Entrevista

Félix Bolaños: "Estaríamos encantados de encontrarnos con un PP que fuera útil para nuestro país"

El hombre fuerte del Gobierno advierte de que la situación que atraviesa España es "muy compleja" pero pide "confianza".

El ministro de Presidencia Félix Bolaños visitan el Corredor Ecológico del Suroeste
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños.
David Fernández

El ministro de Presidencia, Félix Bolaños (Madrid, 46 años), fue el encargado de reunirse con los grupos parlamentarios antes de que el Gobierno elaborara su plan contra las consecuencias de la guerra. Afirma que todos pueden verse «reflejados» en ese texto y desecha los reproches del PP por no haber apostado por rebajas fiscales pese a lo acordado en La Palma. «No nos enviaron ni un folio en blanco», esgrime. Aunque se muestra expectante ante la designación de Alberto Núñez Feijóo como líder de la oposición, no ahorra un dardo previo por el pacto con Vox en Castilla y León.

PREGUNTA: Yolanda Díaz dice que la crisis tendrá un fuerte impacto tanto en el PIB como en los empleos. Nadia Calviño, que estamos en un periodo de fuerte crecimiento y no hay que poner a los ciudadanos en un estado emocional que no se corresponde con la situación. ¿Dónde estamos?

RESPUESTA: La situación es muy compleja. No podemos calificarla de otra manera. Pero estamos tomando medidas que van a tener efectos y, dentro de lo que supone que tengamos una guerra en las fronteras de la UE, me gustaría mandar un mensaje de confianza. El Gobierno está actuando. Hemos adoptado el plan de medidas más ambicioso de Europa y vamos a movilizar 16.000 millones de euros.

P: ¿Con una inflación de casi el 10% ese plan no queda en parte neutralizado?

R: Nosotros preveíamos ese comportamiento de la inflación, que ya antes de la guerra estaba siendo complicado. Por cierto, no es un problema de España, es de todos los países.

P: Pero en España el problema es más grave...

R: El problema es un problema europeo y de Estados Unidos, de las economías avanzadas. En España tenemos una inflación superior a unos países e inferior a otros. Lo importante es que sabíamos que el comportamiento iba a ser el que ha sido y tomamos medidas para que desde este mes de abril se empiecen a paliar sus efectos.

P: El paro de los transportistas, la manifestación del mundo rural, los cierres de fábricas... ¿En ningún momento pensaron que estaban yendo tarde?

R: Hemos tomado medidas que están entrando en vigor antes que en otros países europeos. Francia, por ejemplo, las adoptó antes, pero entraron en vigor el 1 de abril. En España unas entraban en vigor ese día y otras el 31 de marzo. Era importante esperar a ver qué pasaba con la negociación del Consejo Europeo. Fue un éxito que se va a traducir en las facturas de la luz de todos los españoles, de todas las empresas, de todos los autónomos y todas las pymes. Pero si no hubiera sido así, habríamos tenido que tomar medidas distintas.

P: Pero por el camino el descontento se desbordó.

R: Toda esa semana del Consejo Europeo trabajamos incansablemente y fue cuando llegamos al acuerdo con los transportistas, con diálogo, con negociación, como hace este Gobierno las cosas. Hoy ya podemos decir que esa huelga de transportistas, según las últimas cifras que tenemos, está controlada. Están trabajando con normalidad prácticamente el 98%. Hay un paquete de más de mil millones de euros que se va a traducir en ayudas directas al sector y, por supuesto, van a ser los más beneficiados de la bajada de la gasolina y el gasoil.

P: Piden un «gran acuerdo de país». El plan de choque recoge buena parte de las propuestas de Unidas Podemos y el bloque de investidura ¿En qué se han tenido en cuenta las del PP?

R: Por escrito, no han presentado ni una propuesta ni un folio en blanco, nada de lo que dicen públicamente. Hemos pedido a las comunidades que nos hagan propuestas y ni Galicia ni Madrid ni Castilla y León nos han hecho ninguna por escrito. Lo que sí ha pedido el PP son básicamente bajadas de impuestos. Es curioso, porque cuando están en el Gobierno los suben.

P: ¿Y qué legitimidad tienen para pedir su apoyo si no asumen ninguna de sus recetas?

R: Lo que necesitamos es un Estado que tenga recursos para hacer frente a la situación. No se pueden pedir simultáneamente bajadas de impuestos y más ayudas a todos los sectores. Es insólito que un partido que ha gobernado España se deje llevar así por la demagogia fácil. Pero si es lo que les preocupa, el plan incluye una bajada de los impuestos a la electricidad que cuesta a las arcas públicas 12.000 millones de euros. Y hemos tomado medidas como eximir de la tasa portuaria a los barcos que salen a faenar.

P: Las rebajas a los impuestos de la electricidad llevan en vigor desde el verano.

R: Pero lo que hemos hecho es prorrogar una bajada temporal de la factura de la luz, que no era vitalicia. Cuando digo que es el plan más ambicioso de Europa, lo es también en el tiempo. Son tres meses, hasta el 30 de julio. Las medidas de Italia llegan hasta el 30 de abril.

P: La mayoría de los grupos creen que se quedan cortos. ¿Prorrogarán las medidas?

R: Es un plan flexible y dinámico como lo han sido los que adoptamos frente a la pandemia o el volcán de La Palma.

Presupuesto en Defensa

P: Este plan ha aplacado a sus socios pero hay otros frentes abiertos. ¿Su objetivo de acercarse al 2% del PIB en Defensa puede dificultar la aprobación de los Presupuestos?

R: Creo que todo el mundo entiende en este momento que nos acerquemos a ese 2% de inversión que supone cumplir con nuestros aliados e invertir en seguridad, que es invertir en paz y en consolidar y mantener nuestros valores, los valores democráticos de la UE.

P: Pues no parece que todo el mundo lo entienda. A Unidas Podemos no le convencen.

R: Creo que es bastante obvio que la defensa es necesaria para evitar agresiones exteriores. Nosotros creemos en los valores de la paz, de la democracia, de los derechos humanos, pero sabemos que eso necesita inversión.

P: ¿De qué incremento estaríamos hablando para 2023?

R: Esas cifras hay que trabajarlas. Estamos muy al principio del año, en el primer trimestre.

P: Ese asunto, el envío de armas a Ucrania, la posición sobre el Sáhara... ¿Cuánto tiempo puede aguantar la coalición con semejantes diferencias de criterio?

R: Creo que la coalición goza de muy buena salud. Tenemos que acostumbrarnos a que en un Gobierno de coalición conviven posiciones diferentes. Pero nos ponemos de acuerdo en lo fundamental, que es intentar proteger a la ciudadanía, hacer políticas públicas para mejorar la vida de las personas, y eso se demuestra en el Parlamento. Todas las iniciativas del Gobierno se han aprobado en el Parlamento más fraccionado de la historia. 131 iniciativas legislativas.

P: Marruecos no ha emitido un comunicado conjunto con España, como hizo con Alemania. ¿Qué garantía tienen de que, como dicen, vaya a respetar la integridad de Ceuta y Melilla?

R: Hay un viaje muy importante del presidente del Gobierno y se van a empezar a ver los frutos de esa nueva relación que queremos establecer. El Gobierno trata de que haya estabilidad, que es tan importante para que haya prosperidad y crecimiento económico y del empleo. El presidente de Ceuta está encantado con la nueva relación con Marruecos.

P: ¿El Gobierno sabía que Marruecos haría pública la carta de Sánchez cuando lo hizo?

R: Hoy las relaciones diplomáticas tienen sus usos. El Gobierno había hablado con Marruecos para tratar de las distintas circunstancias y por lo tanto no hubo nada que nos sorprendiera.

P: A sus socios tampoco les ha gustado que pretendieran colar de rondón en la ley concursal un ascenso automático para Dolores Delgado cuando deje de ser fiscal general.

R: Bueno, esto deriva de una recomendación tanto del Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO) como del propio Consejo Fiscal, que dijo que sería bueno introducir esta enmienda. Ahora se trata de hablar y buscar una mayoría para cumplirla.

P: Podían haber planteado una reforma del Estatuto Fiscal. ¿Por qué así? ¿Por qué ahora?

R: La ley concursal modifica algunos aspectos que tienen que ver con la Fiscalía y, en todo caso, se trata de una reforma muy puntual y el Estatuto se puede reformar en otra ley, como se hace docenas de veces.

P: El GRECO ha hecho recomendaciones como cambiar el sistema de elección de la fiscalía general o que los jueces elijan a los vocales de su turno en el Poder Judicial y ustedes no han mostrado interés por seguirlas.

R: Siempre intentamos buscar la mejor forma de cumplir las recomendaciones. En España los jueces eligen a parte de los jueces...

P: Participan en el proceso; no eligen.

R: Este es un tema muy complejo, pero el modelo español es el más democrático, el que durante 35 años ha servido para que gobiernos de distintos colores políticos hayan ido renovando el Consejo y el que ha conseguido que, en las encuestas que hacen los jueces, el 99% digan que actúan con independencia porque el Consejo se la garantiza. Estos son los resultados.

P: ¿Ha recibido alguna señal de Feijóo que invite a pensar en que este órgano se renovará por fin?

R: Es pronto todavía. Aunque es verdad que ya era el líder de facto desde hacía varias semanas y que ha traspasado líneas que Casado no había traspasado, como meter a la ultraderecha en un Gobierno autonómico. Es muy grave en un momento en el que tenemos que defender valores europeos.

P: ¿Tiene intención el presidente del Gobierno de recibirle en la Moncloa ahora que ha sido designado oficialmente?

R: Me imagino que los equipos hablarán y sería positivo que tengamos un diálogo, que superemos la etapa anterior en la que era un no a todo, un negacionismo completo y absurdo. Estaríamos encantados de encontrarnos con un PP que fuera útil para nuestro país. Tenemos una guerra en las puertas de la UE. Seguimos gestionando una pandemia. ¿Si no es ahora el momento de llegar acuerdos de país, que es lo que nos reclama la ciudadanía, cuándo?

P: ¿No es contradictorio presumir de dar una respuesta socialdemócrata a la crisis y pretender que la derecha la secunde?

R: Hay una parte que es una respuesta de Estado. Hay muchas medidas que afrontamos frente al virus covid-19 que, de hecho, adoptaron todos los países de nuestro entorno, de distinto signo político. Y lo mismo para luchar contra los efectos económicos de la guerra. Esa es la parte en la que con normalidad se pueden encontrar un partido progresista como nosotros y un partido conservador. Y luego hay una parte, digamos, de paliar efectos sociales en la que el Gobierno pone más acento socialdemócrata.

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