Madrid, abocada a elecciones o moción de censura

Díaz Ayuso rompe con Ciudadanos y llama a las urnas ante el temor de seguir los pasos de Murcia y ser desalojada del Gobierno.

Isabel Díaz Ayuso
Isabel Díaz Ayuso
Efe

De forma inesperada, el tablero político autonómico sufrió hoy un terremoto cuya magnitud aún está por calibrar. El movimiento de Ciudadanos al romper la coalición con el PP que sostenía el Gobierno de Murcia se sintió con fuerza a 400 kilómetros de distancia, los mismos que separan el Palacio de San Esteban de la madrileña Puerta del Sol. El temor a seguir el mismo camino que Fernando López Miras llevó a Isabel Díaz Ayuso a poner fin a su matrimonio gubernamental, ordenar la disolución de la Asamblea y convocar elecciones para el 4 de mayo. "He decidido tomar esta decisión, en contra de mi voluntad, por responsabilidad", aseveró la presidenta regional.

Pero no está claro que vaya a conseguirlo. El PSOE y Más Madrid reaccionaron con rapidez al anuncio y una hora después ya habían presentado sendas mociones de censura que eran admitidas a trámite por la Mesa de la Cámara autonómica dejando la convocatoria electoral en el aire. Aunque Díaz Ayuso registró el decreto de disolución de la Asamblea antes de que las formaciones de Ángel Gabilondo y Mónica García oficializaran sus peticiones, el órgano parlamentario entiende que el documento no tiene validez hasta que no sea publicado en el Boletín de la Comunidad de Madrid (BOCM).

Los populares discrepan de esta interpretación del reglamento y prometen dar la batalla jurídica conscientes de que una moción de censura puede privarles de uno de sus principales bastiones autonómico. Consideran que el presidente de la Mesa, Juan Trinidad, de Ciudadanos, habría prevaricado al tramitar las mociones de la izquierda con la Cámara madrileña ya disuelta e insisten en que la medida "se entiende decretada" aunque su publicación se recoja al día siguiente en el BOCM tal y como queda establecido en el artículo 42 de la ley electoral madrileña.

Un "capricho personal"

Tras año y medio de desencuentros en el seno del Gobierno de coalición, Díaz Ayuso apretó el botón de las elecciones convencida de su victoria en las urnas, de un nuevo batacazo de Ciudadanos y con Gabilondo, su rival principal, encarando la puerta de salida -su nombre suena con fuerza como Defensor del Pueblo-. La dirigente popular venía acariciando esa opción desde hace meses pero hasta ahora lo había frenado la dirección nacional del PP. "Si no tomaba la decisión, Ciudadanos y PSOE habrían presentado una moción de censura que hubiera causado el desastre en Madrid", justificó la mandataria autonómica.

Esa afirmación, sin embargo, fue desmentida con rotundidad por quien hasta este miércoles era su socio de Gobierno. "No puedo creer la cantidad de mentiras que ha dicho. Hemos respetado a pies juntillas el acuerdo firmado", se defendió Ignacio Aguado. El hasta ahora vicepresidente acusó a la popular de traicionar el pacto que ambos firmaron a comienzo de la legislatura y de guiarse por un "capricho personal" cuando los liberales no tenían previsto entrar en ninguna operación para descabalgarla. Fuentes de la cúpula insisten en que el movimiento de Murcia era "puntual" y que no se iba a extender a otras comunidades autónomas.

Los puentes entre ambas formaciones están absolutamente rotos. Ayuso ha cesado a todos los consejeros de Ciudadanos, incluido el propio Aguado, y ahora tendrá tendrá que reorganizar su gabinete de cara a los dos meses de gobierno en funciones que podría afrontar de imponerse la disolución de la Cámara madrileña a las mociones de censuras presentadas contra ella.

La presidenta de la Comunidad de Madrid rompe el pacto con Ciudadanos y convoca elecciones para el martes 4 de mayo

Los juristas creen que prima el decreto para ir a las urnas

Diferentes juristas coincidieron este miércoles en que, a priori y por una cuestión meramente temporal, primaría el decreto de convocatoria de elecciones firmado por la presidenta de la Comunidad de Madrid-en teoría, en funciones desde ese momento- sobre las dos mociones de censura presentadas por PSOE y Más Madrid. En cualquier caso, es probable que el asunto acabe en los tribunales si ambas formaciones de izquierda presentan algún tipo de recurso.

El argumento de estos dos partidos es que el decreto sellado por Díaz Ayuso antes de sus mociones no sería válido hasta su publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM). Pero distintos juristas respaldan la tesis del Ejecutivo regional de que la decisión de acudir a las urnas, el próximo 4 de mayo, tendría firmeza desde el momento mismo en que es suscrita.

El controvertido decreto conlleva también la disolución de la Asamblea de Madrid, lo que fue comunicado a su presidente por carta. Eso fue por la mañana, y como las mociones se registraron por la tarde ante la Mesa del Parlamento regional, que preside Ciudadanos, esos mismos expertos consideran que dicho acto no tendría validez. Por lo tanto, a priori, tampoco se podría convocar un Pleno extraordinario para debatirlas.

En todo caso, parece que la última palabra la tendrá el Tribunal Superior de Madrid.

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