El Rey avanza en su decálogo de medidas ejemplares anunciadas en 2014
Tras la abdicación de su padre, Felipe VI ha ido adoptando una serie de medidas encaminadas a garantizar la ejemplaridad y la transparencia de la institución monárquica.
Felipe VI ha hecho públicas este lunes las cuentas de su patrimonio personal, una iniciativa que se suma al decálogo de medidas de conducta ejemplar que prometió en su discurso de proclamación pronunciado el 19 de junio de 2014 ante las Cortes.
Tras la abdicación de su padre, Juan Carlos I, el actual jefe del Estado ha ido adoptando una serie de medidas encaminadas a garantizar la ejemplaridad y la transparencia de la institución monárquica, a fin de sacarla de la crisis institucional en que estaba sumida.
Nada más acceder al trono anunció una auditoría externa para las cuentas de la Casa del Rey, así como la publicación de las retribuciones percibidas por sus altos cargos, los contratos y convenios suscritos y el grado de ejecución de sus presupuestos.
Se estableció igualmente un código de conducta para todos los trabajadores de la Casa Real, y ordenó el recorte en un 20 por ciento de su asignación como jefe del Estado, así como a prohibición de que los miembros de la familia real aceptasen regalos que comprometieran la dignidad de sus funciones.
También decidió reducir la familia real a seis miembros: don Felipe, doña Letizia, los reyes Juan Carlos y Sofía, Leonor, princesa de Asturias, y la infanta Sofía.
Así, las infantas Elena y Cristina dejaron de ser miembros de la familia real, pasando a ser familiares de Felipe VI.
En junio de 2015, Felpe VI retiró a la infanta Cristina el título de duquesa de Palma a consecuencia de su imputación en el caso Nóos; ella fue absuelta de cooperación en dos delitos fiscales, mientras su marido, Iñaki Urdangarin, fue condenado.
Este título le había sido otorgado a doña Cristina por su padre, Juan Carlos I, en 1997, cuando contrajo matrimonio con Urdangarin.
De este modo, Felipe VI culminó un alejamiento de su hermana, cuya imputación erosionó a la Corona ante la opinión pública.
No acabaron ahí las decisiones relacionadas con sus familiares, y en junio de 2019 optó por eliminar la Secretaría del Rey Juan Carlos, tras retirarse de la vida institucional.
La secretaría suprimida, que modificó la estructura de la Casa del Rey, se había creado tras la abdicación de don Juan Carlos en junio de 2014.
El anterior y muy relevante paso dado hasta hoy por el monarca en favor esa ejemplaridad fue la renuncia, anunciada el 15 de marzo de 2020, a la herencia que le pudiera corresponder de su padre, don Juan Carlos, al que además retiró la asignación que tenía fijada en los presupuestos de la casa real.
Zarzuela también considera un elemento más dentro de las decisiones adoptadas por el rey en favor de la regeneración de la Corona el hecho de que aceptara la decisión de su padre de marcharse de España, en agosto de 2020.
Juan Carlos I vive desde entonces en Abu Dabi, desde donde ha visto cómo la Fiscalía del Tribunal Supremo ha archivado las diligencias de investigación que tenía abiertas contra él por sus negocios en el extranjero.
El pasado 7 de marzo se conoció la carta que había dirigido a su hijo para anunciarle su intención de visitar España con frecuencia para visitar a familiares y amigos, aunque manteniendo su residencia en el país árabe, lo que levantó infinidad de especulaciones sobre la fecha de su próximo retorno.
Entre tanto, su hijo ha revelado este lunes dos medidas simultáneas con las que ratifica su voluntad de seguir la senda de la ejemplaridad y la transparencia: publicar su patrimonio y reformar la estructura de la Casa del Rey.
