España reacciona al aumento de los contagios por coronavirus con medidas inéditas en un escenario improvisado

Se aplazan las Fallas en Valencia, se suspenden los viajes del Imserso y los vuelos con Italia. Partidos de la Liga se jugarán a puerta cerrada y se recomienda evitar eventos con gran afluencia.

Pedro Sánchez, ante los medios este martes

El Ministerio de Sanidad contempla desde el principio de la crisis del coronavirus tres escenarios para tratar de frenar la expansión de la epidemia: contención, mitigación y generalización. Cada uno de ellos está dotado de medidas que se aplican de forma progresiva y van desde acciones concretas, como la cancelación de vuelos, a, en última instancia, generales como la restricción de la libre circulación, como decidió hace un par de días el Gobierno italiano en todo el país.

Hasta este lunes, desde el departamento que dirige Salvador Illa se mantenía el escenario menos agresivo para la vida diaria de la población, el de contención, el objetivo era el control del virus sin generar una excesiva alarma social. Aún no se había detectado transmisión descontrolada y tampoco se valoraba una entrada masiva de casos importados, siempre según los datos que maneja el Ejecutivo.

Las medidas se limitaban a consejos higiénicos, como no toser sobre la mano, lavárselas frecuentemente o no acudir a urgencias en caso de haber estado en contacto con enfermos en las zonas de riesgo y tener síntomas. También se aplicaron acciones sanitarias de aislamiento y recomendaciones para evitar eventos con gran afluencia. Pese a ello, se celebraron el pasado domingo multitudinarias concentraciones en todo el país por el Día de la Mujer y Vox reunió a 9.000 personas en un mitin en Vistalegre (Madrid).

Al día siguiente, el crecimiento exponencial de la epidemia de COVID-19, la enfermedad que provoca este coronavirus, se duplicó de los 600 casos registrados el domingo a 1.204 pacientes. El dato puso en alerta al Gobierno y obligó a elevar el escenario de riesgo para evitar tropezar con la misma piedra con la que se había topado Italia diez días antes, aunque en vez de pasar directamente a mitigación se optó por una solución híbrida entre el primer y el segundo nivel, que denominó de "contención reforzada".

Esta solución no prevista inicialmente incluyó la suspensión durante 15 días de las clases desde la guardería hasta la universidad en las tres zonas de "transmisión significativa" que se han detectado: la Comunidad de Madrid, La Rioja, las ciudades alavesas de Vitoria y Labastida y la población burgalesa de Miranda de Ebro. 24 horas después, y con 400 nuevos casos, este escenario se amplió con la cancelación de los vuelos entre España e Italia (excepto para los viajes de estado y los aviones de carga) y, por último, la restricción de los eventos que reúnan a más de mil personas en las zonas de riesgo antes descritas. Además, desde Sanidad insistieron en la importancia del facilitar el teletrabajo en las grandes empresas.

El Gobierno ha suspendido los viajes del Imserso durante al menos un mes con el fin de proteger a un grupo especialmente vulnerable ante la enfermedad, como son las personas mayores.  Además, este martes por la noche el Gobierno valenciano decidió aplazar la celebración de las Fallas.

El Ministerio de Sanidad también decidió mojarse con algunos de los temas más impopulares como son las suspensiones de espectáculo deportivos y de ocio. Las medidas aprobadas pasan por prohibir la asistencia de público a todos los acontecimientos deportivos que "supongan una gran afluencia de aficionados". En realidad, el Gobierno veta todos "aquellos eventos que comporten un movimiento importante de aficionados", como pudieran ser las carreras populares.

El Ejecutivo, por el momento, deja abierta la puerta a mantener otro tipo de manifestaciones "no deportivas" multitudinarias, como pueden ser las celebraciones de la Semana Santa, las ferias de primavera en Andalucía o las elecciones vascas y gallegas. Estas concentraciones serán "valoradas caso a caso", anticipó Illa.

"Lo que haga falta"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este martes por la noche, después de su reunión por teleconferencia con el resto de jefes de los Ejecutivos de la Unión Europea, un plan de choque para contrarrestar los efectos económicos del coronavirus que serán, según sus palabras, serios, contundentes, aunque transitorios, y ante los que -afirmó- "haremos lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta".

Estas políticas, según desgranó el presidente, irán dirigidas a cuatro ámbitos. En primer lugar, se tomarán medidas para "proteger el bienestar de las familias trabajadoras", ayudándolas a afrontar los cierres de los centros educativos facilitando reducción de jornadas y con ayudas para el cuidado de los menores. En segundo orden, se adoptarán políticas para garantizar el suministro y la producción de medicamentos y acceso al material sanitario.

Además, el Ejecutivo buscará apoyar el empleo en un contexto de caída temporal de la demanda con medidas de flexibilidad para evitar que las empresas recurran a los despidos. Por último, se apoyará al sector productivo, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, con medidas de liquidez, líneas de crédito y moratorias en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, con el objetivo de que dificultades en el circulante no deriven en problemas de solvencia.

También, aunque sin dar más detalles, Sánchez afirmó que se diseñarán medidas específicas para los sectores del transporte y el turismo, que se están mostrando sensibles y muy vulnerables. El jefe del Ejecutivo calificó estas iniciativas de "meditadas" y "adaptadas" a la coyuntura que atraviesa el país, en apoyo tanto del tejido productivo como de los trabajadores.

Fondos europeos

Por su parte, Bruselas activará "todos los instrumentos que sean necesarios" para contener el impacto social y económico del virus. Y eso incluye un fondo de 25.000 millones de euros que la Comisión Europea comprometió este martes, de los que los primeros 7.500 millones se liberarán "en los próximos días". El dinero se destinará tanto al reforzamiento de las redes sanitarias de los Estados miembros como a dar liquidez a las pequeñas y medianas empresas (pymes) de todos los sectores afectados (principalmente turismo y transporte) así como cobertura a los trabajadores que vean peligrar sus empleos.

La gran bolsa económica, se complementará con la aplicación flexible de las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para que los esfuerzos económicos extraordinarios de los gobiernos no computen como deuda.

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