Los presos independentistas atribuyen la revocación del tercer grado a "la venganza"

La sentencia del Tribunal Supremo que ha revocado el tercer grado a los presos del 'procés' ha supuesto una cascada de reacciones de todos los afectados.

Los exconsejeros presos, en el Parlament
Los exconsejeros presos, en el Parlament
EFE/Reuters

La mayoría de los presos independentistas han atribuido la revocación del tercer grado penitenciario a los presos del "procés" por parte del Tribunal Supremo a su supuesto deseo "de venganza" contra el independentismo catalán.

El Tribunal Supremo ha revocado el tercer grado concedido por la Generalitat a los nueve condenados a prisión por el "procés", quienes tampoco podrán gozar del régimen flexible que les permitía salir para ir a trabajar o hacer voluntariado en virtud del artículo 100.2 del reglamento penitenciario.

Por parte de las dos presas que aún disfrutaban del tercer grado, la exconsellera Dolors Bassa y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, esta última ha indicado en Twitter que "como siempre nos hemos enterado de que tenemos que entrar en prisión a través de los medios de comunicación", y ha añadido que "es vergonzosa la falta de respeto hacia nosotras y nuestras familias". 

Cascada de reacciones en Twitter

El líder de ERC y exvicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, ha indicado a través de su perfil en Twitter que "el Tribunal Supremo dicta venganza de nuevo" y envía "un abrazo enorme" a Carme Forcadell y a Dolors Bassa.

El exconsejero Raül Romeva también se ha referido a la revocación del tercer grado a través de un mensaje en Twitter: "se confirma el más previsible de los escenarios", ya que "el Supremo ha vuelto a dictar sentencia y, poco a poco, este Estado se va convirtiendo en una gran cárcel, una democracia fallida que están creando ellos mismos".

Otro exconseller preso, Jordi Turull, ha afirmado sobre la revocación del tercer grado, que "el escarmiento, la venganza de Estado y la aplicación del derecho penitenciario del enemigo no dejan ningún margen para las sorpresas".

También desde la cárcel de Lledoners (Barcelona), el exconseller Josep Rull ha indicado en las redes sociales: "lo dijimos desde el primer día: al TS no le preocupa ni la justicia ni los derechos civiles, solo el escarmiento", y ha añadido que "la revocación del tercer grado es un castigo político, por nuestra ideología", con lo cual "cada día que pasa, el estado de derecho se empequeñece un poco más".

El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha apuntado en su perfil en Twitter: "no lo olvidemos, los presos y exiliados no somos la visualización de ninguna derrota" y ha añadido que "hoy más que nunca amnistía y autodeterminación, serenidad, coraje y ni un paso atrás. ¡Viva Cataluña libre!".

El expresidente de la ANC Jordi Sànchez ha señalado que "la tenacidad del Estado y el Tribunal Supremo por ahogarnos es constante y previsible, ninguna sorpresa, retuercen la ley, cambian jurisprudencia, destrozan garantías penales y derechos", porque "España lo vale", y aquí, mientras tanto, aún buscamos el hilo perdido que nos hizo tan fuertes el 1-O".

Desde Waterloo (Bruselas), el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha afirmado en un tuit: "todos sabemos por qué se ha suspendido el tercer grado y el 100.2. Venganza y escarmiento. Nada nuevo en la hoja de ruta del unionismo", y termina deseando "mucha fuerza y muchos ánimos a todos, especialmente a la presidenta Carme Forcadell y a la consellera Dolors Bassa"

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