Un tiroteo entre clanes deja dos muertos en el cementerio valenciano de Torrent

Un hombre de 44 años fallece al ser alcanzado por varios disparos y un anciano, ajeno a la disputa, muere por una bala perdida.

Dos familiares en la puerta del cementerio de Torrent.
Dos familiares en la puerta del cementerio de Torrent.
Juan Carlos Cárdenas/EFE

El Día de Todos los Santos tiñó este lunes de sangre Torrent (Valencia). La causa fue un tiroteo ocurrido en el cementerio que dejó dos muertos, uno de ellos un anciano de 79 años que recibió el impacto de una bala perdida, cuando un miembro del clan de Los Bocanegra disparó con un arma corta contra dos hombres de una familia con la que mantiene un enfrentamiento desde hace años. Fuentes policiales confirmaron inicialmente que había varias personas heridas con impactos de bala, pero poco después informaron del fallecimiento de los dos hombres.

Los primeros agentes que llegaron al cementerio creían que el anciano había muerto tras sufrir un infarto, pero la Policía Científica y el forense vieron un orificio en el costado de la víctima cuando examinaron el cadáver. Otro hombre, de 44 años, Antonio F. F., murió tras recibir varios disparos y su hijo, un joven de 20 años, resultó herido de bala.

Tras recibir el aviso del tiroteo pocos minutos después de las diez de la mañana, varias patrullas de la Policía Nacional y la Policía Local de Torrent se desplazaron con urgencia al lugar, así como cuatro ambulancias.

Las personas que se encontraban en el cementerio parroquial de Torrent vivieron momentos de gran tensión y nerviosismo tras escuchar los disparos. Los alrededores y la puerta del camposanto se llenaron de coches patrulla y ambulancias en muy pocos minutos. Algunos testigos salieron corriendo y otros llamaron al 112 sin saber en ese momento qué estaba sucediendo.

Dos policías locales auxiliaron de inmediato a las víctimas y les practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar mientras esperaban la llegada de las ambulancias. Los agentes se cruzaron con el autor de los disparos y otros tres familiares que le acompañaban en el momento del tiroteo.

Miedo por los disparos

Los cuatro individuos salieron corriendo del cementerio, junto con un gran número de personas que se asustaron al oír los tiros, y pasaron desapercibidos cuando se toparon con los agentes en la puerta. Luego subieron a una furgoneta que habían aparcado cerca del recinto y huyeron a gran velocidad.

Según los testigos, los cuatro miembros del clan de Los Bocanegra, un padre y sus tres hijos, coincidieron en la misma calle del cementerio con cuatro familiares del grupo rival, conocido como Los Marco, y tras un cruce de miradas desafiantes e insultos, un individuo del primer clan disparó a Antonio F. F. Otros dos familiares de las víctimas, la mujer y el padre del varón fallecido, presenciaron los hechos.

Según las primeras investigaciones policiales, el tiroteo fue una venganza por otro enfrentamiento a tiros que tuvo lugar en 2016 en Torrent, cuando cuatro personas sufrieron heridas en el barrio del Xenillet. En aquella ocasión, la rápida actuación de la Policía evitó que una multitud linchara a uno de los sospechosos de participar en el tiroteo de un hombre y su hijo.

Los dos clanes que se enfrentaron en febrero de 2016 residían en el barrio del Xenillet, a 50 metros de distancia. Aquellos hechos ya fueron juzgados con la absolución de tres varones por no poder probar que fueron autores de los disparos.

Dos de las víctimas del tiroteo de 2016 están implicadas en los dos homicidios perpetrados en el cementerio y formaban parte del grupo de Los Bocanegra, que ha huido tras los disparos. Además, Antonio F., uno de los hombres fallecidos en el camposanto, es primo segundo de uno de los individuos procesados y absueltos en el juicio celebrado en 2018.

Ese mismo año los dos clanes se enfrentaron también en el cementerio, aunque en aquella ocasión no hubo heridos.

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