PSOE y Podemos ven coalición "para años" tras el sí del Congreso a los Presupuestos

Rufián presume de que el "centro de gravedad del Estado" haya cambiado a favor de los partidos independentistas vascos y catalanes.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de espaldas, aplaudida por Pedro Sánchez, Carmen Calvo y Pablo Iglesias.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de espaldas, aplaudida por Pedro Sánchez, Carmen Calvo y Pablo Iglesias.
Mariscal/EFE

Los primeros Presupuestos del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos van ya rumbo al Senado. El texto será aprobado definitivamente en la Cámara baja el próximo día 29, justo a tiempo para evitar la tercera prórroga consecutiva de las Cuentas diseñadas en 2018 por el popular Cristóbal Montoro, pero este jueves superaron en el Congreso su votación determinante con 188 votos favorables por 154 en contra en la mayoría de las secciones. Es una cifra algo inferior a la lograda en el debate inicial del proyecto, cuando Ciudadanos aún consideraba dar su apoyo, pero está muy por encima de los 167 'síes' con los que Pedro Sánchez superó su investidura el pasado enero.

Las formaciones del Ejecutivo se mostraron exultantes con el resultado de unas negociaciones que les han permitido contar con el respaldo de once fuerzas parlamentarias, entre ellas, los independentistas de Esquerra y EH-Bildu. "Abandonen toda esperanza porque hay Gobierno para muchos años", clamó la vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra, frente a PP y Vox. "El Gobierno de coalición tiene tres años más de trabajo por delante y probablemente -remarcó también el portavoz de Podemos, Pablo Echenique- muchos más".

Los dos partidos coinciden en que, con los Presupuestos de 2021 aprobados, no hay ya razones para temer un fin abrupto de la legislatura. Aunque la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró que su propósito es presentar a la Cámara un nuevo proyecto presupuestario cada año, ambas fuerzas, asumen que no habrá problema en seguir gobernando si es preciso con las cuentas prorrogadas. Pero eso no significa que lo que queda por delante vaya a ser fácil.

Lastra defendió en el pleno que se haya recurrido a las fuerzas independentistas porque la situación excepcional generada por la pandemia exigía el concurso de todos sin excepción. "Nos separa a veces casi todo -adujo- nos alejan trayectorias, muchos principios y no pocas aspiraciones políticas, pero estamos de acuerdo en reconstruir empleos, empresas, familias y por encima de todo, vidas". Lo que el PSOE presenta como una alianza coyuntural, sin embargo, es para su socio de coalición un pacto de legislatura para la "dirección de Estado". Y la proposición que firmó ayer mismo con los separatistas para que las lenguas cooficiales puedan usarse en las instituciones en igualdad de condiciones que el castellano es una muestra más de ello.

Ampliar la mayoría

La discrepancia fue también palpable en la intervención de la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo que, en una valoración tras la votación, evitó por todos los medios otorgar a Esquerra y Bildu el carácter de socios "prioritarios", un calificativo que solo asignó al PNV. Es más, insistió en que su intención es "consolidar" la mayoría lograda en los Presupuestos y "ampliarla", es decir, sumar a Ciudadanos, al que ni Podemos ni los independentistas quieren ver ni en pintura. El tira y afloja, pues, está servido.

Los independentistas han evitado durante la negociación de las Cuentas hacer exigencias expresas sobre cuestiones identitarias y han centrado sus demandas en cuestiones de índole social y laboral. Pero el lunes Bildu ya advirtió de que ahora espera que el "bloque histórico" que ha apoyado los Presupuestos de paso a "soluciones históricas" para el País Vasco y Cataluña. Y el portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, reclamó un gesto con los presos del 1-O antes de las elecciones del 14 de febrero, aunque fuera de forma velada.

El dirigente republicano aseguró que está dispuesto a que JxCat, el partido de Carles Puigdemont, le llame "traidor" a cambio de medidas beneficiosas para quienes peor lo están pasando en la crisis. Pero también presumió de que "el centro de gravedad" del Estado ha cambiado ahora que el Gobierno pacta "obligadamente" con el independentismo catalán y vasco, y reclamó al Ejecutivo hacer lo "posible y lo imposible" para demostrar "que la política y el diálogo sirven de algo"..

También el portavoz del PDECat, Ferran Bel, que en contra el resto del grupo de JxCAT apoyó los Presupuestos, reclamó al Gobierno que mueva ficha. "Saben lo que estamos arriesgando algunos con esto. Vamos a ser muy exigentes -avisó-. No puede ser que en Cataluña se mantenga una situación donde existan presos políticos, exiliados y una cantidad enorme de represaliados".

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