sucesos
Lágrimas de dolor e indignación por el crimen de Samuel
El padre de Samu, Maxsoud Luiz, ha dejado en una especie de altar que los coruñeses han montado en el lugar donde fue asesinado su hijo ocho láminas manuscritas para agradecer el trabajo del 061 "por todo el esfuerzo realizado" y expresar su dolor porque "nos quitaron la única luz que iluminaba nuestra vida".
Un globo enorme con forma de corazón de color rojo preside una especie de altar que los coruñeses han montado en el lugar donde fue asesinado Samuel, adornado por peluches, fotos, velas y muchísimas flores en recuerdo de una vida compartida y robada a sus 24 años.
Pero lo que más conmueve, además del recuerdo, son las lágrimas, las de mucha gente que a lo largo de las horas pasa por esta acera, frente al mar, donde mataron de una larga y brutal paliza a Samuel.
De pronto seis personas se acercan al improvisado altar, unas rezan, otras depositan ramos, todas lloran. Es un dolor silencioso, cómplice, es un deseo de paz para Samuel, de apoyo para su familia, de imposible consuelo.
El padre de Samu, Maxsoud Luiz, dejó en ese lugar ocho láminas manuscritas para agradecer el trabajo del 061 "por todo el esfuerzo realizado" y expresar su dolor porque "nos quitaron la única luz que iluminaba nuestra vida".
"Un pensamiento de paz cada día", "Mucha fuerza, luz y amor Samuel, allá donde estés", "Justicia para Samuel", "Te quiero Samu", son también mensajes que sus amigos, familiares, conocidos y desconocidos han dejado donde la muerte lo encontró con forma de jóvenes homicidas. Cuatro ya han sido detenidos.
Algunas de esas personas permanecen en silencio ante el improvisado altar pero otras no son capaces de contener el sentimiento de indignación y claman contra lo incomprensible, la barbarie de arrebatar una vida sin más.
También hay quien pide un "gran servicio memorial" por Samuel al que "irían miles de personas porque miles le quieren y están con él". Se llama Andrés y dice ser "un cristiano roto y lleno de dolor por la violencia hacia nuestro hermano, hijo y amigo y compañero Samuel".
Aunque todavía no se ha confirmado el móvil de esta agresión mortal, el guante lo han recogido ya los grupos proderechos de las personas LGTBIQA+ de varias comunidades autónomas, que han convocado este domingo una manifestación nacional en La Coruña.
Con el lema 'Ante el odio y la violencia, no muestres indiferencia', los convocantes pretenden unificar todas las formas de violencia vividas en la ciudad de A Coruña y de toda España.
La marcha partirá el domingo a las 19.30 de la plaza de la Palloza y concluirá en la plaza de María Pita, si bien han convocado además una decena de movilizaciones en otras tantas ciudades del país.
Otro vecino de La Coruña ha promovido en la plataforma Change.org una petición dirigida al Ayuntamiento, que cuenta con 4.000 firmas en menos de 24 horas, para renombrar la Avenida de Buenos Aires, donde fue asesinado, como Avenida Samuel Luiz.
Desde el Consistorio herculino se ha aprobado este jueves una declaración institucional, que ha leído la alcaldesa, Inés Rey, por la que "los distintos grupos políticos de esta Corporación condenamos rotundamente cualquier tipo de violencia vinculada a la identidad sexual de una persona, en concreto la violencia ejercida contra el colectivo LGTBIQ".
No menciona el nombre de Samuel, aunque por la coincidencia, se intuye.
Será el juez el que determine si hubo o no delito de odio. Por ello, prudencia es una de las palabras más repetidas por policías y responsables de la administración cuando hablan de este terrible caso, porque la investigación sigue abierta y no se descartan más detenciones.
Y porque los jóvenes homicidas eran amigos entre ellos pero no conocían a Samuel. Mañana pasarán a disposición judicial, quizá digan algo más sobre un crimen con incógnitas por despejar.
