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Once historias de amor surgidas al calor de la política española

La de Irene Montero y Pablo Iglesias no es la única. Los gobiernos de España y los partidos son y han sido testigos de variadas relaciones sentimentales: las de Wert y Gomendio; Borrell y Narbona, Rocío Monasterio y Espinosa de los Monteros, Arrimadas y el nacionalista catalán Xavier Cima...

Pablo Iglesias e Irene Montero, en el debate de investidura.
Pablo Iglesias e Irene Montero, en el debate de investidura.
Mariscal/EFE

A Henry Kissinger se le atribuye haber dicho que el "poder es el mayor de los afrodisiacos". Sea así o no, la lista de políticos con romances sonados es larga. Como también son numerosos los casos en los que la chispa del amor ha surgido de la política.

Estos días está siendo muy comentada la presencia, por primera vez, de una pareja en el Consejo de Ministros, la formada por Irene Montero, flamante ministra de Igualdad, y Pablo Iglesias, uno de los cuatro vicepresidentes del Gobierno de Pedro Sánchez. Juntos oficalmente desde 2016 y padres de tres hijos, su relación surgió siendo ya ambos personajes públicos. A él se le conocía una relación anterior con otra política, Tania Sánchez, que ahora milita en Más Madrid (es diputada regional) y mantiene una relación con David Campo, quien forma parte de su entorno político y con el que el pasado septiembre fue madre primeriza de un niño.

La de los Montero-Iglesias, por su parte, no es la única pareja en la esfera del recién estrenado Gobierno de España. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, lo es del nuevo ministro de Justicia, Juan Carlos Campo. Ella, además, está divorciada del que fuera un destacado miembro del Gobierno de Mariano Rajoy, José María Lassalle, que ocupó sendas secretarías de Estado, de Cultura y para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, entre 2011 y 2018, año en que se dio de baja del PP. Batet y Lassalle se casaron en 2005 por la Iglesia en Santillana del Mar y tienen unas hijas gemelas: Adriana y Valeria.

Meritxell Batet, en primer término a la derecha, en la toma de posesión del nuevo Gobierno, en el que está su pareja, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo.
Meritxell Batet, en primer término a la derecha, en la toma de posesión del nuevo Gobierno, en el que está su pareja, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo.
Emilio Naranjo/EFE

Tampoco  la de Montero e Iglesias es la única pareja que comparte una familia y poder en Unidas Podemos y sus confluencias. A nivel local, en este caso en Andalucía, lo hacen Teresa Rodríguez y José María González Santos, más conocido como Kichi. Ella es diputada en el Parlamento andaluz y él, el reelegido y carismático alcalde de Cádiz. Ambos acaban de tener a su tercera hija en común.

En cuanto al PSOE, también hay otra pareja con influencia. Es la que componen José Borrell, que se acaba de estrenar en las lides de Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, y Cristina Narbona, presidenta del PSOE. Ambos fueron también ministros, aunque nunca coincidieron sentados en la mesa del consejo en la Moncloa. Ella lo fue de Medio Ambiente con Zapatero. Él, con Felipe González y Pedro Sánchez. Con el de ahora, Borrell repite ocupando importantes cargos en la UE. De 2004 a 2007 fue presidente del Parlamento Europeo. Narbona y Borrell se casaron, por cierto, en 2018, tras más de 20 años de relación.

Borrell y Narbona, que era entonces ministra de Medio Ambiente, en un acto del Gobierno de Zapatero.
Borrell y Narbona, que era entonces ministra de Medio Ambiente, en un acto del Gobierno de Zapatero.
Heraldo.es

El PP, por su parte, no se queda atrás en parejas dentro de su seno. Quizá la más conocida y que haya acumulado más poder haya sido la formada por José María Aznar y Ana Botella. Aznar fue presidente del Gobierno de España entre 1996 y 2004. Su mujer ocupó la alcaldía de Madrid entre 2011 y 2015, año que marca el comienzo del fin de la buena relación de los Aznar-Botella con su partido. Aznar renunció en 2016 a la Presidencia de Honor, pero conservando su carnet de afiliado.

Botella y Aznar, en 2007.
Botella y Aznar, en 2007.
EFE

Hay más relaciones. Algunas ya rotas, como la de Ana Mato y Jesús Sepúlveda, salpicada además por graves casos de corrupción. La que fuera ministra de Sanidad con Rajoy y el exsenador y exalcalde de Pozuelo de Alarcón tuvieron que responder por su implicación en la trama Gürtel en el tiempo en que estuvieron casados. Sepúlveda, acusado de malversación de caudales públicos, cohecho y prevaricación, fue condenado a 14 meses de prisión, que eludió tras depositar una fianza de 100.000 euros. A ella la Audiencia Nacional la señaló como partícipe a título lucrativo, cosa que en la sentencia quedó acreditada y le supuso una multa.

Jesús Sepúlveda (derecha) y Ana Mato fueron matrimonio y miembros de la Ejecutiva del PP
Jesús Sepúlveda (derecha) y Ana Mato fueron matrimonio y miembros de la Ejecutiva del PP
EFE

Muy comentada fue también la relación entre el ministro de Educación entre 2011 y 2015, Juan Ignacio Wert, y su secretaria de Estado, Montserrat Gomendio. Al improbable calor de la Lomce nació su relación que terminó con el matrimonio de ella y con ambos trasladados a París a trabajar, de nuevo juntos, en la OCDE, lo que fue objeto de gran controversia. Ella sigue allí. Él acaba de escribir un libro sobre aquella experiencia en el Gobierno de Rajoy.

Wert y Gomiendo hicieron pública su relación siendo él ministro de Educación y ella su secretaria de Estado
Wert y Gomendio hicieron pública su relación siendo él ministro de Educación y ella su secretaria de Estado
EFE

En el PNV también hay matrimonios. Uno es el que forman el popular diputado en el Congreso Aitor Esteban e Itxaso Atutxa, hija de Juanmari (ya fallecido) y presidenta del Bizkai Buru Batzar, máximo órgano del PNV en Vizcaya.

El partido vasco también ha tendido puentes con ERC, aunque no exactamente políticos. Su responsable de prensa en el Congreso, Marta Pagola, es la actual pareja sentimental de Gabriel Rufián. Él tiene una hija de un amor anterior, Mireia Varela, quien por cierto dirigió recientemente al político independentista una desgarrada 'carta' de despedida a través de Instagram.

En Vox no solo aman a España. Algunos también se quieren entre ellos. Los Espinosa de los Monteros-Monasterio forman un tándem fuera y dentro de la política. Fuera hacían negocios inmobiliarios conjuntos (algunos ahora en entredicho, como la supuesta venta de 'lofts' sin licencia). Dentro, ella es diputada regional en Madrid y él, a nivel nacional en el Congreso de los Diputados.

Iván Espinosa de los Monteros (izquierda) y Rocío Monasterio con Santiago Abascal, en un acto de Vox.
Iván Espinosa de los Monteros (izquierda) y Rocío Monasterio con Santiago Abascal, en un acto de Vox.
Jon Nazca/Reuters

Aparte de Lassalle y Batet, ya separados, la única relación entre políticos de diferentes partidos que ha trascendido (y que sigue adelante) es la de Inés Arrimadas (sobrevenida líder de Ciudadanos tras la marcha de Albert Rivera) y Xavier Cima, al que conoció siendo él diputado de Convergència Democràtica de Cataluña. Cima, tras ser elegido en 2015 concejal por el Ayuntamiento de Ripoll con CiU, dejó la política al año siguiente, en el que se casó con Arrimadas en Jerez de la Frontera. Arrimadas acaba de anunciar que espera un hijo.

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