Vacunación covid de adolescentes y los casos de miocarditis

El pasado 31 de mayo se amplió la indicación de la vacuna Comirnaty (Pfizer/BioNtech) a personas a partir de 12 años de edad, una ampliación de rango respecto a los 16 años marcados anteriormente. Se determinó la vacunación de personas a partir de los 12 años de edad con condiciones de muy alto riesgo y/o en situación de gran dependencia, así como aquellas en centros de personas con discapacidad intelectual, centros tutelados y centros de educación especial. Se aclaró que el resto de adolescentes y preadolescentes no se priorizarán y se vacunarán cuando les corresponda por edad. A lo largo de este año académico en el que se ha mantenido la actividad escolar en España, se ha podido comprobar que los casos y brotes producidos en este ámbito han sido muy reducidos, y se estima que el riesgo de transmisión es muy bajo en el ámbito escolar.

Al tratarse de una situación anómala, que exige de investigaciones exhaustivas de cada caso o afección, se estudia a conciencia cada síntoma aparecido en más de un lugar o grupo de edad, y en los últimos meses se ha tratado de establecer una relación entre la administración de ciertas vacunas y efectos secundarios debidamente identificados.

Casos de miocarditis en población joven: sin pruebas de la relación directa con las vacunas

Una de las principales preocupaciones surgidas en los últimos meses fue la notificación de varios casos de miocarditis/pericarditis (inflamación del tejido muscular y la membrana que rodea al corazón, respectivamente) en adolescentes al pasar unos días desde la administración de vacunas frente a la covid-19, especialmente tras la segunda dosis de Comirnaty, pero a día de hoy no se ha establecido una asociación entre estas patologías y la vacunación.

Los episodios fueron más frecuentes entre varones jóvenes previamente sanos, siendo la sintomatología más habitual en siete casos descritos en una serie de EE.UU. (personas entre 14 y 19 años) y seis casos en Israel entre los 16 y los 45 años; se observó un dolor pectoral agudo y todos ellos presentaron elevación de la troponina, aunque ninguno de ellos mostró infección por SARS-CoV-2. Hay que recordar que la troponina es un tipo de proteína que se encuentra en los músculos del corazón; cuando estos músculos sufren cualquier daño, se libera troponina al torrente sanguíneo, sirviendo por tanto de biomarcador de daño miocárdico. A medida que el daño en el corazón aumenta, se libera más troponina en la sangre. En los casos descritos, la afección fue leve y las curaciones, rápidas, pero el tema sigue en evaluación.

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