Salvador Illa, la nueva baza de un PSC que ya no sufre por el relevo de Iceta

Aunque dentro del socialismo catalán nadie discute el liderazgo de Miquel Iceta, se admite que la emergencia del ministro de Sanidad es positiva porque demuestra que en la formación hay figuras potentes más allá de su primer secretario.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, comparece tras el Consejo de Ministros
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, comparece tras el Consejo de Ministros
J. J. Guillén/EFE

En el último congreso del PSC estalló una ovación cuando sonó el nombre de Salvador Illa. Era diciembre de 2019 y ni el más ferviente militante en aquella sala imaginaba que una de las personas más valoradas en el partido, su discreto conseguidor de pactos, acabaría siendo uno de los políticos más conocidos de España por culpa de una pandemia sin precedentes, la covid-19

Aunque dentro del socialismo catalán nadie discute el liderazgo de Miquel Iceta, diversas fuentes consultadas por Efe sí que admiten que la emergencia de una figura como la del ministro de Sanidad es positiva porque demuestra que en la formación hay figuras potentes más allá de su primer secretario. Además, confían en que será un importante activo ante una eventual campaña electoral en Cataluña por su gestión "serena y dialogante" de la pandemia. 

Un activo, pero en ningún caso el candidato a la Presidencia de la Generalitat, subrayan fuentes de la Ejecutiva socialista, que recuerdan que el PSC ya escogió a Iceta para ese papel -"el mejor candidato posible" afirman- y destacan la "lealtad" de Illa con el líder del partido, de quien es persona de máxima confianza.

También descartan que Illa se postule como candidato fuentes del entorno del ministro, que subrayan que está volcado en su labor al frente de Sanidad y que su máximo objetivo es controlar los rebrotes puntuales durante el verano y preparar un plan de contingencia por si en otoño la pandemia vuelve a arreciar.

Aunque el debate sucesorio dentro del PSC no es inminente, en los últimos tiempos el partido ha hecho un esfuerzo para proyectar liderazgos más allá de Iceta, que el próximo día 13 cumplirá seis años al frente del socialismo catalán. Fuentes de la dirección socialista resaltan que la situación actual es "muy diferente" que en ese 2014, cuando "muchos ya escribían el obituario" de un PSC devastado por la crisis interna que provocó la irrupción del procés en la política catalana. Entonces, indican, Iceta asumió la responsabilidad de recoser la formación y promocionar nuevos cuadros capaces de pilotar la nueva etapa.

Entre las personas que el PSC situó en puestos claves y que han ganado relevancia pública están la portavoz parlamentaria, Eva Granados, y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, además de alcaldesas y alcaldes como Núria Marín, Lluïsa Moret y Antoni Balmón, así como el líder del partido en Barcelona, Jaume Collboni. "Hay plantel y mucha gente capaz de asumir el relevo. Con Illa se añade una pieza fuerte e importante, pero no es la única", apuntan fuentes de la dirección.

El caso de Illa es quizás el más singular por la velocidad con la que ha pasado de las bambalinas a los focos, algo que algunos de sus colaboradores más cercanos consideran que es un "justo premio" al trabajo desempeñado desde que asumió la organización del partido a finales de 2016, en plena crisis PSC-PSOE por el "no" de los catalanes a la investidura de Mariano Rajoy.

Fuentes del partido elogian el carácter "templado y respetuoso" del ministro, así como su discreción a la hora de trabajar, atributos que creen que hacen de Illa un buen negociador, ya sea para lograr la abstención de ERC en la investidura de Pedro Sánchez, para pactar con JxCat en la Diputación de Barcelona o para solventar cualquier problema orgánico del partido. De hecho, los socialistas prevén sacar rédito a estas cualidades, "muy propias del carácter y del modo de hacer del PSC", cuando llegue la próxima campaña electoral.

Todas las fuentes consultadas coinciden en que Illa será uno de los cabeza de cartel de los mítines socialistas; el mismo Illa que en la campaña de las generales de noviembre de 2019 solo intervino en un acto con presencia mediática, en la comarca del Maresme.

No se le vio cómodo: su intervención fue apagada y en un tono muy similar a las ruedas de prensa de los lunes tras la ejecutiva del partido. Nada que ver con la soltura que ha cogido en las últimas semanas con sus comparecencias en el Congreso de los Diputados.

Ahora, cuando llegue la próxima campaña, su figura servirá para reivindicar que el PSC es "dialogante", "sabe gestionar" y además es un partido con peso y voz propia dentro del Gobierno, apuntan las diversas fuentes.

Eso sí, ya no podrá pasar desapercibido como cuando, no hace tanto, guardaba cola pacientemente en los restaurantes del distrito 22@ cercanos a la sede del PSC, entre hípster, estudiantes y "estartaperos" milenials.

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