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Endika Zulueta, el abogado defensor de Rodrigo Lanza que iba "a misa" con Willy Toledo
El letrado ha asegurado este lunes durante el juicio que conoce al actor desde hace tiempo, e incluso han coincidido en la iglesia.
"Más vale un culpable libre que un acusado preso". Esta es la máxima que defiende públicamente, Endika Zulueta, el abogado defensor de personajes como Rodrigo Lanza o Willy Toledo. El primero fue condenado por el "homicidio imprudente" de Víctor Laínez en Zaragoza. El segundo se ha sentado este lunes en el banquillo de los acusados por insultar a Dios y a la Virgen María.
Zulueta ha calificado de "antiguas blasfemias" las palabras de su defendido. "Eso pertenece a la España oscura. A mí me suena muy mal, pero eso no es delito", ha dicho en el juicio, que ha quedado visto para sentencia. El letrado ha destacado además que conoce a Willy Toledo desde muchos años, en los que incluso han coincidido "en misa".
Desde que Endika Zulueta se ocupó de la defensa de Rodrigo Lanza (antes lo hacía Ana Sebastián, abogada de la Asociación Libre de Abogados -ALA-, colectivo al que pertenece), la madre del acusado interrumpió sus intervenciones en las que lanzaba diatribas a favor de su hijo, y cesó de aludir a que era inocente en un caso, el que dejó tetrapléjico a un guardia urbano en Barcelona, por el que fue condenado. No es mala estrategia defensiva dejar de hablar de un hecho pasado por el que está condenado tu defendido para no "contaminar" al jurado. Luego llegaron los cambios de imagen de Lanza, algo muy común cuando los abogados defensores aconsejan a sus clientes que tengan muy en cuenta que las apariencias pueden engañar. Así, durante el tiempo que compareció ante el jurado, Lanza se presentó con un aspecto pulido y estudiado, con camisa abotonada hasta arriba y un corte de pelo clásico. Nada que ver con la estética punki-alternativa, con rastas, piercings en los labios, dilataciones en las orejas y pañuelo palestino. Eso sí: una vez que fue juzgado y condenado por "homicidio imprudente", Lanza volvió a lucir sus tatuajes y rastas.
