El Gobierno estudia el toque de queda mientras se endurecen las restricciones

Prevé ofrecérselo a las comunidades en la reunión con Sanidad de este miércoles, aunque estima necesario el apoyo del PP en el Congreso.

(Actualiza la NA2383 con los últimos datos)
PLENO DEL SENADO
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, en el Pleno del Senado
Emilio Naranjo

El Gobierno ha anunciado que estudia la posible aplicación de un toque de queda nocturno en España, en medio de la sucesión de medidas restrictivas que siguen adoptando las autonomías ante el avance incesante de la pandemia, que ha sumado este martes al recuento oficial 13.873 nuevos casos y 218 muertes.

Esa posibilidad, que el Ejecutivo vincula inexorablemente al estado de alarma, la ha confirmado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, después de que la Comunidad de Madrid la haya planteado públicamente con la cautela de se que podría poner en marcha sin la prerrogativa gubernamental que expira el sábado en la región y que ha enfrentado abiertamente a las dos administraciones.

Con esos planteamientos, que remiten a pugnas políticas presentes y pasadas cuando Madrid tiene que presentar su plan para afrontar los contagios tras 15 días confinada, Illa ha dicho que el toque de queda está en estudio, que no es "inminente" y que sólo se adoptará si hay acuerdo con todas las comunidades y siempre bajo el estado de alarma, porque entiende que no hay otra opción jurídica.

“Es importante saber si el PP estaría dispuesto a dar apoyo (al estado de alarma)... Si se tomara (esa decisión) sería muy importante saber la posición política del PP”, ha asegurado el ministro, que entiende que cualquier excepcionalidad en ese sentido debería pactarse para un periodo más largo de las habituales dos semanas.

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de visita oficial en Roma, ha señalado: "Lo importante es saber si oficialmente la Comunidad de Madrid nos está pidiendo el toque de queda o no. A partir de ahí todos y cada uno de los territorios siempre van a contar con el apoyo total y absoluto del Gobierno de España", y ha remitido la eventual demanda a su debate en el Consejo Interterritorial, que se reúne el jueves.

De momento, sólo se conoce que el Gobierno de la popular Isabel Díaz Ayuso evalúa solicitar un toque de queda entre las 00:00 y las 06:00 horas, pero sin estado de alarma, tal como ha avanzado su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, que ha reiterado la intención de volver a las restricciones por zonas básicas de salud.

El último bastión

El toque de queda, que ya se aplica en París y otras ocho grandes ciudades francesas, en Bélgica y desde este jueves en la castigada región italiana de Lombardía, se va convirtiendo poco a poco en el último bastión ante el confinamiento domiciliario, del que huyen todos los países para no paralizar la actividad económica, aunque Gales y en parte Irlanda ya han roto ese principio.

Los defensores de la medida le atribuyen el papel de dique para controlar botellones y fiestas privadas ilegales en domicilios o lugares frecuentados por jóvenes, que se han convertido en sus distintos grupos de edad, a partir del de 15 a 19 años, en los que suman más contagios en las últimas semanas, aunque la transmisión también ha aumentado en la población de más riesgo, la mayor de 80 años.

Muchos expertos advierten, en cambio, de que el toque de queda no es ninguna panacea sin otras medidas restrictivas -algunas más drásticas que las actuales- que reduzcan los contactos sociales, sobre todo en etapas de expansión descontrolada, como ocurre con incidencias como las de España, que este martes se situaba en 322,94 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

Críticos son también algunos de estos especialistas con los confinamientos perimetrales, como el de Madrid (431,94) o el que el jueves se pone en marcha en Navarra, porque consideran que no sirven por sí mismos para reducir la circulación interna del virus, que precisa de otras intervenciones cuando se ha perdido la trazabilidad y los rastreos se ven superados por la transmisión comunitaria.

Confinamientos y advertencias

Al confinamiento perimetral ha vuelto hoy la localidad de Aranda de Duero, que ya lo vivió en agosto, antes de que esta medianoche cierre su capital, Burgos, después de que la Junta de Castilla y León (503,22 de incidencia) haya prorrogado otros 14 días la misma medida para las ciudades de León y Palencia.

Navarra esperará a que la Vuelta Ciclista a España pase por su territorio para clausurar la hostelería y confinar al menos dos semanas toda la Comunidad, donde se han diagnosticado en las últimas 24 horas 578 casos de SARS CoV-2, que han elevado su incidencia por encima de los 1.000 casos (1.002,73).

En Cataluña, con los bares y restaurantes cerrados y una incidencia de 374,22, no se descarta un confinamiento perimetral, como tampoco se descartaba este lunes un eventual toque de queda, si la situación epidemiológica empeora, como lo está haciendo en otros territorios como Aragón y La Rioja, con Zaragoza y Logroño rozando el cierre.

"Vienen semanas muy duras, viene el invierno y la segunda ola no es ya una amenaza, sino una realidad en toda Europa", ha dicho hoy, en una frase repetida y luego siempre confirmada, el ministro Illa, que ha subrayado que "el virus no viaja solo" y que hay que reducir la movilidad y los contactos "con el esfuerzo y la concienciación de todos, más que con medidas legales".

Una apelación más -manida pero no por ello menos razonable- a la responsabilidad individual, a la que tanto se han referido a lo largo de esta pandemia, junto a la mascarilla o el lavado de manos, las autoridades sanitarias, muchas veces con poca fortuna frente a un riesgo reflejado en las cifras de fallecidos: 34.210, según un recuento oficial matizado por el exceso de mortalidad: 11.000 fallecimientos más desde julio y 59.000 desde marzo. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión