El juez rechaza enviar a prisión a Brahim Gali y descarta retirarle el pasaporte

El líder del Frente Polisario niega cualquier implicación en las violaciones de derechos humanos de las que le acusan.

Protesta contra Brahim Gali a las puertas de la Audiencia Nacional
Protesta contra Brahim Gali a las puertas de la Audiencia Nacional
SERGIO PEREZ

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha rechazado una vez más enviar a prisión provisional o retirar el pasaporte al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, a quien ha pedido estar localizable tras tomarle declaración por videoconferencia a raíz de varias querellas interpuestas contra él.

Pedraz sigue considerando que no hay motivos que justifiquen medidas tan gravosas como las solicitadas por las acusaciones -que le acusan de delitos de lesa humanidad, genocidio y torturas, entre otros- y finalmente ha optado por seguir el criterio de la Fiscalía, que había pedido que Gali aportase un domicilio y un teléfono para estar localizable.

El juez no ve "riesgo de fuga alguno" porque "no consta" ningún dato "para apreciar que el investigado pueda o quiera sustraerse a la acción de la justicia, máxime a la vista de que en cuanto ha tenido conocimiento de los hechos investigados se ha personado en la causa y ha accedido a la práctica de su declaración, incluso a la vista del estado de salud en el que se encuentra que bien le hubiera permitido a su defensa solicitar posponer la declaración".

Señala además que la acusación "no ha suministrado elementos siquiera indiciarios" que avalen "la existencia de motivos bastantes para creerle responsable de delito alguno", dado que las declaraciones de testigos prestadas hace años "no tienen prueba corroborativa y de ellas no se sigue una participación en los hechos del investigado".

El líder del Frente Polisario ha negado cualquier implicación en las graves violaciones de Derechos Humanos que le atribuyen las dos querellas presentadas en su contra, durante la declaración.

Ghali, que ha declarado por videoconferencia desde el Hospital de San Millán-San Pedro (Logroño), donde está ingresado por complicaciones derivadas de la covid desde el pasado 18 de abril, estaba citado por una querella formulada por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) y por otra presentada por el activista saharaui Fadel Breica.

"El presidente Ghali ha explicado que su participación, como ministro de Defensa en aquella época, no tenía ningún tipo de responsabilidad ni de acción en la conducta que se le imputaba por parte de las acusaciones", ha dicho su abogado, el aragonés Manuel Ollé, en declaraciones a la prensa al término de la comparecencia judicial.

Ollé entiende que "ha ido muy bien" porque "se ha demostrado que son absolutamente falsos los hechos que han sido objeto de la acusación contra él".

Así, ha atribuido las acusaciones contra Ghali a "fines políticos", "para tratar una vez más de minar la credibilidad del pueblo saharaui y su lucha en el camino hacia la autodeterminación que le corresponde". 

"Se ve que se ha tratado, aprovechando que estaba aquí, de utilizarlo como un trofeo o como una presa política", ha denunciado. Por ello, ha avanzado que solicitará el sobreseimiento libre de las actuaciones y la condena en costas de las acusaciones al estimar que han actuado con "mala fe" y "temeridad".

La acusaciones, por su parte, han solicitado al juez que adopte medidas cautelares contra el líder saharaui para garantizar que permanece en España. En concreto, han reclamado que se le retire el pasaporte y ordene su ingreso en prisión provisional. La Fiscalía se ha limitado a pedir que facilite un teléfono y un domicilio para poder localizarlo.

Ahora, Pedraz tendrá que resolver sobre todo ello. El abogado se ha mostrado "optimista", asegurando que estas medidas cautelares adolecen de "falta de solidez". "Es como solicitar ahora, de acuerdo con lo que hay en los autos, que se ponga a nevar en Madrid", ha ilustrado. 

"Muy débil"

El letrado de la defensa ha destacado que Ghali ha hecho "un tremendo esfuerzo" por comparecer "voluntariamente" ante la justicia española, recalcando que sigue "muy débil".

Interrogado sobre cuánto tiempo permanecerá su cliente en España, ha indicado que habrá que esperar a que Pedraz resuelva. "Y, a partir de ese momento, (Ghali) decidirá lo que tenga por conveniente. Él está débil de salud y, en cuanto esté fuerte, él decidirá lo que tenga que hacer", ha zanjado.

Además, ha aprovechado para aclarar que entró en España con su pasaporte y subrayar que, a su llegada, "estaba más cerca de la muerte que de la vida".

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