Simón asegura que "13 o 14" comunidades están ya "en situación de estabilización o descenso de casos de covid"
Sanidad notifica 19.511 casos y 356 fallecidos, peores cifras que el miércoles, pero la incidencia acumulada cae a 504 casos.
Con unos datos que sitúan a España en un nivel extremo de riesgo, según el semáforo del Ministerio de Sanidad, cuesta lanzar mensajes positivos sobre la evolución de la pandemia. "La situación es mala", reconoció este jueves, una vez más, el responsable de Emergencias, Fernando Simón. Pero entre la alta preocupación por la segunda ola se aprecian algunos, mínimos, brotes verdes. "Trece o catorce comunidades autónomas o ciudades autónomas se encuentran ya en estabilización o en descenso de casos", aseguró Simón.
Los datos del Ministerio de Sanidad de los últimos días avalan una cierta meseta (aunque con un pequeño crecimiento en las últimas 24 horas), pero en unas cifras tan altas que alejan cualquier visión optimista. El departamento de Salvador Illa registró 19.511 nuevos casos de coronavirus, una cifra ligeramente superior a la del miércoles, cuando se notificaron 19.096. También creció el número de fallecidos, que alcanzó los 356, frente a los 349 del día anterior.
La cifra global de contagios en España se eleva ya a 1.437.220 desde el inicio de la pandemia, según las estadísticas oficiales, y el número total de fallecidos se eleva a 40.461. La incidencia acumulada en los últimos 14 días por 100.000 habitantes se sitúa en 504, frente a los 514 de este jueves, los 525 del martes y los 527 el jueves pasado.
"Todas las comunidades, salvo Canarias y marginalmente Baleares, están en una situación que sigue siendo complicada. Tenemos que mantener la tensión y las medidas de control en todo el territorio", dijo Simón, que recordó que los hospitales continúan bajo una enorme presión: el 16,47% de las camas está destinado a pacientes covid, que también ocupan el 31,96% de las UCI, cifras que no se consiguen rebajar respecto a los días anteriores.
El responsable de Emergencias, sin embargo, no considera que España esté abocada al confinamiento domiciliario, entre otras razones, explicó, porque las comunidades autónomas tienen la potestad de establecer restricciones muy similares a las que en otros países se denominan con el concepto de confinamiento.
Precisamente, la Junta de Castilla y León afirmó que si pudiera, decretaría el confinamiento domiciliario en Burgos, que registra actualmente una incidencia acumulada de 1.700 casos a 14 días por 100.000 habitantes. Entre las medidas que la Junta ha tomado en esta ciudad se encuentran la limitación de las reuniones a tres personas, rastreos masivos, reducción de los aforos en las celebraciones religiosas y civiles a no más de quince personas y análisis de las aguas fecales de la localidad.
También aumentan las limitaciones en Cataluña. El Govern decidió ayer en la reunión del Procicat, el organismo que gestiona la emergencia sanitaria, prorrogar diez días más las restricciones que rigen en Cataluña desde hace casi un mes para frenar la pandemia. En concreto, la Generalitat aprobó mantener cerrados los bares y restaurantes, además de las instalaciones deportivas y los equipamientos culturales.
El viernes pasado, la administración catalana ya prorrogó dos semanas más el toque de queda nocturno de diez de la noche a seis de la mañana. Solo los centros de estética podrán empezar a levantar las restricciones, que se aplican en toda Cataluña desde el 15 de octubre. Además del cierre de la hostelería, el Gobierno catalán decretó el confinamiento perimetral y municipal para los fines de semana.
Los planes del Govern son que si la pandemia sigue a la baja, en diez días podrían empezar a levantar algunas restricciones de forma paulatina. El consejero de Interior anunció que trabajan ya en un plan de desescalada para poner en marcha a partir del 23 de noviembre y así flexibilizar actividades al aire libre y levantar las restricciones, como las terrazas o los deportes al aire libre y algunas extraescolares.
