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Un grito desesperado contra la "emergencia climática" atrona en las calles de Madrid

Greta Thunberg no pudo participar por motivos de seguridad en la marcha que congregó a 500.000 personas, según la organización.

No fue una manifestación festiva. Ni siquiera una protesta. La multitudinaria 'Marcha por el Clima' celebrada hoy fue sobre todo un grito desesperado que atronó el centro de Madrid, avisando de que el tiempo se acaba. Alertando de que la "emergencia climática" no parece estar dispuesta a acompasarse a los lentos ritmos de los mandatarios mundiales que se reúnen estos días en Ifema en la Cumbre del Clima (COP25) de la ONU.

Los tambores de los indígenas americanos, sobre todo de representantes emplumados de tribus de Chile (el país donde estaba previsto que se celebrase la cumbre de Naciones Unidas) marcaron el ritmo de los casi cinco kilómetros que separan Atocha y Nuevos Ministerios y que recorrieron los 500.000 asistentes, según los cálculos, sin duda optimistas, de los organizadores.

Entre las personas que recorrieron esos 5.000 metros no estuvo Greta Thunberg, aunque lo intento. La joven activista sueca, que poco antes de la manifestación había acudido a una rueda de prensa cercana, casi logró llegar a pie (tarde, con muchos problemas y rodeada de un cordón de voluntarios) hasta la cabecera de la manifestación, donde tenía previsto incorporarse tras la pancarta de de Fridays for Future, el movimiento que inició la propia adolescente con sus huelgas escolares de los viernes. Sin embargo, Thunberg, visiblemente cansada por su periplo de los últimos días, abandonó la manifestación en un coche eléctrico antes de incorporarse a la misma. Ella misma explicó que la Policía, por motivos de seguridad, le había recomendado acudir directamente al final de la marcha, en Nuevos Ministerios.

«No hay planeta B», «la Tierra no es nuestra», «si el clima fuera un banco, ya lo habríais rescatado», «emergencia climática; medidas políticas ya», «el consumo te consume». Las pancartas inundaron el asfalto de la capital de España en esta manifestación que marchó tras el lema 'El mundo despertó ante la emergencia climática'.

Un acto que marcó, además, el inicio de la Cumbre Social del Clima, que se prolongará hasta el 13 de diciembre en Madrid con más de 300 actividades en diversas sedes, sobre todo en la Universidad Complutense, y respaldada por más de 500 organizaciones de varios países.

Incidentes muy menores

En todo momento el ambiente fue pacífico en este acto central de la llamada 'contracumbre', promovida por las principales ONG ambientalistas mundiales como Alianza por el Clima, Alianza por la Emergencia Climática, 2020 Rebelión por el Clima o la propia Fridays for Future de Thunberg. Aunque el Ministerio del Interior desplegó hasta 1.200 agentes de las Unidades de Intervención de la Policía (UIP, antidisturbios) por el riesgo de incidentes, los temidos antisistema europeos o los radicales nacionales apenas aparecieron. La Policía solo tuvo que emplearse para dispersar a una decena de encapuchados que se habían infiltrado en la cola de la manifestación y habían lanzado objetos a la altura del Paseo del Prado.

La mezcla de perfiles entre los participantes fue quizás uno de las claves más destacadas de la marcha. Y es que no solo hubo, ni mucho menos, activistas de los esperados grupos ecologistas. Hubo médicos, feministas, sindicalistas, políticos, 'yayoflautas', profesores. pero, sobre todo, muchos jóvenes, especialmente adolescentes y niños.

A pesar de la transversalidad hubo críticas políticas. Los gritos -"Madrid Central, Almeida criminal"- contra el alcalde de Madrid, el popular José Luis Martínez-Almeida, se dejaron oír con fuerza a su paso por Cibeles, donde se encuentra la sede del Ayuntamiento de la capital.

El broche a esta marcha, que tuvo como objetivo último reclamar la reducción de un 65% de las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2030, lo puso las esperadísmas intervenciones de Thunberg y del actor Javier Bardem, entre otros.

«Hemos salido de nuestra zona de confort para decirle a los políticos que tienen que proteger el futuro y a las próximas generaciones», clamó la activista. «Los líderes nos están traicionando y no los vamos a dejar. Decimos basta. El cambio viene. Os guste o no», avisó a los mandatarios del planeta. La intervención de Bardem fue especialmente polémica al llamar «estúpidos» a Almeida, por querer acabar con 'Madrid Central', y a Donald Trump, por abandonar el Acuerdo de París.

Tras los discursos, las actuaciones de Amaral o Macaco, entre otros, pusieron punto final a una jornada que los organizadores pretendieron hacer histórica.

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