La Generalitat Valenciana enseña a los jóvenes como hacer del 'chemsex' una practica "segura"

Esta práctica sexual relaciones sexuales "más extensas y desprotegidas"supone  un mayor riesgo de contagio por sífilis, gonorrea, hepatititis A o C.

Durante y después del sexo se dan diferentes impulsos incontrolables.
Durante y después del sexo se dan diferentes impulsos incontrolables.
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La Generalitat Valenciana, a través del Instituto Valenciano de la Juventud (IVAJ), ha lanzado una campaña que habla del 'chemsex' -uso de drogas en el sexo- y recomendaciones para practicarlo de forma "segura". La finalidad de esta practica es conseguir efecto estimulante y desinhibidor, favoreciendo relaciones sexuales más extensas.

El organismo dedicado a los jóvenes compartía en sus redes sociales una publicación en la que publicaba una serie de "recomendaciones para la práctica segura de 'chemsex'" e incidían en el mensaje de que "como cualquier clase de consumo de drogas, también tiene ciertos riesgos asociados". Aunque también puntualizaban: "Todo está bien siempre que haya control. Nada es bueno ni malo. Cuando pierdes la conciencia de lo que estás haciendo y pierdes el control, entonces sí que es el momento de preocuparnos".

La publicación con estos "consejos" ha sido eliminada de su Instagram aunque si que permanece otra con fragmentos de video con el psicólogo Jorge Hernández en una charla ofrecida por la organización para tratar el tema del consumo de drogas en la sexualidad. En esta aparece una serie ideas principales sobre esta practica como "practicarlo en un entorno seguro con gente conocida y habiendo puesto unos límites previos al consumo".

La Comunidad Valenciana es la tercera autonomía donde más se practica el 'chemsex' lo que califican desde la Conselleria de Sanidad valenciana, como un "problema de salud pública", como indica Europa Press.

En ese sentido, hay diferentes estudios que relacionan esta practica con conductas sexuales de riesgo, especialmente entre hombres que tienen sexo con hombres, como consecuencia de su efecto estimulante y desinhibidor, favoreciendo relaciones sexuales "más extensas y desprotegidas" que favorecen un mayor riesgo de contagio por sífilis, gonorrea, hepatititis A o C.

Las drogas más empleadas para estas prácticas son la mefedrona, metanfetamina y el GHB, y en el caso de los pacientes con VIH pueden plantear "interacciones" con el tratamiento antirretroviral y "pueden llegar a suponer un condicionante para la salud que debe ser tenido en cuenta", explican Ignacio Pérez Valero y José Luis Blanco, autores del libro '99 preguntas clave sobre chemsex'.

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