terrorismo

Las víctimas, ante el espejo de su relato: 'Patria'

Dos viudas y dos hijas de asesinados por ETA y un herido cuentan cómo se estremecieron al ver el primer capítulo de la serie.

Bilbao, 03 oct. (COLPISA, A. González Egaña)
Un fotograma de 'Patria'.
Un fotograma de 'Patria'.
EP

Cuando se encendió la polémica por el cartel promocional de la serie 'Patria', Fernando Aramburu, autor de la novela, desveló la norma que se autoimpuso al comenzar a escribir: "No perder de vista el dolor de las víctimas del terrorismo, tratarlas con la empatía y el cariño que merecen". Hoy hablan ellas para este reportaje y sus opiniones son diversas, igual que lo son las propias víctimas del terrorismo. Caty Romero, Sara Buesa, Alberto Muñagorri, Cristina Cuesta y Mari Paz Artolazabal han visto la serie y se han puesto ante el espejo de su propio relato. Tan solo un capítulo ha sido suficiente para destacar lo "estremecedor" que supone contemplar la pantalla del televisor y sentirse en algunos casos reflejadas en los propios protagonistas Bittori y Txato en la escena del atentado. Otras víctimas eligieron no leer la novela y aseguran que tampoco verán la dramatización que se ha comenzado a emitir en televisión, a través de la plataforma HBO o la cadena Telecinco, porque les parece "tan realista" que no tienen ánimo "de remover nada".

Caty Romero, viuda del sargento Morcillo: "Me veo a mí en el suelo con la cara de Alfonso ensangrentada".

"Dios mío, me vi a mí misma corriendo. Igualito, igualito. Era un 15 de diciembre y llovía igual que en la escena del atentado de la serie 'Patria'. Como hizo Bittori, yo bajé corriendo por las escaleras, vi a Alfonso en la acera, me tiré al suelo, le cogí, le volteé y le puse la cabeza boca arriba. Su rostro estaba también ensangrentado y yo decía: '¿pero la sangre de dónde viene?' porque yo, sin embargo, no había oído el tiro. A mí me avisó una vecina por el telefonillo". Caty Romero no daba crédito al verse reflejada en la pantalla de su televisor cuando Bittori sale corriendo al puente a atender al Txato, el protagonista de 'Patria'. "Igual que la actriz Elena Irureta yo gritaba que alguien viniera a ayudarme. Más joven porque yo era una chavala, pero es que toda la escena es prácticamente igual". La viuda del sargento de la Guardia Municipal de San Sebastián asesinado por ETA el 15 de diciembre de 1994, se había leído hace ya tiempo el libro de Fernando Aramburu, con quien además mantuvo una relación de correo electrónico en su tiempo en Covite, cuando el escritor donostiarra le pidió datos de víctimas para su libro 'Los peces de la amargura'. "Creo por eso me menciona en la novela Patria", explica Romero.

Sara Buesa, hija del socialista Fernando Buesa: "Permite mostrar una realidad que duele pero que hay que sanar"

Sara Buesa define 'Patria' como una serie "fundamental" para conocer y comprender lo que se ha vivido en Euskadi. La hija de Fernando Buesa, el dirigente socialista y exvicelehendakari en el Gobierno Vasco asesinado por ETA el 22 de febrero de 2000, mantiene que la dramatización de la novela de Aramburu retrata "muy bien" el entorno hostil y el clima emocional denso y cerrado que se respiraba en la sociedad vasca. "Quienes hemos vivido aquí, automáticamente nos vemos reflejados en las escenas que se recrean y revivimos infinidad de recuerdos", destaca Sara Buesa. Reconoce que entonces "estábamos tan inmersos en ese ambiente que nos llegamos a habituar a convivir de forma rutinaria con ello. Ahora, desde la distancia de los años, podemos tomar conciencia real de la dimensión de lo que hemos vivido y soportado. Es sobrecogedor". Quienes lo vivieron de lejos, y sobre todo los jóvenes que no han conocido el terrorismo, "a través de Patria pueden aproximarse". La serie, dice, permite abordar "una realidad que es difícil y duele, pero en la que es imprescindible profundizar para sanar y arrancar de raíz las semillas de odio y violencia que aún permanecen en la sociedad vasca".

Alberto Muñagorri, herido por una bomba en Errentería: "Es el relato del día a día de lo ocurrido hasta en mi familia"

A Alberto Muñagorri no le sorprendió el libro ni tampoco ahora la serie 'Patria' porque "ha sido el día a día de lo que se ha vivido en Euskadi, de las cosas que han ocurrido hasta en mi propia familia o con amigos o vecinos". Habla con conocimiento de los hechos desde que el 26 de junio de 1982 un explosivo en el interior de una mochila tirada en plena calle de Errenteria estalló alcanzándole de lleno. Muñagorri tenía diez años y perdió la pierna izquierda, la visión del ojo derecho y un 40% de audición. 38 años después del atentado "indiscriminado", como él lo llama, sabe que hay muchos jóvenes, como los que trabajan en su oficina, a los que todo esto "les suena muy, muy lejano" y reconoce que tratar de pedir a la gente que se mire al espejo y piense dónde estaba cuando ocurrían esas cosas "no es agradable". Como la familia del Txato, Alberto sufrió el rechazo de muchos vecinos. "Gente que no me miraba ni a la cara empieza a saludar ahora y a preguntar cómo me va la vida. Son pequeños pasitos". Es consciente de que con la desaparición de ETA "se convive más fácil", pero remarca que hay algunas cosas que siguen igual, como las pintadas de las que "está plagada" Errenteria.

Cristina Cuesta, hija de Enrique Cuesta: "Es muy crítica con la anomalía social de la justificación"

Cristina Cuesta ha visto hasta dos veces los primeros capítulos de 'Patria'. La primera se puso ante el televisor "con una ansiedad muy grande" de saber cómo habían reflejado visualmente "una obra tan importante" y la segunda para fijarse "en los detalles". La hija de Enrique Cuesta, delegado de Telefónica asesinado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas en 1982, es directora de la Fundación Miguel Ángel Blanco y conoce de cerca otras producciones audiovisuales sobre la misma temática. Cree que lo que ha podido ver de la serie es "absolutamente coherente" con el espíritu de la obra de Aramburu. "Es conmovedora y muy crítica con la anomalía social de justificación, ese magma que impregna la violencia, sobre todo el sufrimiento profundo de la víctima". Cuesta destaca el discurso narrativo, "tan real", de la necesidad de las víctimas de la búsqueda de la verdad. Convencida de la dimensión que posee una obra audiovisual a la hora de llegar al ciudadano, cree que es una buena herramienta para que los padres hablen con los hijos sobre este tema. Concluye que tanto la obra literaria como la serie han llevado "la dimensión del conocimiento de las víctimas a otro nivel".

Mari Paz Artolazabal, viuda de José Luis López de Lacalle: "Se ve la soledad que hemos pasado todas. Ese vacío..."

A Mari Paz Artolazabal le trajo inmediatamente a la memoria "la soledad que hemos pasado todas, el vacío que nos han hecho, aquella gente detrás de las cortinas... Es tan real...". Tras ver la serie 'Patria', la viuda del columnista de 'El Mundo' José Luis López de Lacalle rememora la especie de lapsus que aún le acompaña de aquel 7 de mayo de 2000 cuando supo que habían asesinado a su marido. "No recuerdo cuándo subí a casa ni con quién, pero sin embargo no se me olvida que José Luis tenía las llaves puestas en la cerradura del portal", junto al que cayó tras recibir los disparos. La imagen de De Lacalle cubierto con una sábana blanca, al lado de una bolsa de periódicos y de su paraguas rojo, se convirtió después en símbolo de la crudeza del terrorismo. Un paraguas similar al que ilustra la portada del libro y en los créditos de la serie. A diferencia de la protagonista, no vio a su marido en el lugar del atentado, "no me dejaron verle". "Le vi ya en el tanatorio y no tenía cara de miedo, tenía cara de paz", evoca. Hace tiempo comenzó a leer 'Patria' y no pudo seguir porque ya desde las primeras páginas le parecía que el novelista había estado hablando con ella para escribirlo.

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