Illa: "Los test devueltos tenían la marca CE y fueron comprados a un proveedor nacional"

El Gobierno ha devuelto 9.000 test rápidos a China por tener poca calidad. El Ministro de Sanidad ha informado de que sobre estos productos no había alertas por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. China por su parte asegura que se compraron a una empresa sin licencia

Salvador Illa en el Congreso
Salvador Illa en el Congreso de los Diputados
Efe

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado que los 9.000 test rápidos de coronavirus que se han devuelto tenían la marca CE, por lo que ha preguntado tanto a los grupos parlamentarios como a la sociedad si hubiera sido mejor "no comprarlos". 

El director del comité de seguimiento del coronavirus, Fernando Simón, ha explicado en rueda de prensa que tras comprobar la seguridad de las 9.000 primeras pruebas rápidas de detección del coronavirus, se había comprobado que tenían una eficacia del 30%. "El positivo es claro, pero si da negativo, hay que volver a hacer la prueba porque tienen falta de sensibilidad", ha explicado Fernando Simón.

Durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, y en repuesta a los portavoces de los grupos parlamentarios que le han cuestionado sobre el problema que se ha tenido con estos test, Illa ha informado de que se adquirieron a un proveedor nacional.

Desde China aseguran que la empresa que vendió esas pruebas a España no tiene licencia

Poco antes de estas declaraciones un tuit de la Embajada de China en España informaba de que los test comprados se habían adquirido a una empresa que no estaba homologada por el gobierno chino.

Tras varias preguntas, el ministro ha dicho en su comparecencia: "La partida que nos llegó fue comprada a un distribuido nacional que nos dio la garantías y era un producto marca CE", ha dicho el ministro, para cuestionar si ya no sirve la marca CE, e insistir en que el proveedor era "nacional y de confianza".

Del mismo modo, el ministro de Sanidad ha informado de que sobre estos productos no había alertas por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ni de la Agencia Europea del Medicamento, si bien cuando han analizado que realmente no cumplen los estándares de calidad que se exigen en España han pedido que los cambien.

"No compramos un producto que no cumpla con las especificaciones de la AEMPS. Pero de estos no había ninguna alerta ni en España ni en Europa. ¿Hubiera sido mejor no comprarlos cuando tenían la marca CE y no había ninguna alerta?", ha dicho, para zanjar insistiendo en que han pedido que los cambien al ver que realmente no cumplen con los requisitos exigidos.

Desde el Gobierno han explicado que el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) analizó la documentación aportada por la empresa respecto a los estudios clínicos realizados por el fabricante chino.

Las primeras pruebas del test rápido se realizaron en paralelo en un hospital de Madrid y en el ISCIII y en cuanto se detectó una escasa sensibilidad, se dio orden inmediata de retirada; y se contactó con el proveedor que lo va a sustituir por otro tipo de test.

Además, precisan que esta operación, que no está relacionada con la compra de material sanitario anunciada por el ministro, pues se inició antes de que las autoridades chinas facilitaran nuevos listados de sus proveedores al Gobierno de España.

No obstante, esos listados incluyen fabricantes validados y preferentes y "en ningún caso consta información sobre la empresa china que,según la embajada, no cuenta todavía con la licencia correspondiente en China", insisten las mismas fuentes que asegura que "por parte del Ministerio de Sanidad sí se hicieron comprobaciones sobre la fiabilidad del proveedor nacional"

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