Sanidad espera que las vacunas traigan la 'vieja normalidad' al final del verano

A pesar de los reveses de algunos de los proyectos, el Gobierno cree que a mitad de año tendrá inmunizada a más del 40% de la población.

Viales de la vacuna de Pfizer
Viales de la vacuna de Pfizer
EP

En Sanidad tratan de ser cautelosos en extremo, aunque el optimismo se ha apoderado en las últimas semanas del departamento que dirige Salvador Illa. El horizonte, por fin, es claramente esperanzador gracias a las vacunas. Nadie quiere echar las campanas al vuelo ni pillarse los dedos con calendarios, pero en el Gobierno ya se atreven a hacer previsiones. Es más, en Sanidad ya vaticinan que es probable que España se acerque a finales del próximo verano a algo muy parecido a la 'vieja normalidad' que perdió en marzo de 2019.

El propio Salvador Illa, en su última intervención en el Congreso el pasado jueves, rompió su regla de ser siempre el más precavido y aventuró que para verano Sanidad espera tener el "número suficiente" de inmunizados para poder relajar de manera generalizada las "medidas de seguridad" en toda la población. Illa no quiso hablar de regreso a la normalidad para entonces, pero sus colaboradores creen que es probable que "si todo va bien" España supere los 28 millones de vacunados a finales de verano o como muy tarde a principios de otoño. Esos niveles de inmunización supondrían sobrepasar del 60% de la población con anticuerpos, la barrera que fija la ansiada 'inmunidad de rebaño', la situación en la que el virus dejaría de tener capacidad de transmitirse por falta de personas en las que hospedarse. Para final de año, según los planes, la crisis sanitaria debería haber acabado por completo, ya que España, tras gastar unos 1.000 millones de euros, contará en 2021 con 140 millones de dosis suficientes para inmunizar a 80 millones de personas, muy por encima de los 47 millones de habitantes del país.

En la sede de Sanidad, eso sí, acaban cualquier previsión con la coletilla "si todo va bien". Y es que no solo la pandemia ha demostrado ser imprevisible. También el acceso a las vacunas está demostrando estar lleno de contratiempos. En las dos últimas semanas han aparecido problemas de diferente género en al menos tres de los siete proyectos en los que España, a través de la plataforma de compras de la Comisión Europea, participa. Aun así, el calendario del Gobierno anunciado por Pedro Sánchez y Salvador Illa se mantiene: las primeras vacunas llegaran a España en los primeros días de enero y el 40% de la población -entre 15 y 20 millones de personas- estaría inmunizada antes de mayo o junio, gracias fundamentalmente a las cuatro vacunas que ya están siendo analizadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA): Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen. Los otros tres proyectos (Sanofi-GSK y CureVac y Novavax), mucho más retrasados, todavía no han presentado sus vacunas al ente regulador, por lo que es casi imposible que lleguen a España antes de verano.

Según han confirmado todas las fuentes consultadas, la primera oleada de vacunas que se inocularán va a ser en su totalidad de viales de Pfizer a pesar de los pequeños reveses que ya ha sufrido este proyecto. La multinacional, que ya tiene la luz verde del Reino Unido y Estados Unidos para comercializar su vacuna y que el 29 de diciembre tendrá la autorización de la EMA para hacer lo propio en Europa, el pasado 4 de diciembre, no obstante, anunció que tendrá que recortar de 100 millones a 50 la producción de dosis prevista para este mes de diciembre por problemas en los suministros de materias primas de proveedores que no han "satisfecho los estándares". A pesar de este contratiempo, Sanidad confía en contar durante el primer semestre con unos 20 millones de dosis de la fórmula de Pfizer que, al ser de doble toma, servirían para inmunizar a unos 10 millones de personas. Adicionalmente, podría tener otros 10 millones de viales durante el 2021.

Reacciones alérgicas

El departamento que dirige Salvador Illa tiene intención de hacer un uso masivo de esta primera vacuna a pesar de que la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido (MHRA, por sus siglas en inglés) ha avisado esta semana del riesgo de que personas con un abultado historial alérgico anterior puedan presentar reacciones a la vacuna de Pfizer.

Sanidad va a poner en marcha un "sistema de farmacovigilancia" para supervisar los posibles efectos adversos y tendrá un registro de todas las reacciones a través de un fichero único y nacional, pero en cualquier caso los especialistas del ministerio ya avisan que los dos casos de problemas localizados en el Reino Unido (que empezó esta semana su campaña de vacunación) eran de personas que debían portar siempre adrenalina consigo por su continuas alergias.

El problema logístico que parecía presentar esta vacuna (su conservación por debajo de los 70 grados negativos) ya está solventado. Sanidad ha dado por buena la solución de Pfizer: la distribución de los viales en unos contenedores especiales de 'hielo seco' construidos 'ad hoc' y que podrán llevar las dosis (incluso conservarlas durante semanas) en los 13.000 puntos de vacunación del país.

Las dosis de Moderna serán la segunda andanada que llegará en el primer trimestre. Su vacuna monodosis podría inmunizar a unos 8 millones de habitantes en cuanto la EMA de su visto bueno el 12 de enero.

Menos certezas con otras de las apuestas para la inmunidad

Las certezas (o al menos los pronósticos con cierta base) acaban en el Ministerio de Sanidad en los proyectos de Pfizer y Moderna. A partir de ahí hay más dudas que seguridades sobre calendarios y otros detalles. Aunque la fórmula de AstraZeneca con la Universidad de Oxford ya está siendo estudiada por la EMA, en Sanidad reconocen no saber cuándo podrá estar disponible ni su grado de efectividad. El consorcio ha reportado errores de fabricación que han reducido su eficacia y el anuncio el pasado viernes de que va a ensayar combinar su fórmula con la rusa Sputnik V ha hecho que el Gobierno descarte la llegada de los más de 30 millones de vacunas de doble dosis comprometidas en el primer trimestre. 

Mucho más lejos se presenta el horizonte de otro de los proyectos en los que España, en principio, depositó muchas esperanzas, el de Sanofi-GSK. El consorcio al que España ha comprado otros 30 millones de dosis anunció esta semana que su vacuna no estará lista, como esperaba, a principios del segundo semestre de 2021, sino que se retrasa al menos hasta el cuarto trimestre del año que viene al comprobar su respuesta insuficiente" en las personas mayores.

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