Regresan a España los 60 montañeros atrapados en Nepal por la pandemia

Exteriores ha fletado un avión en el que también ha viajado el deportistas vasco afincado en Benasque Jonatan García y otros 40 alpinistas de diversas nacionalidades. 

Juanito Oiarzabal (d), en el aeropuerto de Katmandú junto a otros montañeros, entre ellos Jonatan García (con gorra)
Juanito Oiarzabal (d), en el aeropuerto de Katmandú junto a otros montañeros, entre ellos Jonatan García (con gorra)
Mariscal/EFE

Unos 60 montañeros y alpinistas españoles, atrapados en Nepal por el cierre de fronteras para combatir el coronavirus, ya han regresado a España a bordo de un avión de Iberia organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Aecid. El grupo más numeroso de los españoles lo forman 27 montañeros capitaneados por el alpinista Juanito Oiarzabal y el periodista Sebastián Álvaro, director del programa de TVE "Al filo de lo imposible", que prepara una serie de reportajes sobre el escalador.

También ha viajado a bordo el deportista vasco afincado en Benasque Jonatan García y el alpinista Carlos Soria y su grupo, quienes inicialmente rehusaron la oferta de retorno organizada por Exteriores, pero al ver cómo avanza de virulenta la pandemia en Nepal, han decidido regresar a Madrid.

Carlos Soria, de 82 años, ha regresado este viernes a Madrid “por responsabilidad” y sin poder realizar su sueño de escalar el Dhaulagri, uno de los pocos picos de más de 8.000 metros que le queda por conquistar.

“Volvemos con cierta decepción, pero las cosas estaban complicadas por el coronavirus y además el tiempo no ha ayudado: había cantidad de nieve para esta época del año”, ha explicado durante el vuelo. 

El avión de Iberia, que, como señaló el comandante Ramón Garrido en su alocución de bienvenida abordo, ha sido “el primer vuelo de Iberia en cubrir la ruta Madrid-Katmandú-Madrid”.

En el tramo Madrid-Katmandú, la nave iba cargada con 5,5 toneladas de medicamentos, respiradores y equipos de protección, en respuesta a una petición de ayuda de las autoridades nepalíes.

De vuelta, además, han viajado unos montañistas 40 europeos y de otras nacionalidades y algún nepalí con residencia en España.

En pleno vuelo, el veterano montañero no ha podido evitar lamentar la oportunidad perdida. Así, ha reconocido que, cuando la embajada española en la India (con responsabilidad en Nepal) le contactó para ofrecerle una plaza de retorno, tanto Soria como su pequeño equipo decidieron quedarse, aunque finalmente y al ver el veloz avance de la pandemia, y también por “responsabilidad”, decidieron sumarse al viaje.

Soria ha explicado que al llegar al Himalaya a principios de abril la situación de coronavirus parecía controlada, pero que enseguida empezaron a detectarse los primeros infectados y el número de contagios no dejó de crecer, especialmente en el campamento base.

Vista de Katmandú con la cordillera del Himalaya al fondo desde el avión en el que vuelven repatriados los montañeros.
Vista de Katmandú con la cordillera del Himalaya al fondo desde el avión en el que vuelven repatriados los montañeros.
Mariscal/EFE

“Hemos echado de menos que hicieran PCR en el campamento, a los 'sherpas' y, especialmente, a los que llegaban del Anapurna, que antes de llegar al campamento base estuvieron celebrando haber coronado”, ha explicado con evidente frustración.

Tras varias llamadas de Exteriores detallando lo impredecible de la situación y la posibilidad de que, tras la salida de este vuelo, tuvieran muchas más dificultades para abandonar la zona, Soria y sus compañeros se unieron a los demás y, tras presentar una PCR negativa, se sumaron al grupo organizado por la División de Emergencia Consular.

Atrás han quedado un miembro del grupo de Oiarzabal y Álvaro, ingresado en un hospital de Katmandú con neumonía por covid-19, y el alpinista Alex Txikon, quien aspiraba a coronar el Everest sin oxígeno y que se ha quedado en tierra por una PCR positiva.

Nepal, que el año pasado no registró una gran incidencia del virus, se ha visto sorprendida desde mediados de abril por una ola de contagios que está causando entre 8 y 9.000 contagios y una media de 220 muertes diarias.

En respuesta, el Gobierno nepalí decretó el bloqueo del tráfico aéreo internacional y el cese total de actividades salvo por dos horas al día, en las que los nepalíes pueden salir a hacer la compra.

La decisión de cerrar las vías aéreas dejó atrapados a miles de extranjeros en el país, en especial montañeros a quienes Nepal había vuelto a abrir el Everest, con lo que en los últimos meses había expedido un número récord de 408 permisos de escalada.

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