Albert Rivera: "Me gustaría que hubiera un partido liberal fuerte y que sepamos siempre dónde tenemos que estar"

El expresidente de Cs asegura que si alguien le recuerda lo hará "por actos como el de Rentería, donde no estaba con Bildu, sino que tenía enfrente a sus cachorros amenazándome".

Albert Rivera, antes de su intervención en el Foro ADEA
Albert Rivera, antes de su intervención en el Foro ADEA
Óliver Duch

Dimitió "por responsabilidad y coherencia" hace justo un año al pasar de 57 a 10 diputados en el Congreso. ¿Pagó los platos rotos de la repetición electoral?

Hubo muchos motivo. Es evidente que a Pedro Sánchez y al bipartidismo un Ciudadanos fuerte no les interesaba. Y con los aciertos de los demás y los errores propios se llegó a ese mal resultado. Asumí en primera persona la responsabilidad porque considero que el liderazgo se demuestra en los buenos momentos, pero sobre todo en los malos. En doce horas no solo dejé el escaño sino la presidencia del partido, algo que en España no es habitual. Dejé la política definitivamente porque creía que el proyecto que yo quería, que era gobernar y cambiar España, con ese resultado era inviable.

Las salidas de Javier Nart y de Francisco de la Torre ya marcaban que algo no iba bien…

El 28 de abril fue bien porque logramos el mejor resultado de la historia de un partido liberal en España. En Zaragoza superamos al PP y se quebró el bipartidismo en algunas zonas. Lo que fue un error fue lo de los 10 escaños. Cuando más nítidos fuimos contra Sánchez logramos mejores resultados. Cuando abrimos la mano nos costó muchos votos por la derecha que se fueron de vuelta al PP (900.000) y a Vox (600.00).

¿Le penalizó ese cambio de estrategia?

Visto con el tiempo creo que en una guerra sin balas y política como la que había, con Franco retransmitido en directo, Vox creciendo, Sánchez y Podemos tensando las cuerdas por la izquierda, el centro político se descompuso, y la gente se fue a los extremos. La repetición electoral nos perjudicó sin duda. Pero tengo clarísimo que muchos españoles nos votaron para echar a Sánchez.

Cuenta en ‘Un ciudadano libre’ (Espasa), su nuevo libro, que pidió a sus padres que no le acompañaran en la noche del 10-N.

Semanas antes preparaba frases para un posible discurso de dimisión. Algo ya sabía mi cuerpo y mi cabeza, que me estaban empujando hacia allí. Por eso les dije: «Mejor no vengáis porque esto va a ser malo o muy malo». La única duda era cuánto de malo era. Creo que hice bien en salir rápido, limpio y sin una mota de polvo, sin casos de corrupción. En España no es habitual que se dimita por un mal resultado electoral. Y ya no digo dimitir por una mala gestión. Llevamos la peor pandemia de Europa y la peor situación económica y aquí no dimite nadie, pero es que yo siempre entenderé la política como algo vocacional y temporal. Tengo una profesión que es la abogacía, por suerte he vuelto a ejercer y a estar en un despacho, y mi carta de libertad era tener un trabajo futuro.

¿Se sintió muy presionado mediáticamente?

Sí. Al final yo era responsable de haber matado a Manolete..., porque yo creo que un Cs fuerte incomodaba a todo el ‘establishment’. Tenían previsto para nosotros que fuéramos una bisagrita, un partido fácil para que PP y PSOE se perpetuaran, pero en Cs estábamos frente a ese poder establecido: en Cataluña frente al nacionalismo y en España, frente al bipartidismo. Volvería a hacer lo mismo.

Pero usted tuvo la posibilidad tras el 28-A de constituir junto al PSOE un Gobierno constitucionalista. ¿Se ha arrepentido de no haber dado ese paso?

Ese es uno de los bulos que han corrido. Nunca hubo posibilidad de formar un gobierno con el PSOE porque nunca me lo propuso Pedro Sánchez, que era el candidato.

Sumaban 180 escaños, y la mayoría está fijada en 176.

Si el candidato no quiere pactar contigo y tú has prometido a los votantes que no vas a pactar con ese candidato, ¿cómo vas a hacer la cuenta engañando a la gente? Yo me fui a mi casa por cumplir mi palabra.

Detalla, también, que su relación con Sánchez fue de más a menos y de menos a nada. ¿Por eso no lograron pactar?

Esa frase lo define perfectamente. Tuve relación con él cuando Mariano Rajoy dijo ‘no’ al Rey y Sánchez lo intentó. Pero a partir de ahí a Pedro Sánchez le echan del Congreso y de su partido y cuando vuelve lo hace con la banda (Bildu, ERC). Creo que en aquella moción de censura se constituyó una mayoría Frankenstein, que va a durar tiempo.

Sí mostraba más sintonía con Mariano Rajoy. Dice de él que "se ha convertido en una persona respetada".

Los presupuestos actuales son los que pactamos Rajoy y yo en una mesa. Al final algunas cosas buenas hicimos en esa etapa. Y mira que me las tuve con la corrupción. Tuvimos que aplicar la Constitución juntos en Cataluña, en Europa siempre mantuvimos una posición conjunta y sacamos dos presupuestos adelante con una política de bajada de impuestos. Fue el mayor periodo de estabilidad, que paradójicamente coincidió con la salida temporal de Sánchez.

Y se mantiene con Pablo Casado. Dice que podrían haber formado un "gobierno razonable".

Sinceramente lo creo, porque lo hicimos con fluidez para llegar a acuerdos autonómicos en Andalucía o en Zaragoza. Con Casado tengo una buena relación personal, no me cuesta imaginarme siendo el presidente y yo vicepresidente o viceversa.

¿Por eso le ha encargado a su despacho de abogados que recurra la ley catalana de alquileres?

Creo que más que conmigo tiene que ver con los socios de mi despacho, donde tenemos abogados del Estado magníficos para recurrir ante el Constitucional. Es evidente que Casado y yo teníamos, tenemos y tendremos buena relación porque personalmente nos hemos respetado siempre.

¿Se plantea volver a la política activa con el PP?

No me planteo volver a la política activa, lo tengo clarísimo. A mí la política actual me produce lejanía. No lo veo como algo donde volver. Creo que esto ha derivado en algo de lo no quiero formar parte.

En esa política actual, ¿debería Cs sumarse a unos presupuestos de PSOE-Podemos si tienen el apoyo de ERC y de Bildu?

Esa pregunta hay que formulársela a la ejecutiva de Cs y a Inés. A mí, como ciudadano español y como autónomo, lo que me preocupa es la deriva económica en la que estamos entrando con la crisis covid y que en los presupuestos se practique una política fiscal y económica en sentido contrario a lo que necesitamos, que es estímulo y apoyo a las empresas.

Si siguiera como presidente de Cs ¿vería factible formar parte de un pacto donde esté EH Bildu?

Quien sepa de mi política... A Sánchez le llamo Sánchez y su banda, y no hace falta decir mucho más. No voy a meterme en la política actual. Por suerte, una de las ventajas de haber dimitido es no tener que opinar de los partidos

Le pregunto como ciudadano libre...

Como ciudadano libre creo que estos presupuestos van en dirección contraria de lo que Europa está haciendo, que es estimular la economía.

El socialista Javier Lambán prefiere como socio a Cs en las cuentas nacionales. ¿Qué pasó en Aragón para que no saliera adelante el pacto con Cs?

Lo que queríamos era hacer un pacto para que Cs y el PP gobernaran en Aragón. Ese pacto no se forjó porque Lambán pactó con los regionalistas.

Miró primero a Cs...

No estaba dispuesto a perder en ningún caso la presidencia y nosotros lo que queríamos era un cambio de ciclo político. Queríamos estar al frente de la DGA y no fue posible porque Lambán se movió con todo el que pudo para intentar mantener el poder a toda costa. Personalmente, respeto mucho a Lambán y tengo una relación cordial con él, pero nosotros y el PP estábamos pensando cómo hacer un gobierno de coalición PP-Cs e incluso que la presidencia correspondiera a Cs.

Con el actual acercamiento entre Cs y el PSOE, ¿cree que se difumina su legado tras 13 años como presidente del partido liberal?

No. El legado de Cs es haber conseguido un cambio político en Andalucía después de 40 años, políticas constitucionalistas y de Estado frente a los independentistas. Se creó para defender una serie de valores, y que se tienen que seguir defendiendo. Yo he sido español, demócrata, constitucionalista y liberal. Y esos cuatro tributos son las claves de Cs. Como ciudadano español me gustaría que hubiera un partido liberal fuerte, consticionalista, y que sepamos siempre dónde tenemos que estar. A mí si alguien me recuerda lo hará por actos como el de Rentería, donde no estaba en un acto con Bildu, sino que tenía enfrente a sus cachorros amenazándome. O en Cataluña, donde no estábamos con ERC o con Convergencia sino enfrente, ganándoles las elecciones. Esa política valiente frente al nacionalismo, clara frente al populismo y muy clara en el modelo económico neoliberal son los atributos que llevó a Cs a 57 escaños. Lo que deseo es que Cs pueda retomar el pulso y volver a lo que conseguimos hace muy poco.

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