PENSIONES

Jubilarse antes de tiempo supondrá un recorte real de la pensión del 8% anual

La penalización superaría los 400 euros al mes para las rentas más altas si se retiran a los 63 años, según la propuesta que maneja Escrivá.

Madrid, 10 sep. (COLPISA, Lucía Palacios)
Jubilados sentados en un banco en Pamplona.
Jubilados sentados en un banco.
Jesús Diges/EFE

Menos jubilaciones anticipadas y más trabajadores que deciden alargar su vida laboral más allá de los 65 años. Ésta ha sido siempre una de las grandes medidas de reforma del sistema de pensiones que el actual ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha defendido -incluso antes de su entrada al Gobierno, durante su etapa al frente de la AIReF- para tratar de contener el gasto y aumentar los ingresos. Así lo hizo el pasado miércoles en su comparecencia ante la comisión del Pacto de Toledo pero sin profundizar, algo que sí hizo en una entrevista en Onda Cero, dejando claro que uno de sus planteamientos pasan por endurecer unas penalizaciones que considera insuficientes.

La propuesta que tiene encima de la mesa el ministro es «corregir los elementos distorsionantes de la regulación de las jubilaciones anticipadas», es decir, cambiar el modelo actual que, a su juicio, "no está bien diseñado", a la vista del "exceso de jubilaciones anticipadas voluntarias" que hay. Las cifras así lo corroboran: uno de cada seis jubilados se retira antes de tiempo voluntariamente e incluso más de cuatro de cada diez jubilaciones se producen antes de la edad legal. En la última década suponen cerca de 1,5 millones de personas las que han salido del mercado laboral antes de los 65 años.

¿Cómo se desincentiva en la actualidad las prejubilaciones? Existen unos coeficientes reductores que oscilan entre el 6% y el 8% de merma de la base reguladora (que es sobre la que se calcula la prestación final) por cada año que se adelante su retiro. Sin embargo, esa reducción se sitúa en el entorno del 2% o 3%, lo que es "un desincentivo bajo", según admitió el ministro. La razón es que el coeficiente reductor del 8% se calcula sobre la base reguladora que es muy superior a la pensión máxima -ya que esta está topada- y la base reguladora se reduce sin que apenas afecte a la prestación. Por ello, lo que pretende Escrivá es que la reducción del 8% anual se aplique sobre la pensión para que haya una reducción real por cada año de adelanto. Como cualquier otra reforma de pensiones, esta se haría de forma gradual para dar tiempo a los futuros pensionistas a adaptarse.

Por ejemplo, para una persona que haya estado cotizando por la base máxima (48.841 euros al año) y quiera jubilarse a los 63 años su pensión sería de 36.064 euros al año, en lugar de los 37.566 que le corresponderían si se jubilara a los 65. Esto supone un recorte real del 2% por cada año, algo que sucede porque la base reguladora por la que se le calcula (4.070 euros al mes) es muy superior a la pensión máxima (2.683 euros mensuales) y esa fuerte diferencia entra la base máxima y la pensión máxima reduce la merma del 8% al 2%. Así, su penalización por retirarse dos años antes es de poco más de 100 euros al mes, mientras que si se le aplicara el 8% real por cada año, como sugiere Escrivá, la pérdida se cuadruplicaría y llegaría a los 430 euros al mes.

El actual diseño de recortes beneficia en realidad a las rentas más altas, ya que un cotizante medio, el que viene a ganar unos 1.600 euros a mes, si se jubila a los 63 años sí sufriría un recorte real de su pensión del 8% anual, con lo que su prestación sería de 1.075 euros al mes, en lugar de los 1.280 euros que cobraría si lo hiciera a los 65 años, es decir, perdería cada mes 205 euros.

"Hay margen para que haya menos jubilaciones anticipadas voluntarias", aseguró Escrivá, precisamente en un momento en el que las previsibles fusiones bancarias auguran una avalancha de prejubilaciones, principalmente de las rentas más altas, que son en la actualidad las que menos se penalizan.

La otra línea que maneja el ministro para retrasar la edad efectiva de jubilación es crear nuevos incentivos que realmente animen a las personas cercanas a la jubilación a retrasar el retiro, ya que son muchos menos que los que tienen países de nuestro entorno. A modo de ejemplo, quienes se jubilen a los 67 años tienen un 2% adicional de pensión, pero son muy pocos los que se benefician de esto.

En la actualidad la media de jubilación se sitúa en los 64,6 años, pese a que la edad legal es de 65 años y diez meses para quienes no tengan largas carreras de cotización. Y en 2027 será 67 años a no ser que se haya cotizado 38,6 años, que sí podrán jubilarse a los 65.

Revalorización por ley

Respecto a cuánto subirán las pensiones el año que viene, la intención es subirlas conforme al IPC en los Presupuestos. En este sentido, se confía en que haya un acuerdo en el Pacto de Toledo lo antes posible para que se aplique la nueva revalorización en función del IPC en el marco de una ley y con carácter estable. Deja entrever que la subida puede ser pequeña, a la vista de la baja inflación, pero pide mirar más a largo plazo: "Lo importante no es cuánto van a subir el año que viene, sino que haya un marco estable de mantenimiento del poder adquisitivo".

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