El Gobierno admite que su oferta de pacto está vacía pero invita a Casado a negociar

Sánchez comprobará este jueves en el Congreso las fisuras en la unidad contra la Covid-19 y el rechazo a su oferta de concertación nacional.

Reunión entre Casado y Sánchez en La Moncloa
Foto de archivo de una reunión Casado y Sánchez en La Moncloa
Efe

El Gobierno acepta que su oferta de "gran acuerdo de país" carece de contenido pero aun así cree que todas los partidos deberían sumarse porque "está en juego el sistema democrático". Por esa razon, singularizó la invitación en el líder del PP, al que instó a sentarse a hablar por "patriotismo, coherencia y liderazgo".

Los populares tacharon de "señuelo" la propuesta de reedición de los Pactos de la Moncloa, y no andaban descaminados, El ministro de Transportes reconoció hoy que "no hay una oferta concreta" de acuerdo. Tampoco, prosiguió, ha comenzado el necesario y habitual trabajo discreto con las fuerzas políticas para acercar posturas.

En resumen, nada tangible. Solo hay, explicó José Luis Ábalos, "un debate público" sobre la fórmula para afrontar la crisis económica que se avecina "desde la unidad y la colaboración" para "desterrar viejas dinámicas frentistas".

A pesar de la ausencia de mimbres, el ministro, en su comparecencia casi diaria en la Moncloa, invitó al líder del PP a dialogar y demostrar así su "liderazgo, patriotismo y coherencia". El portazo del principal partido de la oposición a la oferta de acuerdo nacional, según Ábalos, "no desanima" al Gobierno porque espera que recapacite en cuanto compruebe que España va a vivir "un momento histórico" en todos los órdenes una vez que la crisis sanitaria quede atrás.

El Gobierno ha martilleado con su oferta de pacto nacional día tras día, pero no ha encontrado complicidades, salvo la de Ciudadanos, convertido ahora en una fuerza marginal en el Congreso con sus diez diputados. El PP considera que es un apaño para tapar errores en la gestión de la pandemia. Vox no quiere saber nada con un Gobierno que, a su juicio, debe irse a casa. Los nacionalistas e independentistas recelan porque intuyen que detrás hay un proyecto recentralizador del Estado. Hasta el socio de Consejo de Ministros, Unidas Podemos, se mueve entre dos aguas.

Una votación distinta

Pero Pedro Sánchez volverá a poner el asunto sobre el tapete parlamentario durante el pleno del Congreso que aprobará la prórroga del estado de alarma hasta el 26 de abril. Un debate que va a ser tormentoso para el Gobierno aunque no está en cuestión que vaya a sacar adelante la autorización de la Cámara. Las fisuras en la unidad son evidentes y cada vez más profundas.

La votación del 25 de marzo con la primera prórroga, 321 'síes' y 28 abstenciones, no se va a repetir. La de hoy será, si votan todos los diputados, 269 a favor, 29 abstenciones y 52 en contra.

Por primera vez, un grupo, Vox, se va a descolgar del consenso y votará 'no' al confinamiento y las medidas de restricción de la actividad económica. Esquerra, JxCat, EH Bildu, la CUP y BNG han anunciado su abstención. Sánchez mantendrá el apoyo incondicional de Unidas Podemos, Ciudadanos y el pelotón de fuerzas regionalistas minoritarias. En cambio, el 'sí' del PP y el PNV tiene tintes cada día más críticos y solo pretenden dar "soporte jurídico" a una medida eficaz en la lucha contra la Covid-19, no porque compartan la actuación gubernamental. Los nacionalistas vascos, además, no apoyarán la convalidación del decreto de medidas para la paralización de la actividades económicas no esenciales.

El Gobierno ve como se desmorona la unidad de acción de los primeros días, un escenario que puede fracturarse más a medida que se acerca la fase de desescalamiento y la normalización de la vida cotidiana.

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