Los bomberos se están convirtiendo en imagen simbólica de la tragedia a cámara lenta que están viviendo los palmeros. Se sienten impotentes antes el pesado avance de las coladas, despacio pero inexorable, destrozando todo lo que encuentran a su paso.

Proliferan las imágenes en las que los efectivos aparecen parados frente a lengua incandescente que en ocasiones, alcanza los seis metros de altura al pasar entre las casas.

Sin embargo, quedarse de brazos cruzados tampoco es una opción. Entre lo poco que pueden hacer los efectivos es asegurar perímetros para prevenir desgracias personales de despistados o curiosos. También han ayudado a salvar varias casas y, sobre todo, animales, en una zona eminentemente agrícola.

De ello están dando cuenta las redes sociales donde se están viralizando algunas de estas intervenciones. Por ejemplo, la de una pareja de bomberos llevando literalmente a hombros un par de cabras que se habían quedado atrás después de que sus dueños debieran de abandonar con lo puesto su vivienda y su granja. Asimismo, revisan y confirman evacuaciones, extinguen conatos para evitar la propagación de los fuegos o retiran de depósitos de combustibles...