POLÍTICA

Las minorías del Senado temen un "camarote de los hermanos Marx" en el grupo Mixto

Teruel Existe y el PAR, entre los partidos integrantes "preocupados", porque podría pasar de 10 a 15 miembros tras la fuga de senadores de Ciudadanos y las elecciones en Cataluña y Madrid.

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Imagen del Senado.
Ballesteros

El grupo Mixto del Senado corre el riesgo de convertirse en un hiperpoblado "camarote de los hermanos Marx" donde cada vez tenga menos peso la voz de las minorías de la Cámara Alta porque el previsible aumento de sus miembros hará que toquen a menos en el reparto de tiempos y en los cupos de iniciativas.

Las alarmas han saltado a raíz de la incorporación a este grupo de Emilio Argüeso y Ruth Goñi, ambos procedentes de Ciudadanos, y ante la posibilidad real de que tras las elecciones madrileñas y las ya celebradas en Cataluña sus filas se engrosen con más senadores por designación autonómica, y pasen de diez a 15 ó 16 miembros.

"Preocupación" en Teruel Existe y el PAR

Senadores de Teruel Existe, Unión del Pueblo Navarro (UPN) y el Partido Aragonés Regionalista (PAR), todos integrados en el grupo Mixto, constatan a Efe su enorme "preocupación" por una situación que puede volverse insostenible, advierten, a partir del próximo período de sesiones.

Reclaman soluciones, y recuerdan que una de ellas sería la reforma del Reglamento que presentaron en febrero de 2020 y que un año después sigue pendiente de debate; se trata de cambiar de la norma una sola palabra para así rebajar de diez a seis el número de senadores exigidos para formar grupo parlamentario propio.

La composición de la Cámara territorial -265 senadores de los cuales 208 se eligen en las elecciones generales y 57 son designados por los parlamentos autonómicos- fluctúa a lo largo de cada legislatura porque cuando se celebran comicios autonómicos las respectivas cámaras legislativas deben renovar a sus representantes.

Las dos cuya renovación está pendiente aportan 15 parlamentarios al hemiciclo, ocho el Parlament de Cataluña y siete la Asamblea de Madrid, y entre ellos hay candidatos a engrosar el Mixto, los de partidos minoritarios sin capacidad para formar grupo propio.

Además, tras la grave crisis interna de Ciudadanos, su grupo parlamentario ha quedado reducido a cuatro senadores, dos por debajo del umbral mínimo, a falta de que Andalucía elija próximamente al sustituto de Fran Hervías, quien renunció al acta. Si cuando en junio acabe el vigente período de sesiones si la formación naranja sigue sin llegar a seis, los que queden tendrán que pasar al Mixto.

Las maniobras para escapar al embudo que supone este grupo ya han empezado, y así Fabián Chinea, de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), acaba de pasar a otro grupo, la Izquierda Confederal.

Allí conviven seis senadores autonómicos, pero van a perder a la catalana Sara Vilà (En Comú Podem), así que la incorporación de Chinea garantiza la supervivencia del grupo.

De seis formaciones diferentes

En suma, el Mixto cuenta ahora con tres senadores de Vox, dos de Teruel Existe, uno de UPN, otro del PAR, uno más del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y dos procedentes de Ciudadanos, la navarra Ruth Goñi y el valenciano Emilio Argüeso.

Un número que según Clemente Sánchez Garnica (PAR) todavía es manejable, pero que si sigue aumentando mucho más -él y sus compañeros calculan que puede subir entre cuatro y seis miembros- hará del Mixto un "grupo absolutamente imposible de gestionar".

Sin embargo, las variables que determinarán cómo quedará a partir de septiembre son muchas.

Porque también cuenta si Más Madrid mantendrá su senador integrado en la Izquierda Confederal, si Vox puede sumar o no uno por Madrid, si Ciudadanos renueva los dos que tiene designados por la asamblea madrileña... pero desde el actual grupo se insiste en que el panorama apunta claramente a la temida saturación.

Dividir en dos el grupo Mixto

"Lo ideal sería dividir el grupo Mixto en dos, reglamentariamente es complicado, pero se podría conseguir con voluntad política y el apoyo y comprensión de los grupos mayoritarios", explica Sánchez Garnica, quien lamenta que un año después de la propuesta de reforma del Reglamento ni el PSOE ni el PP se hayan pronunciado al respecto.

Con diez senadores -y subiendo- el problema es que cada formación dispone cada vez de menos tiempo para intervenir en los plenos por mucho que la Presidencia actúe con flexibilidad y además se reducen las posibilidades de formular preguntas en las sesiones de control, insiste Joaquín Egea, de Teruel Existe.

Este senador califica de auténtica "locura" que el grupo Mixto pueda acabar con 15 senadores, los mismos que ERC, el tercer grupo parlamentario de la Cámara tras PSOE y PP, y recuerda que los portavoces de turno insisten en cada Junta de Portavoces en plantear el problema de la "poquita voz" que se les está quedando a las minorías en una Cámara que se dice territorial.

Una "paradoja", explica, que podría solucionarse con la reforma reglamentaria planteada y la consabida "voluntad política" que reclaman de las mayorías, las cuales siempre tienen la llave de la formación de grupos al comienzo de cada legislatura con la estratagema de los "préstamos" provisionales de senadores.

El Reglamento actual obliga a contar con un mínimo de diez senadores para poder formar grupo propio pero también permite que después bajen a seis sin que comporte su disolución, así que los mayoritarios ceden alguno de los suyos temporalmente, solo para formalizar su constitución, ya que después se vuelven a marchar.

Con este truco lograron grupo propio Ciudadanos (con ayuda del PP) y la Izquierda Confederal (apoyados por el PSOE), pero no así seis senadores del Mixto que buscaban agruparse al margen de Vox y no consiguieron respaldo para ello.

Se trata, según la reforma propuesta, de un "evidente agravio comparativo" que deja a la voluntad "discrecional" de las mayorías la habilitación de grupos, lo que se evitaría cambiando el artículo 27 del Reglamento, de modo que se reduzca ese requisito de diez a seis senadores y se acabe con el régimen de préstamos.

En similares términos, el senador de UPN Alberto Catalán lamenta la falta de atención que tanto en la Mesa del Senado como en las reuniones de la Junta reciben los portavoces del Mixto ante sus reiteradas quejas y recalca la necesidad de encontrar soluciones.

Porque, y en eso coincide con los otros senadores de su grupo, si el Senado es una cámara territorial debe demostrarlo y procurar que los senadores de las minorías puedan desempeñar la función representativa para la que fueron elegidos. 

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