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Qué debes saber antes de instalar tu piscina hinchable en casa
Para una instalación de piscinas sin riesgo, la antigüedad del edificio y la resistencia del forjado serán factores principales a observar.
Cada verano se producen en España diferentes incidentes relacionados con la instalación de piscinas en terrazas, balcones u azoteas de edificios que, el algunos casos, acaban en desgracia. Piscinas de obra e hinchables proliferan en el mercado durante esta época del año como medida combativa de las altas temperaturas. Y ya son muchos los que han iniciado sus compras o, en su caso, están eligiendo entre la oferta existente. Pero antes de comprar, e incluso de hacerse la idea, hay que fijarse en varios factores cruciales para evitar desgracias. Entre estos: la antigüedad de los edificios y la resistencia de su forjado.
Como cada año, en las semanas previas al comienzo de la etapa estival, desde el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza se lanza un aviso sobre los peligros que entraña esta práctica y factores a tener en cuenta antes de la instalación de piscinas en casa. Todo con el fin de evitar derrumbes y complicaciones a causa del peso o las dimensiones de los vasos de agua no convencionales. Desde el organismo zaragozano, el diagnóstico de peso y cálculo de medidas es claro.
Los forjados de los edificios están calculados para soportar un máximo 200 kg/m2. Este peso equivale al aguante de una lámina de agua de 20 centímetros en el interior de la piscina. En cuanto a la antigüedad, elemento fundamental, ya que cuanto más nuevo sea el edificio más peso podrá soportar el forjado, los cálculos son los siguientes:
- En edificio nuevos, una piscina pequeña -de 1x1 o 0,80x1,5- admitirá una lámina de hasta 40 centímetros de agua.
- Para instalar otro tipo de piscinas, como jacuzzis u otras de dimensiones más amplias, con volumen de hasta 60 o 70 centímetros de agua, se deberá realizar en una zona donde haya colocada debajo una viga y analizarla para comprobar cuál es su resistencia.
- Como criterio general, no se debe colocar más de 200 kilos de peso en un metro cuadrado, lo que implica una lámina de 20 centímetros de agua.
Por otro lado, en piscinas cuya composición sea diferente y no responda a las dimensiones estándar, se debe consultar antes con un técnico especializado. Un estudio adecuado de la instalación, en todos los casos, puede evitar posteriores derrumbes. Cada año, el Colegio de Aparejadores de Zaragoza, que también lanza su propia campaña informativa, atiende unas cien llamadas de personas interesadas en la instalación de piscinas hinchables para sus terrazas y azoteas.
