¿Cuánto tardarán en recuperarse las tierras arrasadas tras la erupción del volcán en La Palma?
La erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma supone una catástrofe para miles de personas que han visto cómo sus casas, sus fincas y sus granjas han sido literalmente engullidas por la lava que expulsa.
La erupción del volcán cumbre Vieja en La Palma ha arrasado hasta este miércoles al menos cien hectáreas de terreno y cerca de 200 viviendas obligando a evacuar a más de 5.500 personas en las zonas de Tacande y El Paso.
El proceso de erupción volcánica es un espectáculo hipnótico, la lava saliendo por las bocas y moviéndose como un río que lo engulle todo. Sin embargo los vecinos de la zona ven con desesperación cómo sus casas, sus fincas y su forma de vida queda sumergida bajo la marea incandescente que corre a más de mil grados arrasándolo todo a su paso.
El Gobierno ha activado el Consorcio de Compensación de Seguros para poner a disposición de los afectados un teléfono gratuito y una página web donde puedan agilizar la tramitación de los daños que les haya ocasionado la erupción volcánica.
En cuanto a los terrenos, el presidente del Gobierno canario ha insistido que la zona por donde está bajando la lava del volcán afecta a una amplia zona de terrenos agrícolas y de viviendas. Una situación que ha llevado a su ejecutivo a preparar "un borrador de decreto ley por el que nos permita recalificar los terrenos y volver a construir las viviendas". Pero aquí está el problema, ¿cuándo podrá volver la vida a las zonas que ha dañado el paso de la lava?
El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha confirmado que el Estado está "comprometido" con la situación de La Palma. Sin embargo, muchas de las viviendas no podrán recuperarse. Por el momento todo es una incógnita.
El volcán podría estar meses expulsando lava
Cuatro científicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y cinco de la Universidad de Upsala (Suecia) publicaban en la revista 'Geology Today' los cambios vividos en la isla cercana de Lanzarote por la erupción más larga de Europa -2.056 días-.
El volcán palmero de Teneguía, por su parte estuvo 24 días expulsando lava y 84 días el volcán Tajuya, los dos hicieron crecer la isla, algo que en principio es buena señal, pero según informan los científicos y vulcanólogos, la zona cubierta por la lava es, prácticamente inservible, por lo menos a corto plazo.
Si tenemos en cuenta lo que sucedió en el volcán de Teneguía, la lava puede tardar días e incluso varias semanas en dejar de aparecer. En este último caso se expulsaron un total 43 millones de metros cúbicos entre el 26 de octubre y el 18 de noviembre de aquel año. En todo caso, podría prolongarse "unos pocos de meses", según ha explicado el director del Instituto Vulcanológico de Canarias, Nemedio Pérez. Pero quien ostenta el registro de la crisis más larga, incluso de Europa, es Lanzarote con el Timanfaya y 2.055 días consecutivos de erupción. La última ocurrida en Canarias, la de El Hierro, se prolongó del 10 de octubre de 2011 al 5 de marzo de 2012 (147 días).
Según la ciencia existen dos tipos principales: las erupciones efusivas y las explosivas. Las erupciones efusivas se caracterizan por un derramamiento de grandes cantidades de lava, y producen zonas ricas en hierro y magnesio. Por otro lado, en las erupciones explosivas generalmente se expulsan grandes cantidades de ceniza y escombros (o tefra). Al caer, cubren el área que rodea el volcán y producen zonas ricas en aluminio, sodio y potasio.
¿Cuánto tarda en enfriarse la lava?
La parte interior del volcán tarda unas semanas en llegar a una temperatura de 100 grados", según explican los expertos, pero todo depende: "La parte de exterior del volcán se enfría rápidamente y la parte interior tarda en unas semanas para llegar a una temperatura de 100 grados, depende del tamaño de las coladas de lava". Además, añaden "hay erupciones volcánicas que todavía emiten calor, la de Timanfaya, todavía hay zonas donde hay temperaturas de 400 grados".
Por su parte, el doctor Héctor Lamolda, Ingeniero y geógrafo en el IGN, explica que el paso de la lava cuando se enfría deja un "un terreno volcánico que estaría lleno de oquedades", pero con el paso de los años, de los siglos, incluso, "una vez se produzca la meteorización (la descomposición de la lavaque dejan minerales) podría permitir un terreno cultivable". Pero para eso habría que esperar cientos de años.
Lamolda explica que cultivar la tierra cercana al paso de la lava será factible, aunque no en la misma colada y tampoco cree que sea posible construir en las zonas donde se solidifique la roca debido a la porosidad. "En cualquier otra isla volcánica las coladas recientes permanecen en forma de roca, en los bordes hay alguna vegetación autóctona de la zona, vegetación muy resistente, pero poco más". Es con el paso de los años cuando esa tierra cercana la colada podría ser cultivada: "El ejemplo más claro es La Geria, una zona de tierra volcánica en la que se cultiva la uva en Lanzarote, que se empezó a cultivar en el siglo XVIII después de una erupción".
La revolución agrícola tras la erupción del Timanfaya
La erupción de Timanfaya, en Lanzarote cubrió de lava y cenizas el 23 por ciento de Lanzarote entre 1730 y 1736, y que después propició una revolución agrícola que permitió a una isla tan seca como el Sáhara doblar su población en 40 años.
Los múltiples volcanes que se abrieron en esos seis años vomitaron hasta cinco kilómetros cúbicos de materiales incandescentes, que sepultaron 26 aldeas y muchos de sus mejores campos de cultivo, lo que obligó a cientos de lanzaroteños emigrar en 1731 .Sin embargo, cuatro décadas después, Lanzarote presentaba el doble de población -pasó de 5.000 habitantes en 1730 a 10.000 en 1768-, las cosechas servían incluso para exportar y se plantaron por primera vez viñedos.
Los científicos recuerdan que Lanzarote le debe toda esa revolución agrícola, que sostuvo la economía de la isla hasta bien entrado el siglo XX, a la erupción de Timanfaya. Ya que en los campos donde la capa de escoria expulsada por el volcán que cubría la tierra era fina, las plantas no solo no habían muerto, sino que crecían con más vigor y en mucha mayor cantidad, algo que podría ocurrir en las zonas cercanas a las coladas de lava de La Palma.
