El Rey agradece a Andorra que acogiera a españoles huidos por la Guerra Civil

En la primera visita oficial de un monarca español al Principado, don Felipe mostró su agradecimiento al país "vecino y hermano", del que valoró que se haya convertido, como España, en "un Estado de derecho plenamente democrático" después de que fuera reconocido por la ONU en 1993 al aprobar su constitución.

Felipe VI transmitió este jueves su "sincera gratitud" al pueblo de Andorra por haber sido tierra de acogida y de adopción para muchos españoles, tanto del bando republicano como franquista, que buscaron refugio debido a la Guerra Civil.

En la primera visita oficial de un Rey español a Andorra, don Felipe mostró su agradecimiento al país "vecino y hermano", del que valoró que se haya convertido, como España, en "un Estado de derecho plenamente democrático" después de que fuera reconocido por la ONU en 1993 al aprobar su constitución.

La cena de honor ofrecida por los copríncipes de Andorra, el arzobispo de La Seu d'Urgell (Lleida), Joan Enric Vives, y Patrick Strzoda, el representante del presidente francés, Emmanuel Macron, el otro jefe de Estado de Andorra, ha completado la primera jornada de la estancia de los Reyes en el país pirenaico.

Un viaje que, según el monarca, constata la estrecha relación bilateral entablada en los últimos años después de más de siete siglos de vecindad.

Felipe VI recordó que Andorra fue "tierra de acogida para españoles", en particular en episodios trágicos de la historia de España, como la Guerra Civil (1936-1939).

"En aquel tiempo, este país fue refugio y, a veces, tierra de adopción definitiva para ciudadanos de las dos partes contendientes en aquella guerra. En nombre de todos ellos y de España, quiero mostrar en esta oportunidad mi sincera gratitud nuevamente al pueblo andorrano", remarcó Felipe VI, quien ya reconoció al exilio republicano durante su reinado cuando estuvo en México y Francia.

El turismo y la pandemia

El Rey comenzó en catalán, el idioma oficial de Andorra, el único discurso de su viaje.

Tras su referencia a la historia, don Felipe se refirió a los "muy duros y difíciles" momentos que viven los dos países debido a la pandemia, para cuyas víctimas tuvo un recuerdo.

Resaltó el hecho de que la crisis sanitaria haya puesto en jaque al turismo, motor común de la economía de España y Andorra.

"Expresamos nuestra comprensión ante esta dificultad que compartimos en toda la región pirenaica y nuestra voluntad de colaboración mutua, como venimos haciendo desde hace ya más de un año en materia de atención sanitaria", agregó.

El Rey también ofreció el respaldo de España para que avance la negociación del acuerdo de asociación de Andorra con la UE en su aspiración de ser parte del mercado interior europeo.

De igual modo, valoró "el firme compromiso" del país vecino con Iberoamérica y la organización de la cumbre prevista el 21 de abril, a la que regresará Felipe VI junto al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

El cambio climático y los Pirineos

Al margen de la recuperación económica, el monarca apuntó otros retos compartidos, como la lucha contra el cambio climático que amenaza a espacios como los Pirineos.

Frente "al miedo y la incertidumbre" ante los desafíos presentes y futuros, don Felipe animó a estrechar la colaboración para afrontar lo que denominó "una tarea histórica".

"Por la amistad entre nuestros pueblos y por un futuro compartido de progreso y prosperidad", concluyó Felipe VI en su brindis.

Al no formar parte de la agenda política del viaje, en su alocución no hubo ninguna alusión a la fiscalidad de Andorra tras reavivarse hace unas semanas la polémica por que algunos famosos españoles hayan trasladado su residencia por la baja tributación.

Como consecuencia de las restricciones sanitarias, en la cena celebrada en un hotel de la capital solo participaron 38 comensales, distribuidos en mesas de seis.

Entre los invitados estaban la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, el jefe del Gobierno andorrano, Xavier Espot, y otras autoridades del país.

Amistad y cooperación

El arzobispo de La Seu d'Urgell, en su condición de copríncipe, afirmó que Andorra acoge con "los brazos abiertos" a los Reyes desde "la amistad, la lealtad y la cooperación".

En su discurso en catalán, Vives enfatizó que Andorra es un país de "paz, diálogo y cordura" y de gente "trabajadora, tenaz y montañera" nunca perturbado por la guerra.

Al Rey le pidió "la comprensión y la ayuda" de España para que el proceso de apertura al exterior de Andorra sea "exitoso" y le agradeció las vacunas contra la covid-19 cedidas por España.

Al igual que don Felipe, puso de relieve el que Andorra haya sido tierra de acogida de "refugiados que huían de regímenes que violentaban las libertades" y de españoles que buscaban una mejor vida.

La estancia de los Reyes en Andorra concluirá este viernes con una agenda de carácter más cultural y el desplazamiento al pueblo de Ordino.

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