sacar el mejor resultado posible, lo más cerca de esos 55 escaños, porque esos 55 escaños hace más fuerte a Andalucía, nos permite tener la libertad como gobierno para tomar las decisiones que queremos y sin perder el tiempo en negociaciones estériles o debates absurdos. Andalucía no está para debates ideológicos ni absurdos; está para gestionar y para mejorar, para resolver los problemas de los andaluces. Para eso hace falta una mayoría segura, que es lo que vamos a intentar conseguir.

En el caso que se está barajando mayoritariamente en los sondeos, el de un Gobierno del PP en minoría y en solitario, ¿vería factible apoyarse en PSOE y en VOX alternativamente para sacar adelante leyes en el Parlamento o teme una oposición dura y sin concesiones que lo haga inoperante?

Ese temor lo tengo porque es verdad que la estabilidad es muy importante. Ya sabemos que el Partido Socialista ha dicho que bajo ningún concepto se abstendría para que nosotros gobernáramos en solitario. Por eso la única salida que tenemos es intentar sacar el mayor número de escaños, estar por encima de los 50, que nos permitiría, si a lo mejor Ciudadanos sacara algún escaño, gobernar en minoría. Vamos a ver qué ocurre. Los andaluces tienen que empezar a tomar decisiones y la decisión es si quieren un gobierno fuerte o un gobierno maniatado. Nosotros queremos trasladar que no es nada bueno un gobierno maniatado para Andalucía.

En caso de necesitar a VOX para una investidura, ¿cree que sería posible un entendimiento con Olona? ¿La ve como vicepresidenta? ¿Qué supondría pasar de un pacto PP-Cs a uno PP-Vox?

Yo prefiero un gobierno sin tener que estar limitado ni condicionado por nadie, así que vamos a esperar, no sé lo que nos vamos a encontrar el domingo. Pero soy optimista porque veo que los tracking van muy bien y veo en la calle un ambiente que yo nunca he vivido en campaña en unas autonómicas. No recuerdo un ambiente tan optimista, tan movilizado. Así que no quiero hacer análisis posteriores porque no tiene ningún sentido, hasta que los andaluces no hablen todo lo demás nos sobra.

¿Qué condiciones tendrían que darse para que usted decida una repetición electoral?

Evidentemente no quiero repetir elecciones porque sería un fracaso y sería, además, un gasto económico absurdo, perderíamos la oportunidad de tener los presupuestos para 2023, que es uno de nuestros grandes objetivos; pero si no hay un gobierno viable, el contador empieza de nuevo y si no hay una mayoría o una posibilidad de que el Gobierno salga adelante, evidentemente al final iríamos a otras elecciones. Pero vamos, yo no lo deseo y además confío plenamente en que no va a pasar.

Asegura Juan Marín que no estará en ningún cargo de ningún gobierno en el que no esté Ciudadanos. Usted sí se ha mostrado proclive a integrar miembros de Ciudadanos como independientes.

Ahora mismo yo no estoy pensando en el Gobierno porque no podemos vender la piel del oso antes de cazarlo. No sé si los andaluces me darán la mayoría, o a otra opción política y ni siquiera tendré la opción de gobernar. Hay muchas variables y me pondré a partir del día 20 a pensar en qué posibilidades tenemos para gobernar y formar gobierno. Desde luego, a mí sí me gustaría hacer un gobierno de amplio espectro, contar con gente de distintas sensibilidades, porque Andalucía es plural y es diversa. Eso es lo que me gustaría, otra cosa es que después se pueda.

En cualquier caso ha expresado a menudo la "sintonía" con Juan Marín.

Ha sido completamente real, ha habido sintonía plena y buenas relaciones personales y políticas. Eso ha hecho que el Gobierno funcione y funcione bien. Somos el mejor ejemplo de un gobierno de coalición que funciona, si no el único.

¿Qué importancia tiene, en el escenario nacional, con unas elecciones generales en principio el año que viene, que el PP apuntale Andalucía?

Sin duda tiene mucha, porque Andalucía es la comunidad más poblada de España y además por la personalidad de Andalucía; es una comunidad que tiene mucho peso y proyecta mucho. La imagen de España en sí misma tiene mucho de proyección andaluza. Entonces, todo lo que pasa en Andalucía tiene efecto directo a nivel nacional.

Feijóo ha fichado a grandes activos de su Ejecutivo como Elías Bendodo y Juan Bravo. ¿Se ha convertido el PP andaluz en el referente o la punta de lanza del PP nacional?

Estoy convencido de que sí. El PP andaluz siempre tiene que tener peso, independientemente de que gobierne o no, porque somos la estructura más grande que hay en España. Es positivo que siempre haya dirigentes andaluces en el PP nacional, pero si además el resultado es bueno, lógicamente será un ejemplo y una referencia. Pero si es malo, como digo, también hay que contar con el PP andaluz y con dirigentes andaluces, que tienen una sensibilidad periférica, la sensibilidad del Sur. Yo estoy convencido de que su integración ayuda a reforzar la dirección nacional y a acertar en las decisiones que se adopten. Es un acierto por parte de Alberto Núñez Feijóo que haya incorporado figuras tan relevantes como Juan Bravo, consejero de Hacienda o Elías Bendodo, de Presidencia.

¿Qué posibilidades tiene Feijoo de desbancar al PSOE, con o sin Sánchez a la cabeza? ¿Qué línea debe seguir ahora que ya ha saltado a la arena nacional y ha entrado en la dinámica del Senado?

Estoy convencido de que tiene muchísima opciones. A Alberto se le ve como una alternativa, lo he notado en la calle. Una alternativa viable y seria a Sánchez. Eso es muy importante: cuando los ciudadanos visualizan que hay alternativa, entonces el Gobierno empieza a caer. Suele pasar. Ahora hay un buen equipo, con las ideas claras y la hoja de ruta bien trazada. Y estoy convencido de que las próximas elecciones generales las va a ganar Alberto Núñez Feijóo, sea dentro de seis meses o dentro de año y medio.

Usted ha sugerido que podría no estar más de ocho años en la Junta. ¿Se lo plantea realmente? Y, caso de ser así, ¿se ve haciendo las maletas para Madrid en algún momento?

No. Esta es una reflexión que yo he hecho en voz alta: estoy por encima de los 50 años, tengo hijos que son pequeños y medianos, y tengo también retos personales que me gustaría cumplir. Me gustaría que esta etapa que es maravillosa y con la que estoy volcado y muy ilusionado, tenga, como todo, un límite, que podría ser un horizonte de cuatro años más. Depende de cómo vayan las cosas. Desde luego, lo que nunca haré es dejar abandonado a los andaluces. Si yo veo que todo el esfuerzo que he hecho y todo el sacrificio que estamos haciendo para que Andalucía progrese y avance, puede volver atrás y caer en una involución, yo estaré pendiente para no hacer ninguna locura. No voy a abandonar ni al partido ni a los andaluces nunca. Pero sí es verdad que uno tiene que saber que tiene fecha de caducidad, que esto tiene un principio y un final y hay que estar preparado para cuando llegue. Asumirlo, dejarlo bien organizado y que tu proyecto político siga caminando.

¿Qué es lo más importante que se juega Andalucía el domingo?

Andalucía se lo juega todo. Se juega el ser o no ser. Se juega jugar a lo que es, una gran comunidad autónoma, competir con los grandes, con Madrid y con Cataluña; o bien volver al pasado, a un pasado de indolencia, de falta de ambición por esta tierra, de corrupción. Se juega su sanidad, su educación, sus servicios sociales, su dependencia, su agricultura, el agua, el turismo; querer construir un porvenir para nuestros hijos y nietos o quedarnos estancados. Esta es una oportunidad histórica de consolidar una alternancia política que no había existido en Andalucía, era la única única región de Europa en la que no se había producido y consolidarlo es básico para el futuro de Andalucía y lo andaluz. Por eso ahora lo que toca es concentrar el voto, solo así, solo sumando y generando una mayoría potente y segura, podremos hacer las cosas que necesita Andalucía.

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