un aragonés en el avión que ha aterrizado de emergencia en barajas
Un aragonés en el vuelo a Canadá: "Ha habido más estrés fuera del avión que dentro"
El arquitecto zaragozano es uno de los 130 pasajeros que iba en el aparato que ha aterrizado de emergencia este lunes sin incidencias en Barajas. Sobre todo se han asustado cuando una pasajera ha percibido olor a humo.
"Ha habido más estrés fuera del avión que entre los pasajeros que íbamos en el Air Canadá". Así resume Miguel Fontgivell, arquitecto zaragozano que iba en el aparato que ha tenido que aterrizar de emergencia este lunes en el aeropuerto de Barajas después de casi cinco horas sobrevolando el espacio aéreo de Madrid al dañarse uno de los diez neumáticos que forman parte del tren de aterrizaje. El incidente ha concluido con un desembarco en el que los pilotos, cuenta este aragonés, han sido "ovacionados".
El avión, un Boeing 767-300, despegó a las 14.33 de este lunes de Barajas con destino a Toronto, pero tras media hora de vuelo la tripulación se percató de que había sufrido un incidente en el despegue. Fontgivell, uno de los fundadores de la empresa Oboria Digital Saco Technologies, viajaba a la ciudad canadiense para mantener una reunión de trabajo en Montreal. Cuenta que en todo momento el piloto les ha estado informando de lo que ocurría y que solo se han asustado algo "cuando una pasajera ha percibido olor a humo y nos ha transmitido cierto temor".
Las noticias del incidente que leían por los dispositivos móviles también les han inquietado al principio, pero luego el nerviosismo se ha pasado. "El avión estaba bien y volaba sin problema. Además cómo el tiempo era bueno volaba sin temblores ni nada, iba perfecto", relata una vez ya en tierra firme.
Este zaragozano, que precisamente iba sentado sobre la zona del tren de aterrizaje donde se ha producido el reventón de una de las ruedas, subraya que han volado tan bajo sobre la capital de España que nunca había visto "tan de cerca" las torres de Madrid. Otro momento que recordará para siempre es cuando se ha acercado el F18 de la base aérea de Torrejón de Ardoz hasta el avión para comprobar el estado de la avería. Él, como otros viajeros, lo ha visto y fotografiado perfectamente desde la ventanilla.
Asegura que personalmente no ha tenido "miedo", aunque sí comenta que el avión en el que este martes volaban era "algo más viejo" del que habitualmente hace esta ruta, un Boeing 787. Es un viaje que suele hacer por razons profesionales.
Los pasajeros han desembarcado con normalidad después de que el avión fuera trasladado de la pista a una zona de estacionamiento. Desde allí, han sido llevados a una sala para que puedan reunirse con sus familiares, recibir sus malestas y también información sobre cuándo van a poder llevar a cabo el frustrado viaje a Canadá.
