Pablo Iglesias: "Somos dos partidos, los tiras y aflojas son la garantía de que se cumple el acuerdo"

El vicepresidente segundo del Gobierno aborda, en una entrevista con 20minutos, el escenario político que se abre tras la luz verde a las Cuentas.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, en su despacho.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, en su despacho.
Jorge Paris/20Minutos

¿Qué valoración hace del primer año de Gobierno de coalición? 

2020 se va a valorar en todas partes como el año de la Covid-19, una emergencia sin precedentes con la que se encuentra nada más y nada menos que el primer Gobierno de coalición en más de 80 años en la historia de España. Si a alguien le hubieran dicho que íbamos a armar un escudo social sin precedentes, que íbamos a crear el ingreso mínimo vital, que íbamos a nacionalizar los salarios –que es básicamente lo que han significado los ERTE– y que íbamos a lograr reforzar la mayoría de la investidura, creo que pocos se lo habrían creído. Entonces, con la preocupación por lo que implica una crisis sanitaria que todavía no se ha resuelto, creo que podemos estar muy satisfechos.

Pero el Gobierno no está exento de conflictos. ¿Cómo los gestionan? 

Es normal que esas tensiones se produzcan, y yo diría que además es positivo. Creo que se ha inaugurado una nueva cultura de la coalición en España que refuerza los mecanismos democráticos, que expresa que los ciudadanos votan diferente, que somos dos fuerzas políticas con intereses diferentes, con programas diferentes y con planteamientos diferentes, que en algunas cosas estamos de acuerdo y en otras no.Y en las que no estamos de acuerdo negociamos y hay tiras y aflojas, y esa es la mejor garantía de que se cumple el acuerdo de legislatura. Ocurrió con el decreto para paralizar los desahucios, con la regulación de los alquileres, con el ingreso mínimo vital y con muchas cosas.

¿En qué va a notar el ciudadano los nuevos Presupuestos?

Es impresionante la inversión. Estos Presupuestos no se pueden desligar de un cambio de paradigma en Europa, porque la Covid ha puesto fin al paradigma neoliberal de la austeridad. Son unos Presupuestos neokeynesianos, expansivos, que asumen el papel emprendedor del Estado. Aumenta un 150% la inversión en sanidad, aumenta la inversión en educación, en servicios sociales, en dependencia, y eso se traduce en que los ciudadanos van a notar que el Estado no se pone de perfil y responde. La inversión social es la mejor medida en términos de eficiencia económica. Invertir en educación, en dependencia, en sanidad, es la mejor garantía de que vamos a estar mucho mejor preparados.

¿Van a subir el año que viene el salario mínimo? 

Bueno, hay un compromiso de legislatura que tenemos que cumplir. Los momentos exactos de la legislatura en los que se producirán esas subidas del salario mínimo no los vamos a concretar ahora, pero el compromiso es inequívoco. Cuando termine la legislatura, el salario mínimo interprofesional tiene que haber subido, porque está firmado.

¿Se plantean una reforma para establecer la jornada laboral de 32 horas? 

La reducción de la jornada de trabajo es algo bueno. La clave es la reorganización del tiempo, no atendiendo solamente a la cuestión de las horas, sino también a la conciliación, el descanso o las horas extraordinarias. Trabajo lleva mucho tiempo analizándolo, y yo creo que se van a producir avances muy interesantes.

¿Durante esta legislatura? 

Espero que sí.

¿Derogarán la reforma laboral?

El Ministerio de Trabajo está haciendo una tarea magnífica, llevando a cabo un desmantelamiento progresivo de la reforma laboral del PP, que hizo mucho daño a nuestro país. El ministerio va a seguir trabajando en esa dirección. Habrá momentos en los que sea más fácil y momentos en los que haya que debatir.

El ministro Escrivá reconoció que falta personal para gestionar el ingreso mínimo. ¿Le están poniendo remedio? 

Quiero agradecerle a José Luis [Escrivá] reconocer que no siempre hacemos las cosas perfectas. El ingreso mínimo vital fue un gran avance para la democracia española, pero está teniendo problemas, no está llegando a toda la gente a la que tendría que llegar. Reconocerlo es ser honestos, y en Unidas Podemos vamos a poner mucho esfuerzo en que podamos corregirlo.

¿Teme que, teniendo ya Presupuestos, pueda usted perder influencia en el Gobierno?

Somos un Gobierno de coalición y tenemos que tomar las decisiones juntos, y ahora tenemos que hacer cosas muy importantes. Estamos hablando de la reconstrucción de nuestro país. Se van a poner encima de la mesa todo tipo de hipótesis para hacer daño al Gobierno de coalición, para decir que no nos entendemos. Un día dirán ‘Iglesias no pinta nada’, al día siguiente dirán ‘Iglesias es el presidente en la sombra’. Eso forma parte de las reglas del juego, hay que tomárselo con ironía.

¿Pero teme perder parte de su influencia? 

Al contrario. Este año ha sido un año de consolidación, de ver cómo funcionan las dinámicas para resolver situaciones en un Gobierno de coalición. Y, con toda modestia, creo que hemos sacado los Presupuestos adelante con nota, y ahora nos toca seguir gobernando juntos.

¿Entiende que hay sectores, también de la izquierda, a los que les chirría el pacto con Bildu? 

Tenemos que estar satisfechos, como logro de la democracia, de la normalización política. Los acuerdos de Ajuria Enea, firmados también por el PP, decían que cualquiera que renuncie a la violencia y apueste por las vías políticas y legales tendrá la mano tendida. Eso hoy es una realidad obvia, y creo que eso es el mayor éxito de la democracia. El problema es que ahora, y basta ver lo que dice el PP y lo que dice la ultraderecha, algunos están haciendo el giro contrario, se están situando fuera de la democracia y fuera de la Constitución.

Pero hablamos de un partido que, entre otras cosas, ampara los homenajes a etarras cuando salen de prisión. 

Claro, y a mí eso no me gusta, igual que me horroriza que se homenajee a la dictadura. A mi tío abuelo le fusilaron, mi abuelo estuvo en la cárcel cinco años y condenado a muerte, mi padre estuvo en la cárcel por defender la libertad. Imagínese lo que siento yo cuando veo homenajes a Franco, o cuando Vox dice que los gobiernos de la dictadura eran preferibles al actual. Pues me produce rechazo también, ambas cosas. Pero estamos en un momento en el que los dirigentes de la izquierda abertzale están condenando el terrorismo.

¿En qué estado llega la Constitución a su 42 aniversario?

Hoy no hay una correlación parlamentaria que permita una gran reforma constitucional. Nosotros reivindicamos el constitucionalismo social, y el día de la Constitución es apropiado para hacerlo y, al mismo tiempo, para asumir que hay debates, como el de la monarquía, que están en la sociedad.

¿Hay o no hay acuerdo para renovar el CGPJ? 

El PP no quiere renovar el CGPJ, y eso es situarse en rebeldía frente a un mandato constitucional. Es escandaloso que en España el CGPJ lleve dos años en funciones, y que además el principal partido de la oposición diga abiertamente que no lo quiere renovar porque la correlación actual les conviene más. Es como si nosotros dijéramos: ‘Ah, no, pues mientras ustedes estén gobernando con la ultraderecha, no convocamos elecciones generales’.

¿Cómo valora el escenario judicial de Podemos? 

Desde que nacimos somos el partido más investigado. Tenemos 13 o 14 denuncias por financiación ilegal, todas ellas han sido archivadas. Solo puedo decir que investiguen hasta el final, todos sabemos cuál va a ser el resultado.

"Las eléctricas presionan a ministros"

Acaban de acordar el fin de los desahucios hasta mayo. ¿Por qué ha costado tanto?

José Luis [Ábalos] al final estaba de acuerdo conmigo en que teníamos que poner fin a los desahucios. Estábamos acostumbrados a que, tradicionalmente, a los gobiernos les presionaban la patronal inmobiliaria, el Ibex y los poderes económicos. Ahora al Gobierno también le presionan los sindicatos de inquilinos, los sindicatos de clase, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, y es evidente a quién llama cada uno. Yo hago mi trabajo, porque yo sé quién nos ha votado, para qué nos ha votado y sé los intereses que estoy representando en el Gobierno. Y creo que la gente no es tonta y sabe perfectamente cuáles son las diferentes vías de presión que recibe un Gobierno. Es evidente que el PSOE es una fuerza muy distinta a Unidas Podemos y creo que todo el mundo sabe hacia dónde tira cada uno.

Usted ha convencido a esa parte del Gobierno de que tiene que prohibir desahucios. ¿A usted le han convencido de que no hay que prohibir el corte de suministros? 

Nadie entendería que, con el frío que está llegando, pueda haber familias vulnerables que, por unas circunstancias de vulnerabilidad que nadie elige, puedan ver cómo se les corta la luz o la calefacción. Eso lo entendemos todo el Gobierno, y todos recibimos presiones. Yo sé que las compañías energéticas presionan a algunos ministros, porque defienden sus intereses. La obligación del Gobierno, y en particular de Unidas Podemos, es defender el interés general.

¿Hay ministros que no defienden el interés general? 

(Sonríe) Todos estamos obligados a defender la Constitución.

Pero Transición Ecológica es clarísima: no quiere prohibir los cortes. 

Lo que no se puede permitir el Gobierno es que haya familias vulnerables que, cuando llega una ola de frío, se queden sin luz y calefacción. No es fácil dar una solución política y técnica, pero la tenemos que encontrar, porque no podemos permitirlo.

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