La celebración de un congreso urgente del PP no podría ser antes de finales de marzo

La convocatoria exige el respaldo de dos tercios de la Junta Directiva Nacional, formada por más de 300 vocales

Teodoro García Egea y Pablo Casado, este martes en la sede del PP en Génova.
Teodoro García Egea y Pablo Casado, este martes en la sede del PP en Génova.
EFE/David Mudarra

El Congreso extraordinario del PP que solicitan algunos altos cargos y barones del partido para buscar una salida a la guerra interna desatada entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso exige una mayoría de dos tercios de apoyos en la Junta Directiva Nacional para su convocatoria, según recogen los estatutos del partido. Además, dado que se fija como mínimo un mes de plazo desde su convocatoria hasta su celebración, un cónclave urgente para dirimir el futuro de Casado no podría hacerse antes de la próxima primavera, que comienza el 21 de marzo.

Ante la profunda crisis que atraviesa el PP, cada vez son más las voces que consideran que solo un congreso extraordinario puede acabar con el «daño irreparable» que se está haciendo a la formación y visualizar una imagen de renovación y unidad, ya sea con una nueva dirección nacional o con otro líder.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ya ha dejado caer la posibilidad de convocar este congreso urgente si no se soluciona esta «hemorragia», ya que la próxima reunión ordinaria, prevista para julio, ya queda demasiado lejos.

Los estatutos del PP señalan que la celebración de un congreso extraordinario exige un debate previo, fijado en el orden del día de la Junta Directiva Nacional y la resolución final de convocar tiene que ser adoptada por una mayoría de dos tercios de sus más de 300 miembros.

La Junta Directiva Nacional es el máximo órgano entre congresos y puede convocarla el presidente. Pero si este se resiste, también puede hacerse con carácter excepcional por acuerdo de otro órgano interno: el Comité Ejecutivo Nacional a solicitud de tres quintos de sus vocales. Esto es, de 31 de los 51 miembros.

La vía alternativa

En concreto, forman parte de la Junta Directiva Nacional los miembros del citado Comité Ejecutivo (51); los 30 vocales elegidos en el último congreso nacional; los diputados, senadores y europarlamentarios; los presidentes regionales, provinciales e insulares del partido; los presidentes autonómicos o en su defecto los portavoces en las Asambleas regionales; los presidentes de diputaciones, consejos y cabildos insulares y los alcaldes de capitales de provincia y capitales autonómicas; los presidentes regionales de Nuevas Generaciones, su secretario general y otros nueve miembros; los ministros del Gobierno que sean afiliados del PP o los comisarios europeos.

Además de promover el cambio de la cúpula en un congreso nacional, la Junta Directiva puede también «aprobar o censurar la actuación desarrollada» por el Comité Ejecutivo y por la propia Junta (artículo 34). Por su parte, el Comité Ejecutivo, del que forman parte los dirigentes territoriales, también tiene entre sus funciones la de nombrar a los secretarios generales y otros responsables sin necesidad de ir a un congreso urgente.

En todo caso, de convocarse este cónclave no será obligatorio el debate de ponencias. Así sucedió en la reunión celebrada en julio de 2018 para elegir al sucesor de Mariano Rajoy tras un proceso de primarias, en el que Casado se impuso a la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría con el 57% de los votos de los compromisarios, 1.701, frente a algo más del 42% y 1.250 apoyos de su rival. Ello pese a que la militancia (60.000 afiliados) respaldó la candidatura de Sáenz de Santamaría. 

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