Nadia Calviño: "No estamos en el peor momento de la legislatura y vamos a agotarla sin duda"

La vicepresidenta primera no aventura cambios en las alianzas y afirma que el Gobierno ha hecho "lo correcto" al destapar el espionaje al presidente.

La vicepresidenta primera del Gobierno, durante la entrevista en su despacho.
La vicepresidenta primera del Gobierno, durante la entrevista en su despacho.
José Ramón Ladra

Nadia Calviño se posiciona en esta entrevista sobre lo obligado -la situación económica y la sombra para la legislatura del 'caso Pegasus-, pero también sobre las bajas por menstruación incapacitante y las tiranteces a cuenta de ello en el «Gobierno feminista y progresista». Es el signo de los tiempos políticos y sociales, en una semana en la que la mujer más poderosa del Ejecutivo lo ha querido hacer valer -y se felicita de que esté teniendo efecto ya- negándose a salir en la foto de un evento solo con hombres.

-¿Se fía de su móvil?

-Sí, sí, lo han revisado.

-¿Es responsable que el Gobierno revele una intromisión ilegal en los teléfonos del presidente y los ministros de Defensa e Interior, pilares de la seguridad del Estado?

-Es lo correcto. El Gobierno está actuando con transparencia y con responsabilidad poniendo en manos de la justicia un presunto delito. Debemos estar preparados y, si existe alguna vulnerabilidad, tratar de cerrarla. Es bueno que seamos conscientes de que la seguridad y las guerras se juegan ya también en el ciberespacio.

-La interpretación de esa rueda de prensa fue otra: que intentaban calmar a ERC por el espionaje al independentismo.

-No lo comparto. Y creo que todos tenemos un interés común en que se mejoren los sistemas de seguridad.

-El presidente ha justificado la destitución de la ya exdirectora del CNI, Paz Esteban, por un «fallo claro» de seguridad. Pero ni él ni Robles lo han explicado.

-Cuando uno descubre una vulnerabilidad, no sería ni prudente ni responsable desvelar dónde está. Hay mucha gente interesada en atacarnos: potencias extranjeras, empresas... Las cifras de ataques acreditados y simultáneos son impresionantes. La buena noticia es que España es uno de los países con un nivel más alto de seguridad, con lo cual la inmensa mayoría de estos ataques se pueden repeler o anular.

-¿No sopesaron que dejaban al CNI a los pies de los caballos?

-Mire, lo importante es centrarse en el futuro. Poner remedio a las vulnerabilidades y reforzar nuestras capacidades para enfrentarnos a los ataques, tengan la naturaleza que tengan, desde el punto de vista tecnológico.

-Pegasus ha derivado en una crisis profunda con divergencias dentro del Gobierno y una quiebra con sus socios de investidura. ¿Es sostenible la legislatura?

-Absolutamente, sí. Este es un Gobierno que proporciona estabilidad a los españoles. Tenemos muy claras las prioridades, hemos dado muestras de responder con eficacia y determinación a las crisis y vamos a seguir trabajando para lograr nuestros objetivos de crecimiento económico, creación de empleo, prosperidad, tranquilidad y confianza.

-¿Hasta agotar su mandato?

-Sin duda. Estamos centrados en lograr la velocidad de crucero en el plan de recuperación, la cumbre de la OTAN en junio, la presidencia de la UE en 2023...

-Es, cuando menos, una estabilidad rodeada de mucho ruido.

-Llevamos cuatro años con una fragmentación en el Parlamento que exige del Gobierno intensas negociaciones. Pero hemos sacado adelante todos los proyectos planteados, aunque sí querría que hubiese menos crispación. Todos tenemos que ayudar a bajarla. Lamento mucho esa actitud destructiva, cuando los últimos coletazos de la pandemia y los retos sin precedentes de la guerra en Ucrania apelan a una política constructiva con la que está comprometido este Gobierno.

-¿Y van a acabar la legislatura con los mismos aliados?

-No tengo ninguna razón para pensar que vayan a cambiar las cosas. Pero en ocasiones estamos teniendo mayorías variables en el Parlamento. Me gustaría que los proyectos que benefician a los ciudadanos salieran con unanimidad, o con el mayor apoyo. Y que la oposición dejase de hacer oposición a los ciudadanos.

-¿No les preocupan los jirones que se dejan en cada votación? ¿Lo cuesta arriba que se les está poniendo gobernar?

-Desde hace cuatro años, nuestra experiencia ha sido la de gobernar con una oposición con una actitud destructiva, desleal y deslegitimadora de las instituciones; y con unos apoyos variables que hemos tenido que ir movilizando para sacar adelante nuestros programas.

-¿No están en su peor momento?

-No, en absoluto.

-El PP les ha evitado una comisión de investigación por Pegasus y ha salvado la ley de seguridad nacional. ¿Es la alternativa al bloque de la investidura?

-Lo que me gustaría es que el PP hubiese apoyado más medidas de las que hemos desplegado y que, como se está viendo, eran necesarias para la ciudadanía.

-¿Feijóo es realmente lo mismo que Casado, como le critican?

-Tengo una relación con él buena y fluida, y las formas son diferentes. Pero las decisiones sustantivas no están cambiando mucho esa política destructiva.

-Los populares objetan que ustedes prefieren a EH Bildu, connivente en el pasado con ETA.

-Esos discursos están fuera de lugar. Estamos hablando de partidos democráticos que tienen una representación parlamentaria. Esas reminiscencias son una parte más de ese discurso destructivo. No vale buscar excusas.

"Depende del mes"

-Vicepresidenta, ¿cuánto le ha hecho padecer la regla?

-... Pues como a todas las mujeres, depende del mes.

-Van a regularizar el martes las bajas laborales por menstruación incapacitante. ¿Cómo se logra el equilibrio entre reconocer una realidad que sufren muchas mujeres desde siempre con no volverlas a estigmatizar?

-Este es un Gobierno progresista y feminista. Desde 2018 hemos avanzado mucho en esa agenda liderada por el Partido Socialista, con medidas emblemáticas como la equiparación de las bajas por maternidad y paternidad. Esta nueva ley busca mejorar el tratamiento de situaciones habituales que puedan no estar bien reguladas, pero impulsando siempre la igualdad de género y la participación femenina en el mercado laboral. Vamos a mejorar el tratamiento de las bajas médicas que se suelen dar en la última semana de embarazo o las de carácter recurrente por una patología preexistente. Se trata de apoyar a las mujeres y a las empresas para garantizar que no se genera ningún sesgo negativo en el empleo.

-¿Que se canalicen esas bajas a través de la Seguridad Social puede generar dudas de legalidad al repercutir solo en las trabajadoras?

-Es bueno que se aclare la regulación de una prestación que ya existe y que lo cubra la Seguridad Social precisamente para eliminar ese posible sesgo negativo.

-¿Ha perdido en esto la batalla con la ministra Irene Montero?

-Es absurdo y contraproducente plantear los debates, necesarios en cualquier organización, como si fuesen batallas. Todos los ministerios participan en la elaboración de las normas. Sería deseable que este trabajo legislativo normal se mantuviese dentro del Gobierno.

-El pacto de coalición fija una rebaja al 4% del IVA en los productos de higiene femenina. ¿Otro tira y afloja con Podemos?

-La política económica, presupuestaria y fiscal está volcada en reforzar el crecimiento económico, mitigar los efectos de la guerra y combatir la espiral inflacionista. Esa es nuestra prioridad y todo el Gobierno está comprometido con ella.

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