medio ambiente

Más de la mitad de los glaciares de los Pirineos han desaparecido y solo quedan 20 en "delicado estado de equilibrio"

Los siete territorios de los Pirineos aprueban la primera estrategia transfronteriza de adaptación al cambio climático en Europa.

Varios investigadores se dirigen en una lancha, por el lago de Marboré, hacia el glaciar de Monte Perdido, en el Pirineo aragonés
Varios investigadores se dirigen en una lancha, por el lago de Marboré, hacia el glaciar de Monte Perdido, en el Pirineo aragonés
Instituto Pirenaico de Ecología

Más de la mitad de los glaciares de los Pirineos han desaparecido desde 1983, de forma que solo quedan 20 en activo y se encuentran en un "delicado estado de equilibro", y la temperatura media anual durante el período 1959-2020 ha aumentado 1,6 grados, según se recoge en las conclusiones del proyecto Adapyr del Observatorio Pirenáico de Cambio Climático.

La Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP), constituida por los Gobiernos de Aragón, Navarra, Cataluña, Andorra, Nouvelle Aquitaine, Occitanie y País Vasco -que en estos momentos ocupa la presidencia-, ha presentado este jueves los resultados de OPCC Adapyr, el principal proyecto relacionado con el cambio climático en los Pirineos y que está financiado por fondos europeos del Programa Interreg V-A de Cooperación Territorial entre España, Francia y Andorra (Poctefa).

Tras dos años de trabajos, las conclusiones del estudio, que tiene como objetivo realizar un seguimiento y comprender el fenómeno del cambio climático en los Pirineos para ayudar al territorio a adaptarse a sus impactos, se expondrán el marco del congreso 4º Coloquio Internacional sobre Cambio Climático en Zonas de Montaña, que se celebra este jueves y viernes en el Palacio Euskalduna de Bilbao.

En la presentación han participado el director de Asuntos Europeos del Gobierno vasco y secretario general de la CTP, Mikel Antón, la viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental del Gobierno vasco, Amaia Barredo, la coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), Eva García-Balaguer, el director de GEIE Forespir, responsable del proyecto Acclimafor, Sébastien Chauvin, y el director del Conservatoire Botanique National des Pyrénées et de Midi-Pyrénées, responsable del proyecto Florapyr Avance, Gérard Largier. Además de la CTP, el proyecto OPCC-Adapyr ha contado con un equipo de socios de otras 11 organizaciones, junto con otras 30 entidades asociadas de ambas vertientes de la cordillera. 

De la observación de los efectos del cambio climático en los Pirineos se han podido extraer, entre otros datos y conclusiones, que la temperatura media anual durante el período 1959-2020 ha aumentado 1,6 grados. El año 2020 fue el más cálido en el conjunto de los Pirineos de los últimos 62 años. Asimismo, la precipitación media anual durante el período 1959-2020 ha disminuido un 8%. Además, desde 1983, más de la mitad de los glaciares han desaparecido en los Pirineos, de forma que solo quedan 20 en activo, y se encuentran en un "delicado estado de equilibro".

En concreto, en los últimos 30 años (1990-2020), la superficie del glaciar del Aneto ha perdido más de la mitad de su extensión, un -53% en concreto. Además, la acumulación de nieve por debajo de los 1.500 metros podría llegar a reducirse en un 78% en el último cuarto del siglo XXI.

Por otra parte, según las conclusiones del estudio, el cambio climático podría invertir el rol actual de las turberas como sumideros de carbono, convirtiéndolas en emisoras de CO2 en lugar de captadoras. Asimismo, aunque son resultados preliminares porque todavía no se disponen de muchos años de datos en los lagos de los Pirineos, en los últimos cuatro años se ha observado una disminución leve del numero de días con los lagos cubiertos de hielo y un avance de la fecha de inicio del deshielo.

Así, el estudio recoge que en el período 1978-2020, el volumen de hielo en la cueva helada de Cotiella (Aragón) ha disminuido un 20% y la temperatura del hielo en el interior de la cueva está aumentando. 

Estrategia

En la presentación han destacado que uno de los principales logros del OPCC-ADAPYR ha sido la elaboración de la primera estrategia pirenaica sobre el cambio climático, la EPiCC, con un enfoque "único en Europa. Se trata de un documento que destaca las directrices dadas para alcanzar un objetivo concreto, el de hacer de los Pirineos un territorio resiliente en 2050.

En su elaboración han participado más de 500 agentes y es fruto de más de una década de trabajo en red. La EPiCC se basa en cinco ámbitos clave: el clima, la economía de montaña adaptada, los ecosistemas naturales resilientes, la población y el territorio y, por último, la gobernanza.

Sobre ellos, las siete regiones han identificado 38 directrices e identificado 72 acciones prioritarias, resultado de un análisis y una reflexión realizados conjuntamente entre socios institucionales, técnicos y reuniones participativas con actores del territorio.

Además, el proyecto Adapyr del OPCC ha dado lugar a otras innovaciones, como el desarrollo de un boletín climático anual para los Pirineos (BICCPIR) o la firma de acuerdos para intercambiar datos entre las distintas agencias meteorológicas del territorio Pirenaico, entre otras.

Para dar continuidad a este proyecto, e impulsar la estrategia definida desde la CTP acompañada de 47 entidades, se ha solicitado un proyecto LIFE Integrado para ocho años, con el que poner en marcha el Plan operativo de la nueva EPiCC.

En la presentación, Mikel Antón ha destacado que el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático es "una de nuestras iniciativas más emblemáticas, y en estos últimos años ha tomado especial sentido y solidez". Así, ha señalado que "la situación de emergencia climática declarada en nuestros territorios y a nivel mundial hace de él una herramienta fundamental para dar una respuesta más eficaz al reto climático, basándose en la colaboración y cooperación interterritorial".

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