Bildu desata una tormenta en el Congreso

El partido abertzale defendió a Otegi y cargó contra el Rey. PP, Vox y Ciudadanos profirieron gritos de "terroristas" durante el discurso de su portavoz en la Cámara.

Cruce de miradas entre Mertxe Aizpurua y Pedro Sánchez
Cruce de miradas entre Mertxe Aizpurua y Pedro Sánchez
Efe

La intervención de EH Bildu fue, sin lugar a dudas, la más polémica de las que se escucharon en el pleno de investidura. Más de cuatro veces tuvo que intervenir la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, para tratar de rebajar la tensión. El discurso de la portavoz de la coalición abertzale, Mertxe Aizpurua, con menciones a Arnaldo Otegi y críticas a la Constitución e incluso al mensaje del Rey de 2017 tras el desafío del procés soliviantaron a los representantes del PP, Vox y Ciudadanos. Gritos de "asesinos" y "terroristas" se profirieron desde sus bancadas. Diputados como Santiago Abascal y Teresa Jiménez Becerril abandonaron el hemiciclo. Otros, como Adolfo Suárez Illana se quedaron en su escaño dando la espalda a la oradora. Como colofón, desde el PP y Ciudadanos se pidió sin éxito a Batet que exigiera a Aizpurua que se retractara.

La decisión de EH Bildu de volver a abstenerse al ver la formación de un Gobierno de coalición progresista como "una oportunidad para vertebrar el Estado" ya había calentado el ambiente. Y el hemiciclo se convirtió en una olla a presión porque, "paradojas de la historia", apuntó la portavoz de EH Bildu, "las viejas naciones de Cataluña, Galicia y Euskal Herria han evidenciado el error de cálculo" de quienes creían que unas nuevas elecciones permitirían "evitar un Gobierno dependiente de las izquierdas y los idependentistas". "Sin atender las demandas de nuestras naciones no habrá gobiernos progresistas", advirtió Aizpurua.

Apeló la portavoz a afrontar la "crisis del régimen del 78", a apostar por "la democracia frente a la involución" que, dijo, defiende la derecha. Aizpurua reconoció un "cambio de actitud en el contenido y las formas" del discurso de Pedro Sánchez. "Le escuchamos decir que los sentimientos no se imponen y que la ley por sí sola no es suficiente para resolver los conflictos políticos, y lo compartimos. Esperamos que sea sincero y que las buenas palabras se conviertan en hechos. Si es así, EH Bildu no será un obstáculo para avanzar", le dedicó al líder socialista.

El momento más encendido tuvo nombre y apellido: Arnaldo Otegi. Citarle en el Congreso es sinónimo de polémica. La izquierda abertzale lo sabe y los partidos conservadores entraron al trapo. Aizpurua recordó la invitación en favor de la defensa de la pluralidad que el coordinador general de EH Bildu hizo a Unidas Podemos cuando quedó en libertad "tras años injustamente en prisión". Esta referencia encendió a los representantes del PP, Ciudadanos y Vox, hasta el punto de requerir la intervención de la presidenta del Congreso.

Política penitenciaria

La defensa de una política penitenciaria que ponga fin a la dispersión no hizo más que avivar el fuego. "Ustedes son la única oportunidad del Estado para resolver la situación de Euskal Herria y Cataluña. Son el último tren hacia la última estación", apostilló Aizpurua entre gritos de "fuera" de Vox y aplausos de ERC.

En su réplica, Sánchez consideró que "estamos en una época de interdependencia, no de independencia". Abrió también el candidato la puerta a una reforma constitucional. "Cuarenta años después hemos acumulado experiencia y creemos que hay elementos del Estado de las autonomías que se han desgastado y deben ser revisados". En esta línea, se comprometió a cumplir con la mayoría de las transferencias -reconoció "diferencias serias" en la gestión de la Seguridad Social- y en trabajar en la reforma del Estatuto.

La portavoz de EH Bildu, que avisó a Sánchez de que "la derecha intentará cerrar el paso" a cualquier cambio en el Estatuto "agotando todas las películas para infundir odio y terror", aseguró ser "consciente" de que hay quienes "se sienten vascos y españoles". "La mejor forma de dilucidarlo es poniendo las urnas", sugirió. "Miremos cómo se solucionan los problemas en Escocia, por ejemplo". "Si evalúa cuál es el grado de autogobierno allí se dará cuenta de que Euskadi tiene más que Escocia", respondió Sánchez.

Al término de la intervención Pablo Casado tomó la palabra para cargar contra Aizpurua por vertir "injurias" contra los estamentos del Estado y afear a Sánchez que no defendiera "al Parlamento, al Rey ni a las víctimas del terrorismo". "Ha sido la intervención más nauseabunda que he visto en esta Cámara", censuró. También desde Ciudadanos, Edmundo Bal pidió a Batet que exigiera a Aizpurua que se retractara por llamar "fascista al jefe del Estado" y que borrara sus palabras del diario de sesiones. "Hubo otras épocas en nuestro país en las que no se permitía las críticas al Gobierno ni a otros estamentos. Afortunadamente, esa época ha pasado. Disfrutamos de una democracia plena y para eso, debemos garantizar la libertad de expresión", zanjó la presidenta del Congreso. 

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