Puigdemont se plantea dejar la presidencia de Junts

Algunas voces ven la mano en la sombra de ERC.

Carles Puigdemont, este lunes.
Carles Puigdemont.
GUGLIELMO MANGIAPANE/Reuters

Debate de calado en el seno del independentismo sobre el papel que debe jugar Carles Puigdemont. El expresidente de la Generalitat guarda silencio sobre su futuro político. Pero ya hay quien le mueve la silla y le pide que deje la presidencia de Junts, si quiere seguir dirigiendo el Consejo para la República, el organismo privado creado por el expresidente en Waterloo desde donde pretende seguir dirigiendo el movimiento independentista.

Dentro de ese Consejo hay una asamblea de representantes, una especie de parlamento paralelo, en el que dos de sus 'diputados' han abierto el debate sobre la idoneidad de que el presidente de este gobierno en el exilio, elegido por un pseudo hemiciclo, no tenga cargos orgánicos de partido. La elección será en febrero. Por lo que Puigdemont tiene unas semanas para tomar una decisión. Todas las posibilidades están abiertas.

De momento, la presidenta de la asamblea de representantes, Ona Curto (CUP), afirmó este viernes en Catalunya Ràdio que no cree que Carles Puigdemont deba renunciar a la presidencia de Junts para poder dirigir el Consejo para la República. No obstante, el debate se producirá en el seno del parlamento paralelo. Algunas voces ven en la controversia la mano en la sombra de ERC, que siempre he recelado del Consejo para la República, del que apenas participa pues lo veo como el 'chiringuito' de Puigdemont. Los republicanos, que se han esforzado estos meses en mantener distancias con Waterloo y en que la presidencia de la Generalitat no esté tutelada desde la capital belga, como ocurría en el mandato de Quim Torra, se comprometieron con Junts en el pacto de legislatura a reformar el Consejo para la República. Y ahora abogan por una entidad que esté desvinculada de los de los partidos y por extensión, si Puigdemont renunciara a la presidencia de Junts, lograrían debilitar a su adversario.

Pero si el expresidente dejara la presidencia de Junts se abriría en la formación una guerra sin cuartel por la sucesión, cuando la organización política no ha completado aún su estructura orgánica. La formación nacionalista es a día de hoy un reino de taifas. La lucha entre Jordi Sànchez y Laura Borràs por el liderazgo del partido se haría más descarnada de lo que es actualmente en que nadie cuestiona la autoridad de Puigdemont, inmerso en una batalla legal en los tribunales europeos contra la justicia española.

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