La Guardia Civil destruyó en 2020 en España 60.083 armas, 1.957 de ellas en Zaragoza y 495 en Huesca
Estas actuaciones están enmarcadas en la normativa vigente en el país, y se suman al Programa de Acción de Naciones Unidas sobre el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras.
La Guardia Civil destruyó durante el pasado año un total de 60.083 armas, entre las cuales más de 49.100 eran de fuego. En Huesca, el número de armas destruidas asciende a 495, mientras que en Zaragoza la cifra fue 1.957. Estas actuaciones llevadas a cabo por las autoridades policiales están enmarcadas dentro de la normativa vigente en España, y se suman al Programa de Acción de Naciones Unidas sobre el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras.
Los datos de las actuaciones llevadas a cabo en la provincia de Huesca han revelado la destrucción de un total de 40 armas cortas, 290 armas largas, y 165 de otras tipologías no especificadas. En el caso de Zaragoza, 1.023 han sido armas largas, 281 cortas, y el resto, 653, de otras característica.
En la conferencia celebrada este viernes con motivo del Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego ha quedado patente, entre otras cuestiones, la preocupación por la fabricación, transferencia y circulación ilícita de armas pequeñas y ligeras; así como por su acumulación excesiva y proliferación incontrolada en muchas regiones del mundo, que tiene consecuencias humanitarias y socioeconómicas de muy diversa índole y supone una grave amenaza para la paz, la reconciliación, la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible en los planos individual, local, nacional, regional e internacional".
A partir de ahí, la ONU estableció que cada 9 de julio se celebraría el Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego, con el fin de promover acciones para la eliminación de las armas de fuego de origen ilícito.
Actualmente, la competencia en materia de armas y explosivos que posee el Estado se materializa por medio de las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil. Estas unidades controlan el acceso legal a las armas, para lo cual el Reglamento vigente establece unos requisitos, entre los que se encuentran la carencia de antecedentes penales y la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre su uso y manejo.
Con el fin de evitar que un arma pueda ser utilizada indebidamente cuando el titular deje de tener derecho a su tenencia y uso, la normativa establece que sean inutilizadas o destruidas. En este sentido, la inutilización de un arma está regulada por una normativa muy severa desde el 2011, de tal modo que es sometida a un proceso que afecta a todas las piezas fundamentales de ésta
Igualmente, la Guardia Civil lleva a cabo la destrucción de armas de fuego de diversos calibres de forma periódica, así como de armas blancas prohibidas. Algunas de ellas están implicadas en ilícitos, penales o administrativos, y tras el correspondiente procedimiento se determinan su destrucción; y otras, que por cesar sus titulares en el derecho a la tenencia y uso y no haber sido adjudicadas en subastas, tienen el mismo fin. Todo ello permite que las armas sean reducidas a chatarra mediante un proceso de fundición o similar.
