galicia
Ribas de Sil, sin teléfono e internet y con deficiente suministro de agua tras los incendios forestales
El alcalde del municipio gallego critica la "lentitud de la empresa" para reparar averías y restablecer el servicio de telecomunicaciones tras el fuego, que ha arrasado asi 1.600 hectáreas.
El fuego que ha arrasado casi 1.600 hectáreas de terreno en el municipio gallego de Ribas de Sil, en Lugo, ha dejado una parte del ayuntamiento sin teléfono, sin conexión a internet y con deficiente suministro de agua, según ha informado este miércoles el alcalde, Miguel Ángel Soutela.
Los incendios están ahora "más o menos controlados", ha dicho Soutela a los medios de comunicación, acompañado del secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, y ha lamentado el "caos" registrado el lunes, cuando las elevadas temperaturas, la humedad y el viento generaron una situación "apoteósica" y de "miedo".
El regidor ha indicado que todavía hay helicópteros arrojando agua en "puntos concretos" del terreno, para enfriar los últimos rescoldos del incendio. En todo caso, ha señalado que los vecinos del municipio están ahora "preocupados" por las consecuencias del incendio, entre las que citó los problemas de telecomunicaciones y de suministro de agua.
En ese sentido, ha criticado la "lentitud de la empresa" para reparar averías y restablecer el servicio de telecomunicaciones, porque él mismo llegó a estar "incomunicado" durante el incendio, sin posibilidades de "hablar con nadie".
Además, el regidor ha dicho que, en algún momento, llegó a quedar interrumpido el suministro eléctrico, de modo que los vehículos desplazados para luchar contra el fuego no podían repostar en la gasolinera local.
Fuego "provocado"
También ha subrayado estar preocupado por la situación del suministro de agua potable al señalar que "muchas traídas particulares han resultado afectadas", al igual que la captación municipal.
El primer edil también ha reiterado su convicción de que el fuego "ha sido provocado" y ha destacado que hubo dos focos simultáneos "a dos o tres kilómetros uno del otro" y "esto solo tiene una explicación". "Alguien le prendió fuego. Yo no creo en los pajaritos", ha concluido.
