política

Arrimadas niega que las listas con el PP vayan a desembocar en una fusión

La líder de Ciudadanos sale al paso de las críticas internas y asegura que los posibles pactos con los populares se deben a "circunstancias excepcionales, en lugares excepcionales y en momentos excepcionales"

Inés Arrimadas
Arrimadas
Efe

"Seguiremos siendo el único partido de España de centro liberal y de progreso". Inés Arrimadas salió de esta manera al paso de las críticas internas en Ciudadanos que sostienen que las listas con el PP para las elecciones en Cataluña, Galicia y País Vasco son el paso previo a una disolución de la formación liberal en el partido que lidera Pablo Casado.

La líder virtual de Ciudadanos explicó que ha lanzado esta propuesta ahora porque se viven "circunstancias excepcionales, en lugares excepcionales y en momentos excepcionales". Es un planteamiento, apuntó, que en ningún caso tiene vocación de generalizarse en toda España.

La integración de Ciudadanos en el PP es una idea que acarician en la dirección popular. El propio Pablo Casado no esconde que su objetivo es "la reunificación" del centroderecha. Pero es una meta a medio o largo plazo porque ni Arrimadas ni los actuales dirigentes liberales van a dar ese paso a pesar de la precaria situación política que atraviesan. El congreso que Ciudadanos celebrará en marzo aprobará una ponencia política que apuesta por reforzar el sesgo centrista del partido sin atender a los cantos de sirena que puedan llegar desde el PP.

Arrimadas mantuvo hoy un encuentro con afiliados en L'Hospitalet de Llobregat y volvió a defender "las candidaturas transversales" porque "los constitucionalistas" no pueden "perder ni un voto" en estas tres comunidades. Existe un riesgo, aseguró, de que el nacionalismo vuelva a gobernar en Galicia y "se haga más fuerte" en Cataluña y el País Vasco después de las elecciones autonómicas previstas para este año.

La también portavoz de Ciudadanos en el Congreso ha dado un viraje de 180 grados a la estrategia que mantenía su partido con Albert Rivera, que siempre rechazó las invitaciones del líder del PP, Pablo Casado, para concurrir con listas conjuntas a las elecciones. No es ajeno a este cambio de rumbo las malas perspectivas de Ciudadanos en Cataluña, donde las encuestas señalan que puede perder la mitad de los 36 diputados que obtuvo en las elecciones autonómicas de 2017 y que situaron a los liberales como primera fuerza política en esa comunidad.

Reconoció que hace la propuesta "por si se adelantan las elecciones en Cataluña", pero en ningún momento aludió a la crisis de su partido y el oscuro panorama electoral al que se enfrenta. Se trata, dijo, "de ver cómo se pueden sacar más escaños con los votos constitucionalistas y que no vayamos siempre superdivididos".

El planteamiento, sin embargo, encuentra resistencias dentro de su partido. Sobre todo en Cataluña, donde muchos interpretan este movimiento como un intento de desembarazarse de Lorena Roldán, portavoz en el Parlamento y candidata a la Generalitat.

Pero también el presidente de Melilla, Eduardo de Castro, único gobernante autonómico de Ciudadanos, calificó ayer de "vergonzante, decepcionante y errática decisión" la propuesta de Arrimadas. Señaló que la estrategia de ir acompañados del PP y Vox tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo "nos costó 47 diputados" en las generales de noviembre. Pero, prosiguió, la estrategia de coaligarse con los populares en esas tres comunidades puede hacer "perder los diez (diputados) que quedan" en el Congreso.

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